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Periodoncia.Eley.6a.Ed

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Epidemiología de la enfermedad periodontal: magnitud del problema 149<br />

© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.<br />

excluya casi la mitad de los sextantes. De los sextantes restantes, aproximadamente<br />

la mitad presentaba bolsas superficiales y profundas.<br />

Todos los estudios confirman que una higiene oral deficiente es un factor<br />

importante sobre la prevalencia y la gravedad de la gingivitis para que pueda<br />

progresar a periodontitis. Otros factores ya comentados en relación con la<br />

gingivitis han tenido, como cabría esperar, una relación parecida con la<br />

periodontitis crónica.<br />

Los factores socioeconómicos, y en concreto el nivel educativo y la<br />

situación económica, tienen una relación significativa con la prevalencia y la<br />

gravedad. Esto podría explicar algunas diferencias étnicas observadas, pero<br />

otras probablemente se deban a la variación genética. Si se comparan grupos<br />

de la misma edad en poblaciones de Asia y Europa (Löe et al., 1978), la<br />

transición desde la gingivitis a la periodontitis parece ser más precoz y la<br />

gravedad de la destrucción, mayor en el grupo asiático que en el europeo.<br />

Tanto los hábitos de higiene oral como el estado nutricional eran mejores en<br />

el último grupo, y esto probablemente reflejaba los niveles educativos y de<br />

ingresos económicos. El perfil de la enfermedad es muy parecido si se<br />

comparan grupos étnicos diferentes con niveles educativos y de ingresos<br />

económicos equivalentes.<br />

El inicio de la destrucción periodontal, cuando aparece, parece producirse<br />

sobre todo en los adultos jóvenes, y tanto la prevalencia como la gravedad<br />

pueden aumentar con la edad, adquiriendo relevancia clínica en la cuarta<br />

década de la vida. Sin embargo, para la práctica mayoría de las poblaciones<br />

observadas, el progreso de las enfermedades periodontales parece ser<br />

compatible con la retención de la dentición natural hasta edades más tardías.<br />

Estudios epidemiológicos recientes parecen indicar que la progresión desde<br />

gingivitis a periodontitis parece producirse en una proporción de individuos<br />

mucho menor de lo que antes se creía (Papapanou, 1994). Por desgracia, no<br />

podemos predecir en cuántos individuos la gingivitis progresará a una periodontitis<br />

y la mayor parte de los estudios de investigación actuales están intentando definir<br />

qué personas son «susceptibles a dicho riesgo». Gran parte de la investigación<br />

clínica y epidemiológica de la última década ha destacado también la existencia<br />

de una variación considerable en las características clínicas y en las tasas de<br />

progresión de la enfermedad de la periodontitis crónica (Papapanou, 1994).<br />

La tendencia a las enfermedades periodontales en Estados Unidos se ha<br />

documentado durante años. Sin embargo, los resultados han sido contradictorios,<br />

fundamentalmente por la utilización de protocolos de valoración periodontal<br />

diferentes. En este sentido, Borrell et al. (2005) examinaron el cambio en la<br />

prevalencia de periodontitis entre el NHANES III y el NHANES 1999-2000, y<br />

las diferencias en la prevalencia de periodontitis entre grupos étnicos y raciales<br />

en Estados Unidos. El análisis se limitaba a personas de raza negra no hispanas,<br />

personas de raza blanca no hispanas y chicanos (mezcla de mexicanos y<br />

estadounidenses) de más de 18 años en el NHANES III (n = 12.088) o el<br />

NHANES 1999-2000 (n = 3.214). Las prevalencias de periodontitis para el<br />

NHANES III y el NHANES 1999-2000 eran del 7,3% y el 4,2%, respectivamente.<br />

En un análisis multivariable, los individuos de raza negra tenían 1,88 veces (IC<br />

del 95%: 1,42, 2,50) más probabilidades de padecer periodontitis que los de raza<br />

blanca estudiados en el NHANES III. Sin embargo, la odds ratio de periodontitis<br />

para los individuos de raza negra y los chicanos no difería de los de la raza blanca<br />

estudiados en el NHANES 1999-2000. Sus hallazgos indicaban que la prevalencia<br />

de periodontitis ha disminuido entre el NHANES III y el NHANES 1999-2000<br />

para todos los grupos étnicos y raciales en Estados Unidos.<br />

Historia Natural De La Enfermedad<br />

Periodontal Demostrada Mediante Estudios<br />

Longitudinales De Progresión De La<br />

Enfermedad<br />

Una valoración precisa de la historia natural de cualquier enfermedad exige un<br />

conocimiento extenso de su etiología y su patología, las actitudes de la población<br />

hacia la enfermedad, la disponibilidad de un sistema sanitario y el efecto de las<br />

medidas preventivas y de tratamiento, y todo ello es bastante complicado.<br />

Además, el estudio de la evolución natural y la progresión de la periodontitis<br />

crónica exigen la realización de un estudio longitudinal a lo largo de varios<br />

años. Los estudios más idóneos para este propósito son los estudios longitudinales<br />

de progresión de la enfermedad periodontal, en los que se monitorizan durante<br />

períodos relativamente prolongados las afecciones periodontales de los<br />

individuos expuestos a intervenciones de tratamiento escasas o nulas.<br />

Lindhe et al. (1983) estudiaron la progresión de la enfermedad periodontal<br />

en ausencia de tratamiento en dos grupos de individuos, 64 suecos y 36 estadounidenses.<br />

El grupo sueco constaba de personas con una pérdida de inserción<br />

moderada en el momento de inicio del estudio, monitorizando los<br />

cambios en el nivel de inserción al inicio, a los 3 meses y a los 6 años. El<br />

grupo estadounidense constaba de personas con periodontitis avanzada en el<br />

momento de su inclusión en el estudio, con una monitorización al inicio y al<br />

cabo de 1 año. De las 4.101 localizaciones dentales examinadas en el inicio y<br />

a los 3 años en el grupo sueco, sólo 158 (3,9%) mostraban una pérdida de<br />

inserción >2 mm. De las 4.097 localizaciones examinadas al inicio y a los 6<br />

años, 523 (11,6%) mostraban una pérdida de inserción progresiva de la misma<br />

magnitud. Aproximadamente, la mitad de las localizaciones, que no mostraban<br />

un cambio cuantificable en el primer período de 3 años, mostraron una pérdida<br />

en el segundo período de 3 años, mientras que dos tercios de las localizaciones<br />

con progresión de la enfermedad entre el registro inicial y el de la exploración<br />

a los 3 años era estable durante el segundo período de monitorización.<br />

En el grupo estadounidense, 102 de 3.210 focos (3,2%) mostraron una pérdida<br />

de inserción de 2 mm o más durante el año de monitorización. Cuando se examinó<br />

la asociación entre la pérdida de inserción inicial y la progresiva mediante un<br />

análisis de regresión lineal no podía respaldarse la hipótesis de que las localizaciones<br />

con una pérdida de inserción avanzada fueran más propensas a mostrar progresión<br />

de la enfermedad que los focos con una pérdida inicial menor.<br />

Basándose en los resultados de este y otros estudios, el mismo grupo de<br />

investigación cuestionó el concepto de una pérdida de inserción progresiva, lenta<br />

y continua hasta la realización de tratamiento o la pérdida del diente y sugirió en<br />

su lugar que la enfermedad periodontal progresaba en forma de episodios agudos<br />

recurrentes (Socransky et al., 1984). Más adelante, sugirieron que estos brotes de<br />

actividad se producían en períodos breves en localizaciones individuales y que se<br />

seguían de períodos de inactividad prolongados. Una vez que aparecía un brote,<br />

ciertas localizaciones pueden mostrar ausencia de actividad futura, mientras que<br />

otras pueden sufrir brotes adicionales más adelante. También se sugirió (Haffajee<br />

y Socransky, 1986) que la naturaleza de la hipótesis de los brotes aleatorios no<br />

debería interpretarse para sugerir que los episodios de actividad de la enfermedad<br />

pueden ocurrir con independencia de condicionantes microbiológicos, anatómicos,<br />

clínicos o de otra índole de la localización en concreto, sino más bien<br />

en forma de brotes al azar con respecto al tiempo.<br />

Se han modelado matemáticamente tres modelos posibles de progresión<br />

periodontal (v. también caps. 8 y 15): una progresión lenta constante,<br />

progresión instantánea (brotes aleatorios) y una progresión variable no<br />

instantánea (brotes múltiples asincrónicos), de modo que pueden cargarse los<br />

datos longitudinales en un programa de ordenador para ver el modelo que<br />

mejor se adapta (Sterne et al., 1992). Utilizando los datos longitudinales<br />

disponibles, observaron una mejor adaptación para los modelos de brotes<br />

sobre el modelo continuo, pero fueron incapaces de distinguir entre los<br />

modelos de brotes aleatorios y de brotes múltiples asincrónicos.<br />

Sin embargo, es evidente que la capacidad para medir con fiabilidad<br />

magnitudes pequeñas de pérdida de inserción, como sucedería en el modelo<br />

de progresión lenta constante, no es posible en el momento actual, por lo que<br />

es bastante factible que puedan producirse los tres tipos de progresión en<br />

distintos pacientes y en situaciones diferentes en el mismo paciente (v. cap. 8).<br />

Hay pruebas para apoyar este concepto gracias al desarrollo de sondas<br />

electrónicas que medirán el grado de inserción con mayor fiabilidad y<br />

precisión. Una de dichas sondas (Jeffcoat et al., 1991), que detecta y mide el<br />

nivel de inserción desde la línea amelocementaria, parece tener un umbral de<br />

entre 0,3 y 0,8 mm (v. cap. 14). Con esta sonda, Jeffcoat et al. (1991)<br />

monitorizaron a 30 pacientes con una periodontitis moderada-avanzada<br />

durante 6 meses. Con un umbral de 0,4 mm, observaron un 29% de<br />

localizaciones con pérdida de inserción y utilizando un umbral de 2,4 mm,<br />

observaron una pérdida de inserción sólo en el 2% de las localizaciones. Esto<br />

indicaba que, con umbrales grandes, sólo se detectarán pérdidas rápidas como<br />

brotes aleatorios o múltiples brotes asincrónicos, mientras que al utilizar

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