Periodoncia.Eley.6a.Ed
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280 <strong>Periodoncia</strong><br />
de regímenes orales efectivos y cómodos (BSAC, 1982; Shanson et al., 1978;<br />
Shanson et al., 1980; Littler et al., 1997; Shanson y Nomnyak, 1982; Dajani<br />
et al., 1997b). El énfasis cambió de nuevo al disponer de nuevos datos de<br />
estudios epidemiológicos y de los resultados (Van der Meer et al., 1992b, c;<br />
Strom et al., 1998; Lacassin et al., 1995).<br />
Parecería más sensato mantenerse en las recomendaciones actuales del<br />
Working Party en respuesta a la presión por los recientes hallazgos que protegen<br />
frente a las reclamaciones por mala práctica. También debemos intentar<br />
incrementar el nivel de la salud oral (particularmente periodontal) en<br />
todos los grupos de riesgo, ya que con ello se reduciría y posiblemente se<br />
eliminarían las bacteriemias que se producen como consecuencia de una función<br />
normal, es decir, masticar, cepillado dental y limpieza con hilo de seda<br />
dental cuando está inflamado el margen gingival. Estos procedimientos normales<br />
pueden dar lugar a mayores exposiciones globales a la bacteriemia que<br />
algunos tratamientos (Durack, 1998). Además, una buena salud oral global<br />
debe eliminar la necesidad de extracciones y de otras formas de cirugía oral<br />
menor que constituyen los principales tratamientos dentales de riesgo para<br />
estos pacientes.<br />
Últimamente, las recomendaciones de la British Cardiac Society y del<br />
Royal College of Physicians (2004) sobre la profilaxis de la endocarditis<br />
diferían significativamente de la directriz de consenso internacional anterior<br />
descrita antes. Recomendaba su uso adicional en relación con una gama de<br />
procedimientos restauradores, incluida la colocación de un dique de goma, el<br />
empleo de una matriz, una cuña y la colocación de un hilo de retracción, así<br />
como el empleo de antibióticos i.v. en los casos de alto riesgo. Esto desaparece<br />
ante los datos de la investigación científica reciente y la abundancia de<br />
pruebas que muestran la efectividad de la administración oral descrita antes.<br />
Todos estos datos sugerían que los regímenes actuales eran innecesariamente<br />
estrictos (Dajani et al., 1997a; Seymour et al., 2000). También daría lugar a<br />
un aumento totalmente indeseable del uso de antibióticos y al aumento asociado<br />
en las complicaciones como hipersensibilidad y resistencia bacteriana<br />
a los antibióticos. Además, no había pruebas que asociaran los procedimientos<br />
de restauración con endocarditis.<br />
Después de estos estudios, en la actualidad hay nuevas directrices de un<br />
nuevo informe de la British Society for Antimicrobial Chemotherapy (BSAC)<br />
que recoge los hallazgos de todos estos nuevos informes (Gould et al., 2006).<br />
A continuación se muestra un resumen de este informe.<br />
Un grupo de expertos de la BSAC empleó un tiempo considerable para<br />
revisar las pruebas del posible riesgo de endocarditis tras ciertos procedimientos<br />
dentales. Esta vez llegaron a la conclusión de que no había pruebas<br />
de que estos procedimientos aumentasen el riesgo de endocarditis infecciosa.<br />
Por consiguiente, recomendaban que se debía detener la práctica actual de<br />
administrar profilaxis antibiótica a los pacientes con factores de riesgo bajos<br />
y medios en relación con endocarditis infecciosa y continuarla sólo en los<br />
pacientes del grupo de alto riesgo. Las principales razones fueron la ausencia<br />
de cualquier dato que apoyara que el tratamiento dental puede llevar a endocarditis<br />
infecciosa y de la creciente preocupación de que la administración de<br />
antibióticos pudiera llevar a otras complicaciones serias, como anafilaxia o<br />
resistencia a antibióticos. Este nuevo informe debe servir como base para el<br />
empleo de la profilaxis antibiótica por todos los dentistas y trabajadores dentales.<br />
Sin embargo, se envió este informe (mayo de 2007) al National Institute<br />
for Clinical Excellence (NICE) y se esperaba su informe y decisión para<br />
finales de este año. En 2008, una directriz sobre práctica clínica de la profilaxis<br />
en la endocarditis infecciosa estaba siendo elaborada para su uso en el<br />
National Health Service (NHS) de Inglaterra, Gales e Irlanda del Norte. Se<br />
invitó a los interesados registrados en cuanto a las pautas de profilaxis frente<br />
a la endocarditis infecciosa (EI) a que comentaran sobre las recomendaciones<br />
provisionales por medio del sitio web del NICE.<br />
En 2008 el NICE publicó y recomendó lo siguiente:<br />
<br />
<br />
<br />
No se requería profilaxis antibiótica frente a la EI en los pacientes en<br />
riesgo de EI sometidos a tratamiento dental.<br />
Los pacientes han de mantener un elevado estándar de higiene oral.<br />
Los pacientes deben realizar un enjuague con clorhexidina antes del<br />
tratamiento.<br />
Los pacientes en el grupo de riesgo más alto de EI deben recibir<br />
profilaxis antibiótica. Esto incluye:<br />
Estenosis valvular adquirida o regurgitación.<br />
Colocación de una válvula.<br />
Cardiopatía congénita que incluye defectos corregidos<br />
quirúrgicamente pero con exclusión de defecto aislado del tabique<br />
auricular y conducto arterioso persistente corregido.<br />
Así, estas recomendaciones eran muy similares a las definidas antes en<br />
este capítulo.<br />
Aun así, la legislación vigente en Reino Unido (2009) afirma que no se<br />
requiere cobertura antibiótica antes de los procedimientos dentales.<br />
Mantenimiento De Una Buena Salud Dental<br />
La bacteriemia transitoria puede originarse también a partir de una actividad<br />
funcional y limpieza dental normales cuando hay gingivitis o periodontitis<br />
(Pallasch y Slots, 1991, 2000; Roberts et al., 1997; Roberts, 1999) y el mejor<br />
modo de prevenirla es mantener una buena salud dental, así como la prevención<br />
y el tratamiento precoz de las enfermedades periodontales. Un buen<br />
programa de prevención en estos pacientes desde una edad temprana debe<br />
ayudar a prevenir la caries dental y la periodontitis crónica, y obviar así la<br />
necesidad de extracciones dentales, raspado subgingival y otra cirugía que<br />
requiera antibióticos profilácticos (Eley, 1983b). Una buena higiene oral<br />
debe prevenir también la gingivitis que puede dar lugar a bacteriemia transitoria.<br />
Estos pacientes deben disponer de una atención periodontal y restauradora<br />
apropiada y todos los dientes retenidos en la boca de estos pacientes han<br />
de ser periodontalmente estables.<br />
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