Periodoncia.Eley.6a.Ed
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Diagnóstico, pronóstico y plan de tratamiento 169<br />
no sólo es doloroso, sino que probablemente proporcionará un registro inexacto;<br />
incluso el sondaje suave de las encías inflamadas puede resultar doloroso. Las<br />
dificultades de la medición de las bolsas se pueden demostrar por el hecho de<br />
que la medición de las bolsas después de la anestesia local suele proporcionar<br />
registros mayores que antes de la anestesia. Si existe mucho cálculo supragingival<br />
en la primera visita, la realización del periodontograma se debe posponer<br />
hasta después del raspado supragingival.<br />
Si se sospechan bolsas intraóseas, en los casos más avanzados la alteración<br />
no se suele detectar mediante el sondaje o la radiografía solos. Sin<br />
embargo, en esta situación suele existir falta de concordancia entre la medición<br />
de la profundidad del sondaje y el nivel óseo aparente en la radiografía.<br />
En esa situación se puede obtener más información mediante la colocación<br />
de puntas de gutapercha o de plata, previamente calibradas, en la base de la<br />
bolsa durante el examen radiográfico. Ese método mostrará la relación de<br />
la bolsa periodontal con el hueso.<br />
Además de registrar la profundidad de la bolsa, también es importante<br />
registrar la recesión gingival en todos los sitios donde exista, de forma que<br />
la cantidad total de pérdida de inserción medida se pueda comparar de forma<br />
significativa con los niveles óseos en las radiografías.<br />
También es importante intentar evaluar el nivel de inserción verdadero; es<br />
decir, la profundidad del sondaje desde la unión entre el esmalte y el cemento<br />
o algún otro punto fijo. Eso puede permitir comparaciones sucesivas en el<br />
tiempo que permitan monitorizar la progresión de la enfermedad periodontal.<br />
Cuando el agrandamiento gingival es considerable, las bolsas pueden ser<br />
profundas (p. ej., 5-7 mm), mientras que la pérdida real de inserción puede<br />
ser pequeña o nula. Cuando se ha producido recesión gingival considerable,<br />
una bolsa superficial puede asociarse a una destrucción considerable de los<br />
tejidos periodontales. Por tanto, para interpretar la medición de las bolsas, se<br />
deben anotar también:<br />
<br />
<br />
<br />
La posición del margen gingival sobre la superficie del diente.<br />
La posición de la cresta alveolar observada en la radiografía.<br />
Los factores que afectan a la exactitud del sondaje periodontal.<br />
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.<br />
Exploración radiológica<br />
El examen radiológico mostrará el nivel del margen alveolar y el estado del<br />
hueso alveolar. En un niño o adolescente puede no ser esencial el examen<br />
radiológico, pero si existe alguna duda sobre la integridad del margen<br />
alveolar, las radiografías de aleta de mordida de los dientes posteriores y las<br />
radiografías periapicales de los incisivos deben proporcionar información<br />
adecuada. Si existen signos de pérdida ósea establecida, se puede realizar<br />
una exploración radiológica más completa.<br />
En el adulto puede ser necesario el examen de la boca completa. Las radiografías<br />
verticales con aleta de mordida (fig. 13.3A) son útiles para los dientes<br />
posteriores y se pueden emplear para dientes con profundidades de sondaje de<br />
hasta 6 mm; la ortopantomografía ( OPG) proporciona una imagen global, pero el<br />
detalle del margen alveolar está con frecuencia mal definido. Pueden ser necesarias<br />
radiografías repetidas a intervalos (no inferiores a 3 años) determinados por<br />
la susceptibilidad del paciente para mostrar la progresión. La técnica paralela con<br />
cono largo proporciona los datos radiológicas más fiables (fig. 13.3B). La técnica<br />
de ángulo de bisección tiende más a proporcionar una imagen distorsionada de la<br />
relación entre el margen alveolar y la UEC. Se pueden emplear planos de mordida<br />
Rinn, portaplacas y dispositivos de localización para asegurar el paso de los rayos<br />
X perpendicular a los dientes y a la placa, para evitar cualquier distorsión de las<br />
relaciones hueso/dientes. La utilización de esos dispositivos también facilita la<br />
comparación entre radiografías sucesivas del mismo sitio.<br />
Las radiografías pueden mostrar o no la presencia de bolsas intraóseas<br />
cuando la base de la bolsa está situada dentro de un defecto óseo (v. cap. 8).<br />
No es probable que los defectos de tres paredes aparezcan en la radiografía<br />
debido a la superposición de sus paredes. Los defectos de una pared y los de<br />
dos paredes tienden a verse más como defectos verticales. Cuando se sospecha<br />
una bolsa intraósea puede ser útil colocar un marcador radioopaco dentro de la<br />
bolsa antes de la radiografía, de forma que aparezca en la imagen resultante y<br />
marque la base de la bolsa en relación con el defecto óseo (fig. 13.4).<br />
Fig. 13.3 La radiografía muestra pérdida ósea alveolar. (A) Radiografía con aleta<br />
de mordida vertical de los molares y premolares derechos, que muestra pérdida<br />
ósea horizontal. (B) Radiografía con técnica paralela de los molares y premolares<br />
superiores derechos que muestra pérdida ósea horizontal más avanzada.<br />
Fig. 13.4 Radiografía con técnica paralela del canino y los premolares derechos<br />
superiores con un marcador radioopaco (metal) dentro de la bolsa, que confirma<br />
la presencia de una bolsa intraósea. La base de la bolsa está situada dentro de un<br />
defecto óseo vertical distal al primer premolar superior derecho.