Periodoncia.Eley.6a.Ed
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82 <strong>Periodoncia</strong><br />
contrario, un perfil de citocinas Th2 depende de la secreción de IL-4 producida<br />
por linfocitos Th2, mastocitos y linfocitos B transformados (Seymour y<br />
Gemmell, 2001). Por tanto, la respuesta puede depender de distintos factores,<br />
como el estado genético que determina la respuesta de la CPA, la respuesta<br />
local de citocinas y la naturaleza del patógeno.<br />
Generalmente, se acepta que después de la activación por un antígeno, las<br />
células Th0 se diferencian en células Th1 o Th2. Sin embargo, también se ha<br />
propuesto (Kelso, 1995) que las células Th1 y Th2 conforman un espectro y<br />
un clon particular que puede segregar citocinas Th1 y/o Th2, según la naturaleza<br />
del estímulo. También se ha observado (Gemmell et al., 1999) que al<br />
utilizar células mononucleares de sangre periférica para presentar antígenos<br />
de P. gingivalis a las células T específicas de P. gingivalis, se produjeron<br />
perfiles de citocinas muy variados. Esto podría deberse a diversas células,<br />
como las CPA dendríticas, monocitos y células B que actúan como células<br />
presentadoras de antígeno en la sangre periférica. Utilizando las mismas<br />
estirpes celulares, este grupo demostró que, cuando los antígenos de P. gingivalis<br />
se presentaron ante células B transformadas por VEB autógeno, los<br />
perfiles de citocinas fueron predominantemente positivas para IL-4, con un<br />
número bajo de células T positivas para IFN-g y muy pocas células T positivas<br />
para IL-10, y los perfiles de estas citocinas fueron consistentes en todas<br />
las estirpes de células T examinadas (Seymour y Gemmell, 2001). Si bien<br />
estos resultados pueden indicar un espectro de Th0, Th1, Th2, estos autores<br />
no pudieron probarlo. Sin embargo, indican que las CPA tienen una importancia<br />
fundamental para dirigir la respuesta adecuada ante el antígeno, al cual<br />
se unen y presentan (Hart, 1997). En este sentido, se ha observado (Choi et<br />
al., 2000) que los clones de células T procedentes de ratones inmunizados<br />
con F. nucleatum seguido de P. gingivalis mostraron un perfil Th2, mientras<br />
que los clones de los ratones inmunizados sólo con P. gingivalis mostraron<br />
un perfil Th1. Aunque estos resultados aún no se han confirmado de manera<br />
independiente, estos autores sugieren que los complejos de organismos,<br />
como los que se ven habitualmente en las enfermedades periodontales, son<br />
necesarios para promover una respuesta Th2, y un activador policlonal de<br />
células B, como F. nucleatum, podría ser fundamental en la estimulación de<br />
este tipo de respuesta.<br />
Diferentes subpoblaciones de CPA pueden activar diferentes subgrupos de<br />
células T. Gemmell et al. (2002) ha utilizado una técnica de inmunoperoxidasa<br />
para investigar la presencia de células dendríticas CD1a + CMRF-44 +,<br />
CMRF-58+ y CD83 +, macrófagos CD14+ o precursores dendríticos y<br />
células B CD19 +, en biopsias gingivales de 21 individuos sanos o con gingivitis<br />
y en 25 pacientes con periodontitis. Las muestras también se dividieron<br />
en tres grupos, según el tamaño del infiltrado. Se observó la presencia de<br />
un gran número de células de Langerhans CD1a+ en el epitelio de todos los<br />
grupos, sin diferencias entre ellos. El porcentaje de células dendríticas<br />
CD83+ fue mayor que el de células dendríticas CD1a +, CMRF-44+ o<br />
CMRF-58+ en los infiltrados. Las células endoteliales CD83+ se hallaron<br />
sobre todo en las zonas adyacentes al infiltrado celular. Muchas células dendríticas<br />
CD83+ se encontraron adyacentes a las células endoteliales CD 83 +,<br />
El porcentaje de macrófagos CD14+ fue similar al de células dendríticas<br />
CD83 + en los infiltrados. Las células B CD19+ fueron las CPA predominantes<br />
en los grupos de infiltrados mayores y el porcentaje de células B<br />
aumentó en el grupo de periodontitis en comparación con el grupo sano/gingivitis.<br />
Aún no está claro cuál es el cometido exacto de los subgrupos de CPA<br />
en la patología periodontal.<br />
Bodineau et al. (2006) observaron que las células de Langerhans expresaban<br />
MMP-2 y 9, e inhibidores hísticos de las MMP-1 y 2 en tejidos gingivales<br />
sanos y enfermos. Las células de Langerhans positivas para MMP se<br />
observaron sobre todo en las capas superiores del epitelio. Las células de<br />
Langerhans positivas para MMP-9 se observaron en especial durante la<br />
periodontitis y en la capa basal del epitelio o atravesando la membrana basal.<br />
A juicio de estos autores, durante la enfermedad periodontal los cambios en<br />
la expresión de las MMP y sus inhibidores hísticos, por las células de<br />
Langerhans gingivales, podrían haber intervenido en la migración de las<br />
células hacia el tejido conjuntivo. Puede hallarse información adicional sobre<br />
la inmunorregulación de la enfermedad periodontal en una serie de revisiones<br />
sobre este tema en Periodontology 2000 (v. Bibliografía más adelante).<br />
Inflamación<br />
La inflamación produce la acumulación de PMN, macrófagos y mastocitos,<br />
células que son muy importantes en la protección contra la infección. Sin<br />
embargo, contienen enzimas destructivas dentro de los lisosomas, que normalmente<br />
utilizan para degradar el material fagocitado y que pueden lesionar<br />
los tejidos si se liberan. Estas enzimas pueden ser liberadas por las células<br />
inflamatorias durante la función o cuando degeneran y mueren. Los PMN y<br />
los macrófagos también producen ROS para destruir las bacterias fagocitadas,<br />
pero también pueden liberarse en los tejidos. Estas dos fuentes de potencial<br />
daño hístico se considerarán por separado más adelante.<br />
Los componentes bacterianos/factores de virulencia pueden intervenir en<br />
la modulación de las respuestas inflamatorias e incluyen los lipopolisacáridos<br />
(LPS), los peptidoglucanos, los ácidos lipoteicoicos, las fimbrias, las<br />
proteasas, las proteínas de choque térmico, los péptidos formil-metionil y las<br />
toxinas (Madianos et al., 2005). Los receptores celulares del huésped que<br />
intervienen en el reconocimiento de los componentes bacterianos y en el<br />
inicio de las vías de señalización, que conducen a las respuestas inflamatorias,<br />
incluyen: TLR, CD14, proteínas de unión a nucleótidos con dominios de<br />
oligomerización (Nod) y receptores acoplados a proteína G, como receptores<br />
de péptidos formil-metionil y receptores activados por proteasas. De las<br />
anteriores moléculas bacterianas y de las moléculas del huésped, los datos de<br />
estudios experimentales con animales muestran que el LPS, las fimbrias, las<br />
proteasas, los TLR y los CD14 intervienen en la destrucción del tejido periodontal<br />
o del hueso alveolar. Sin embargo, no hay pruebas que corroboren la<br />
participación de alguna de estas moléculas en la destrucción del tejido periodontal<br />
en humanos.<br />
No se conoce bien la asociación entre variabilidad genética y la respuesta<br />
inflamatoria producida por la infección periodontal (Shapira et al., 2005).<br />
Hasta la fecha no se ha observado una correlación clara entre cualquiera de<br />
los polimorfismos genéticos y los indicadores clínicos de la inflamación. El<br />
poder de los estudios para revelar asociaciones entre los polimorfismos de un<br />
nucleótido o de múltiples nucleótidos y los parámetros inflamatorios tendrá<br />
que incluir un número mucho mayor de individiuos que el que se ha utilizado<br />
en el pasado. Los datos disponibles (incluido el genotipo compuesto de IL-1)<br />
actualmente no confirman la utilidad de estas pruebas en el diagnóstico y en<br />
la valoración del pronóstico de las enfermedades periodontales.<br />
Especies Reactivas De Oxígeno<br />
Una vez estimuladas las células inflamatorias, y concretamente los PMN, producen<br />
especies reactivas de oxígeno (ROS) a través de la vía metabólica del<br />
estallido respiratorio, que se produce durante el proceso de fagocitosis. Las<br />
ROS incluyen el anión superóxido (O 2–<br />
) y el peróxido de hidrógeno (H 2<br />
O 2<br />
),<br />
que reaccionan juntos en presencia de iones metálicos de transición para producir<br />
el radical hidroxilo (OH). Los PMN también producen ácido hipercloroso<br />
a través de la mieloperoxidación. La producción de estas especies muy<br />
reactivas de oxígeno permite a las células inflamatorias destruir los patógenos<br />
fagocitados. Sin embargo, los datos sugieren que las ROS pueden destruir el<br />
tejido conjuntivo (Freeman y Crapo, 1982), dando como resultado la pérdida<br />
de la integridad estructural y de la función de los tejidos periodontales, cuando<br />
estas sustancias se vierten a los tejidos. Las células epiteliales y del tejido<br />
conjuntivo son muy sensibles a las ROS (que dañan el ADN), producen peroxidación<br />
de lípidos, dañan las proteínas y causan la oxidación de importantes<br />
enzimas, como los inhibidores de las proteasas. La formación de ROS durante<br />
la enfermedad periodontal podría asociarse con la degradación del tejido conjuntivo<br />
gingival. En este sentido, se ha observado que las ROS liberadas por<br />
los PMN dañan los proteoglucanos (Moseley et al., 1995). Las células y los<br />
tejidos próximos a las células inflamatorias se lesionarán por estos procesos<br />
(Fredriksson et al., 1998; Chapple, 1997; Battino et al., 1999, Bartold et al.,<br />
1984; Waddington et al., 2000), y este tipo de lesión alrededor de estas células<br />
se conoce como efecto bystander (daño colateral). El daño celular causado<br />
por las ROS también comporta la liberación de citocinas proinflamatorias.<br />
Las ROS también pueden producirlas los osteoclastos y los osteoblastos,<br />
que pueden intervenir en la resorción ósea durante el recambio normal y la