Periodoncia.Eley.6a.Ed
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8 <strong>Periodoncia</strong><br />
mesenquimatosas indiferenciadas, algunas células progenitoras permanecen en<br />
el tejido maduro (Hassell, 1993). Se piensa que esta población progenitora es<br />
perivascular y adyacente a los vasos sanguíneos (Lekic y McCulloch, 1996). Se<br />
sugirió que estas células podían dar lugar a fibroblastos del ligamento<br />
periodontal y también migrar hacia las superficies óseas y de cemento, donde<br />
podrían diferenciarse en osteoblastos o cementoblastos, respectivamente.<br />
Las células de los conductos vasculares del hueso alveolar, que migran<br />
hacia el ligamento periodontal, pueden ser otra fuente de células progenitoras.<br />
Esto se confirmó en un estudio en el que se cultivaron cortes de raíz<br />
in vitro con células derivadas de la bóveda craneal de rata (Melcher et al.,<br />
1987). También puede haber células precursoras distintas para cada tipo de<br />
célula madura.<br />
Las células madre del ligamento periodontal muestran características<br />
similares a las células madre del estroma de la médula ósea y pueden<br />
utilizarse combinaciones de estas células en andamios con agentes bioactivos<br />
adecuados para potenciar la regeneración de tejidos periodontales y hueso<br />
(Bartold et al., 2006). Estas poblaciones de células precursoras sin duda<br />
tienen una función importante en la homeostasis periodontal y el proceso de<br />
curación regenerativo.<br />
Aporte Sanguíneo<br />
El rico aporte sanguíneo del ligamento periodontal proviene principalmente<br />
de las arterias alveolares superior e inferior, aunque también pueden intervenir<br />
arterias de la encía, además de las arterias lingual y palatina, por anastomosis<br />
de ambas (fig. 1.7). Las arterias que irrigan el ligamento nacen de la arteria<br />
que irriga la pulpa antes de entrar en el foramen apical. El ligamento también<br />
recibe irrigación secundaria de vasos del hueso alveolar y hay una anastomosis<br />
masiva entre vasos de los espacios medulares y el ligamento por múltiples<br />
orificios en la lámina cribosa. Este doble aporte permite sobrevivir al<br />
ligamento después de la remoción del ápice radicular en algunos procedimientos<br />
endodónticos.<br />
En el ligamento periodontal se observan capilares fenestrados. Esto<br />
contrasta con otros tejidos conjuntivos que suelen tener capilares continuos.<br />
Por tanto, la presencia de numerosos capilares fenestrados es una característica<br />
única del ligamento periodontal. Los lechos de los capilares fenestrados<br />
difieren de los lechos capilares continuos en que la difusión y la filtración<br />
están muy aumentadas. Es posible que las fenestraciones capilares estén<br />
relacionadas con los elevados requisitos metabólicos del ligamento periodontal<br />
y con su alta velocidad de recambio.<br />
La densa anastomosis de los vasos superficiales y profundos en el borde<br />
gingival produce un plexo crevicular de asas capilares que rodea totalmente<br />
el diente en el tejido conjuntivo bajo el surco gingival. Cada asa consta de<br />
una o dos finas (8-10 mm de diámetro) asas capilares ascendentes y una o dos<br />
vénulas descendentes poscapilares. Las asas capilares creviculares surgen de<br />
un plexo circular, que consta de 1-4 vasos intercomunicantes (6-30 mm de<br />
diámetro) a la altura del epitelio de unión. Están separados de otras asas<br />
situadas más cerca del margen, justo por debajo de la superficie gingival.<br />
Las venas del ligamento no suelen acompañar a las arterias, sino que pasan<br />
a través de la lámina cribosa para drenar en redes intraalveolares. También se<br />
produce una anastomosis con las venas en la encía y existe una red venosa<br />
densa alrededor del ápice del alveolo.<br />
Inervación<br />
La inervación del ligamento periodontal es de dos tipos: sensitiva y autónoma.<br />
Hay dos tipos de fibras sensitivas, las propioceptoras y las del dolor, que<br />
inervan los receptores de presión y dolor del ligamento. Los receptores de<br />
presión (propioceptores) son estructuras fusiformes y tienen una función<br />
básica en el control del sistema de la masticación, la deglución y el habla.<br />
Las fibras del dolor acaban como terminaciones nerviosas libres. Las fibras<br />
autónomas se asocian principalmente con la inervación de los vasos sanguíneos<br />
periodontales. En comparación con otros tejidos conjuntivos densos,<br />
el ligamento periodontal está bien inervado.<br />
Los fascículos nerviosos del nervio trigémino siguen los vasos sanguíneos.<br />
Derivan de dos fuentes. Algunos se ramifican del nervio que inerva la pulpa<br />
antes de entrar en el foramen apical e inervan el ligamento directamente.<br />
Otras fibras sensitivas entran en las porciones media y cervical del ligamento<br />
a partir de la inervación al hueso alveolar y entran en el ligamento como<br />
ramas más finas por los múltiples orificios de la lámina cribosa.<br />
Las fibras nerviosas periodontales son mielínicas y amielínicas. Las fibras<br />
mielínicas miden 5-15 mm de diámetro y son fibras sensitivas que responden<br />
a la presión. Las fibras amielínicas miden alrededor de 0,5 mm de diámetro y<br />
son fibras sensitivas al dolor y fibras autónomas.<br />
Alrededor del 75% de los mecanorreceptores del ligamento periodontal<br />
tienen los cuerpos celulares en el ganglio trigeminal, y el 25% restante, en el<br />
núcleo mesencefálico.<br />
Se han realizado numerosas investigaciones sobre los mecanorreceptores<br />
y la activación de impulsos aferentes de fibras nerviosas individuales<br />
obtenidas del nervio dentario inferior en animales (Berkowitz et al.,<br />
1992). La activación parece variar según la dirección y amplitud de la<br />
fuerza de compresión. Estas fibras muestran una sensibilidad direccional<br />
en cuanto a que responden al máximo a una fuerza aplicada en la corona<br />
del diente en una dirección concreta. Sus velocidades de conducción las<br />
sitúan dentro del grupo de fibras Ab. La respuesta de estos mecanorreceptores<br />
puede oscilar desde una adaptación rápida hasta una adaptación<br />
lenta, pero no está claro si los mecanorreceptores de adaptación<br />
rápida, media y lenta son realmente tipos de receptores diferentes. Todas sus<br />
terminaciones sensitivas parecen similares y son terminaciones encapsuladas<br />
de tipo Ruffini. Además, las características de la respuesta parecen<br />
de pender de la posición de la terminación en el ligamento respecto a la<br />
posición de fuerza.<br />
Las terminaciones nerviosas propioceptoras del ligamento forman<br />
parte del control extremadamente perfeccionado de la masticación. Los<br />
mecanorreceptores del ligamento periodontal controlan los cambios de<br />
presión en el espacio del ligamento y, a medida que aumentan las fuerzas,<br />
se estimula un mayor número de mecanorreceptores. Esto se traduce en<br />
un mayor número de impulsos que pasan por los nervios sensitivos al<br />
núcleo del trigémino. A su vez, esto da lugar a impulsos inhibidores que<br />
pasan a los núcleos motores que reducen el número de impulsos motores<br />
a las fibras musculares, reduciendo o frenando las fuerzas masticatorias.<br />
Un arco reflejo similar pasa desde los receptores del huso muscular que<br />
controlan la fuerza muscular. Las cargas en la masticación, deglución y<br />
habla varían considerablemente de cantidad, frecuencia, duración y<br />
dirección y, si funciona correctamente, la estructura del ligamento suele<br />
absorberlas eficazmente y las transmite al hueso de soporte.<br />
Hay pocos datos sobre las fibras del dolor en el ligamento, pero se<br />
supone que son finos nervios amielínicos que acaban en terminaciones<br />
nerviosas libres. La falta de información es similar en cuanto a los finos<br />
nervios autónomos amielínicos. Estas fibras miden 0,2-1 mm de diámetro<br />
y son importantes en el control del flujo sanguíneo regional.<br />
Mecanismo De Soporte Del Diente<br />
Las terminaciones nerviosas propioceptoras del ligamento forman parte del<br />
control neurológico extremadamente perfeccionado de la masticación y, por<br />
tanto, protegen al ligamento frente al daño (v. antes). Además, la irrigación<br />
sanguínea, la sustancia fundamental y los haces de colágeno intervienen en<br />
la absorción de las tensiones funcionales y su transmisión a los huesos.<br />
El ligamento periodontal puede tratarse como un sistema compresible de<br />
fibras hiperelásticas viscosas, con una extraordinaria capacidad de<br />
deformación, esencialmente no lineal. Se comporta de forma diferente<br />
durante las fuerzas de compresión y tensión (Zhurov et al., 2007). El<br />
complejo sustancia fundamental-vascular es un sistema de absorción de<br />
choque y el sistema de haces de fibras es un sistema suspensorio que limita<br />
el movimiento de los dientes y transmite la tensión al hueso de soporte<br />
(Bartold, 2006). Por tanto, cuando se aplica una fuerza al diente, se producen<br />
una serie de fenómenos: