Periodoncia.Eley.6a.Ed
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312 <strong>Periodoncia</strong><br />
convencionales, pero esto todavía no se ha demostrado, puesto que aún no se<br />
han llevado a cabo comparaciones directas de estos dos tratamientos. También<br />
se ha demostrado que esta técnica microquirúrgica favorece los efectos regenerativos<br />
de los DME en los defectos intraóseos (Wachtel et al., 2003).<br />
El procedimiento clínico utilizado con las membranas biorreabsorbibles<br />
es el mismo que se usó con las membranas no reabsorbibles, excepto en que<br />
se aseguran con suturas reabsorbibles. Por supuesto, no tuvieron que retirarse<br />
después del período regenerativo.<br />
Eickholz et al. (2004) también demostraron aumentos del NI conseguido<br />
después del tratamiento con RTD en los defectos intraóseos con membranas<br />
biorreabsorbibles que eran estables después de 5 años en el 81% de los defectos.<br />
De forma similar, Stavropoulos y Karring (2004) estudiaron los resultados<br />
del tratamiento con RTD de los defectos intraóseos con membranas<br />
biorreabsorbibles después de 6-7 años. Los resultados clínicos podían ser<br />
estables a largo plazo con un buen mantenimiento.<br />
Aimetti et al. (2005) llevaron a cabo un ensayo clínico controlado aleatorizado<br />
del tratamiento de defectos intraóseos amplios, poco profundos y predominantemente<br />
de una pared con una membrana biorreabsorbible en 18<br />
defectos apareados en 18 pacientes no fumadores. Compararon el raspado<br />
quirúrgico sólo con el uso de una membrana biorreabsorbible.<br />
La utilización de una membrana biorreabsorbible producía resultados significativamente<br />
mejores y se observó que también era eficaz para tratar<br />
defectos intraóseos con una arquitectura desfavorable sin el uso de materiales<br />
de relleno.<br />
Regeneración De Tejido Dirigida En<br />
Combinación Con Injertos Óseos O Injertos<br />
De Sustitutos Óseos<br />
En los estudios clínicos que utilizan la regeneración de tejido dirigida (RTD)<br />
(algunos de los cuales se han citado antes), hay una serie de variables en la<br />
técnica de RTD que incluyen el uso de injertos óseos, el acondicionamiento<br />
de la superficie radicular y el posicionamiento coronal de los colgajos<br />
(Gantes y Garrett, 1991; Schallhorn y McClain, 1988; Mellonig, 1991).<br />
Se ha demostrado que las combinaciones de la RTD con el uso de injertos<br />
óseos tiene algunas ventajas sobre cualquiera de las técnicas utilizadas de<br />
forma aislada (Schultz y Gager, 1990). Schallhorn y McClain (1988) realizaron<br />
un estudio clínico que combinaba el injerto compuesto de hueso, el acondicionamiento<br />
de la raíz y la RTD. El aumento de inserción media con la<br />
combinación de estos factores fue significativamente mayor en comparación<br />
con la RTD sola.<br />
Bowers et al. (1989a, b, c) demostraron que la regeneración periodontal<br />
podía tener lugar con la utilización de aloinjerto de hueso humano descalcificado<br />
congelado y seco (DFDBA) en los defectos intraóseos (v. apartado<br />
anterior). La combinación de material muy osteogénico como DFDBA con la<br />
RTD podría resultar prometedora para incrementar la predecibilidad de los<br />
procedimientos de regeneración periodontal.<br />
Esta pauta de combinación fue investigada por Anderegg et al. (1991), que<br />
compararon el empleo de DFDBA y RTD con RTD sola en defectos de furcas<br />
molares en humanos. En la reentrada quirúrgica a los 6 meses hubo una diferencia<br />
clara en la reparación del hueso horizontal y vertical, más favorable en<br />
los casos en que se empleó el injerto. Stahl y Froume (1991) investigaron la<br />
utilización de esta combinación en defectos intraóseos humanos y observaron<br />
ganancia de los NI y evidencias histológicas de formación de nuevo cemento,<br />
hueso y ligamento periodontal. Sin embargo, la cantidad de nueva inserción<br />
histológica osciló entre 0 y 1,7 mm en las cuatro muestras estudiadas.<br />
Guillemin et al. (1993a, b) han estudiado esta combinación mediante dos<br />
sitios apareados en cada uno de 17 pacientes con periodontitis avanzada, uno<br />
de los cuales se trató con DFDBA y RTD y el otro con RTD. Se compararon<br />
la cantidad de relleno óseo valorado en una reentrada 6 meses después del<br />
procedimiento y también se evaluó la densidad ósea mediante análisis densitométrico<br />
computarizado. No se encontraron diferencias estadísticamente<br />
significativas en ninguna comparación entre los dos grupos. El promedio de<br />
relleno óseo fue del 58% para los lugares que sólo recibieron RTD y del 70%<br />
para los lugares que recibieron DFDBA y RTD. Además, los lugares DFDBA<br />
y RTD mostraron una mayor recesión gingival promedio (0,9 mm) que los<br />
lugares sólo con RTD (0,4 mm).<br />
Estos estudios parecen indicar que tanto la RTD como el uso del injerto<br />
óseo DFDBA pueden producir una cierta regeneración periodontal. Su utilización<br />
combinada parece dar lugar a buenos resultados, que podrían ser algo<br />
mejores que los de cualquiera de los dos métodos de forma aislada. Sin<br />
embargo, los estudios controlados no demuestran diferencias estadísticamente<br />
significativas entre el empleo de RTD sola o asociada con DFDBA.<br />
La RTD en combinación con injertos de hidroxiapatita-colágeno se ha<br />
comparado también con la RTD sola y el desbridamiento quirúrgico (Kilic et<br />
al., 1997). La RTD sola y en combinación con el injerto produjo aumentos<br />
significativamente mayores de la inserción que el desbridamiento solo. Los<br />
resultados de la RTD con el injerto fueron algo mejores que la RTD sola,<br />
pero estas diferencias no fueron estadísticamente significativas.<br />
Se ha demostrado que el uso de una combinación de RTD con una membrana<br />
de colágeno reabsorbible (Bio-Gide ® ) y hueso esponjoso inorgánico<br />
bovino (Bio-Oss ® ) en defectos intraóseos da lugar a aumentos significativamente<br />
mayores del NI que el acceso quirúrgico y el raspado (Sculean et al.,<br />
2003; Vouros et al., 2004). Mengel et al. (2003) compararon el empleo de<br />
membranas biorreabsorbibles con vidrio bioactivo para el tratamiento de<br />
defectos intraóseos durante 12 meses mediante registros clínicos y radiologías<br />
digitales. Con ambos tipos se obtenían mejoras en el NI y aumento del<br />
relleno óseo, sin diferencias estadísticas entre ellos.<br />
Con el fin de estudiar el efecto coadyuvante de Bio-Oss ® y vidrio bioactivo<br />
(Biogran ® ) con la RTD, se realizó un experimento con ratas (Stavropoulos et<br />
al., 2003, 2004a). La rama mandibular se expuso quirúrgicamente y se colocó<br />
una membrana de Teflon ® en forma de U en su superficie externa y debajo de<br />
ésta se colocó Bio-Oss ® o vidrio bioactivo o nada (control). Después del cierre<br />
de la herida, los injertos se dejaron en su sitio durante un año. Las membranas<br />
se retiraron en una reentrada quirúrgica. Se prepararon muestras histológicas<br />
de la zona injertada y se estimaron los volúmenes de hueso nuevo, partículas<br />
del injerto y tejido blando en el espacio creado originalmente por la membrana,<br />
mediante una técnica de conteo de punto de 3-4 secciones de tejido de media.<br />
Se observó que el hueso nuevo formado ocupaba sólo el 23% del volumen total<br />
en los animales injertados con Bio-Oss ® y el 12,6% en los injertados con vidrio<br />
bioactivo. Los animales de control (membrana sola) formaron significativamente<br />
mayores volúmenes de hueso nuevo (88,2%, p < 0,01). La mayor parte<br />
del espacio ocupado en los animales injertados con Bio-Oss ® o vidrio bioactivo<br />
consistía en partículas del injerto embebidas en tejido conjuntivo. Por tanto, en<br />
esta situación experimental, tanto Bio-Oss ® como el vidrio bioactivo perjudicaron<br />
más que favorecieron el nuevo material óseo. Esto puede cuestionar el<br />
uso clínico de estos materiales con RTD, sobre todo porque la formación de un<br />
nuevo aparato de soporte periodontal es menos predecible.<br />
Por el contrario, los resultados de un ensayo clínico multicéntrico llevado a<br />
cabo con 124 pacientes de diez centros y en siete países (Tonetti et al., 2004)<br />
indicaron que la cirugía periodontal regenerativa con RTD y la colocación de<br />
materiales sustitutos óseos producía beneficios adicionales en el aumento del<br />
NI, reducciones de la PS y predecibilidad de los resultados en comparación<br />
con los colgajos de preservación de papila solos. Sin embargo, esto se basó en<br />
criterios clínicos más que en la evidencia histológica más fiable del estudio<br />
experimental anterior. Esto fue apoyado por otro estudio (Sculean et al.,<br />
2005b) que comparó clínicamente el tratamiento de defectos intraóseos profundos<br />
con una combinación de xenoinjerto bovino (BDX Coll) y una membrana<br />
de colágeno biorreabsorbible para la RTD frente a la cirugía de colgajo<br />
de acceso sola. Un total de 32 pacientes, cada uno de ellos con un defecto<br />
intraóseo, se trataron con BDX Coll + RTD (test) o con cirugía de colgajo de<br />
acceso (control). Los resultados se evaluaron al cabo de un año del tratamiento.<br />
Se observó que la combinación de BDX Coll + RTD daba lugar a un NI bastante<br />
más elevado que el tratamiento con cirugía de colgajo de acceso sola.<br />
Pretzl et al. (2008) publicaron una serie corta de casos de procedimientos<br />
de RTD después de 10 años y demostraron que los aumentos de la inserción<br />
se mantenían durante este período con membranas no reabsorbibles y también<br />
con membranas reabsorbibles.<br />
A pesar de todos estos indicios, las técnicas regenerativas siguen siendo<br />
impredecibles y los motivos pueden encontrarse en la complejidad de los