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Periodoncia.Eley.6a.Ed

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Mecanismos de producción de la enfermedad 75<br />

© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.<br />

sanos. A pesar de los resultados del tratamiento periodontal, los valores de anticuerpo<br />

se mantuvieron elevados durante los 30 meses, lo que sugiere que la<br />

serología puede reflejar la historia de una infección periodontal pasada.<br />

También es posible que los mecanismos autoinmunitarios puedan contribuir<br />

a la patogénesis de la enfermedad periodontal. Rajapakse y Dolby (2004)<br />

investigaron lo anterior midiendo mediante ELISA los anticuerpos del tejido<br />

contra un autoantígeno del colágeno tipo I y contra antígenos de los patógenos<br />

periodontales P. gingivalis (Pg), A. actinomycetemcomitans (Aa) y<br />

Bacteroides fragilis (Bfr), una bacteria no oral, en el tejido granulomatoso<br />

obtenido de 13 pacientes con periodontitis crónica, sometidos a cirugía<br />

periodontal. Estos autores observaron que los valores de anticuerpos en el<br />

tejido frente al colágeno tipo I fue significativamente mayor que en el suero<br />

(p < 0,0001). La concentración de anticuerpos en el tejido frente a Pg también<br />

fue significativamente mayor que en el suero (p < 0,0271), pero los anticuerpos<br />

contra Aa y contra Bfr no lo eran. Estos resultados parecen confirmar<br />

la producción local de anticuerpos frente al autoantígeno del colágeno tipo I<br />

y frente a antígenos bacterianos en la periodontitis crónica, y sugieren la<br />

participación de un proceso autoinmunitario en la destrucción del tejido.<br />

Respuesta Humoral Frente A Patógenos<br />

Periodontales<br />

Porphyromonas gingivalis<br />

El sistema inmunitario responde a proteínas específicas de superficie con la<br />

producción de anticuerpos específicos. Los individuos con periodontitis crónica<br />

presentan concentraciones de anticuerpos elevadas frente a varios antígenos<br />

de P. gingivalis, y en cantidades mucho mayores que las producidas frente<br />

a otras bacterias asociadas (Lamster et al., 1998; Kinane et al., 1993). Se ha<br />

observado que estos anticuerpos tienen funciones opsonizantes y de activación<br />

del complemento (Saito et al., 1999). Las enzimas proteolíticas producidas por<br />

P. gingivalis (v. antes) pueden degradar inmunoglobulinas y complemento y,<br />

por tanto, pueden modificar esta respuesta (Schenkein, 1988). Un componente<br />

importante de la superficie de P. gingivalis es el complejo adhesina-proteinasa<br />

RgpA-Kgp (v. antes). Se ha observado que existe una respuesta de anticuerpos<br />

IgG específica contra este antígeno y que este anticuerpo es significativamente<br />

mayor en pacientes con periodontitis crónica que en sujetos sanos (O’Brien-<br />

Simpson et al., 2000). También se han detectado anticuerpos contra Prp C, una<br />

proteasa colagenolítica (v. antes), en 34 pacientes periodontales en fase de<br />

mantenimiento (Beikler et al., 2003). Se hallaron anticuerpos IgG en los 34<br />

pacientes y anticuerpos IgA en 33 pacientes.<br />

Rams et al. (2006) demostraron que las concentraciones séricas de anticuerpos<br />

IgG contra A. actinomycetemcomitans o P. gingivalis en pacientes<br />

con periodontitis estable fueron superiores a las de los pacientes con periodontitis<br />

activa. Estos resultados sugieren que los valores elevados de anticuerpos<br />

IgG contra A. actinomycetemcomitans y P. gingivalis podrían haber<br />

tenido un efecto protector frente a las infecciones periodontales producidas<br />

por estos microorganismos.<br />

La respuesta de los subgrupos de IgG predominante frente a esta bacteria<br />

es IgG4 > IgG2 > IgG3 e IgG1 (O’Brian-Simpson et al., 2000). En este estudio<br />

también se demostró que, si bien los valores de IgG2 se correlacionaron<br />

positivamente con los índices de gravedad de la enfermedad, los valores de<br />

IgG4 lo hicieron negativamente. También se halló que IgG4 era menor y que<br />

IgG2 era mayor en los pacientes en comparación con los sujetos sanos. Esto<br />

demuestra que puede haber algunas variaciones en la respuesta inmunitaria<br />

frente a esta bacteria en los individuos sanos y enfermos y, aunque se desconoce<br />

la causa, podría deberse en parte a diferencias genéticas.<br />

También parece haber diferencias en la respuesta inmunitaria frente a P. gingivalis<br />

entre pacientes con periodontitis crónica y periodontitis agresiva. Los<br />

individuos con periodontitis agresiva tienen una respuesta de anticuerpos frente<br />

a esta bacteria parecida a la hallada en sujetos sanos (Hagewald et al., 2000).<br />

Además, la afinidad de los anticuerpos IgG por P. gingivalis es mucho menor en<br />

sujetos con periodontitis agresiva que en los sujetos con encías sanas o una periodontitis<br />

crónica de progresión lenta (Lamster et al., 1998). En casos avanzados<br />

de periodontitis crónica se ha observado que las afinidades de los anticuerpos por<br />

P. gingivalis son menores (Kinane et al., 1993). Por tanto, una menor concentración<br />

de anticuerpos eficaces frente a esta bacteria podría ser un factor importante<br />

en la producción de una enfermedad avanzada y rápidamente progresiva.<br />

En otros estudios se ha sugerido también que las respuestas séricas de<br />

anticuerpos específicos y de subclases de IgG podrían relacionarse con el<br />

estado periodontal. Se sabe que los anticuerpos contra las bacterias periodontales<br />

varían según la subclase de IgG (McArthur y Clark, 1993). Por otra<br />

parte, también se ha descrito una correlación positiva entre los valores de<br />

IgG contra P. gingivalis y la gravedad de la periodontitis crónica (Gmür et<br />

al., 1986; Lopatin y Blackburn, 1992; Lamster et al., 1998). Además, se han<br />

observado aumentos de IgG2, IgG1 e IgG4 específicas contra P. gingivalis<br />

en la periodontitis crónica y en la agresiva (Kinane et al., 1999b).<br />

Otros investigadores (Sakai et al., 2001) realizaron un estudio sobre subclases<br />

específicas de IgG contra P. gingivalis en pacientes con periodontitis<br />

crónica y en controles. Examinaron a tres grupos de pacientes, 20 con periodontitis<br />

crónica tratada y mantenida, 30 con periodontitis crónica no tratada y<br />

19 individuos sin enfermedad periodontal. El grupo de mantenimiento se controló<br />

durante 5 años, con mediciones al inicio del estudio y a los 5 años. Se<br />

hallaron valores de IgG1 significativamente mayores en ambos grupos de<br />

pacientes que en los controles. El grupo no tratado también mostró respuestas<br />

de IgG2 bastante más altas que otros grupos. Además, los valores de IgG4<br />

fueron significativamente mayores en los pacientes mantenidos que en el grupo<br />

no tratado. Por otra parte, se observó una correlación estadísticamente significativa<br />

en el grupo de mantenimiento entre los valores de IgG2 y los cambios<br />

en el hueso. Los individuos de este grupo con valores altos de IgG2 y bajos de<br />

IgG4 mostraron una mayor pérdida ósea que los que tenían cifras de IgG2<br />

bajas e IgG4 altas, a pesar de que la prevalencia media de P. gingivalis no fue<br />

diferente entre los dos grupos. Este trabajo sugiere que una concentración persistentemente<br />

alta de IgG2 contra P. gingivalis después del tratamiento periodontal<br />

puede indicar una destrucción periodontal recurrente o persistente.<br />

Takeuchi et al. (2006) analizaron los valores de subclases de IgG contra<br />

P. gingivalis en pacientes con periodontitis agresiva y periodontitis crónica.<br />

Observaron que la infección por P. gingivalis producía una respuesta de anticuerpos<br />

de subclase de IgG en pacientes con periodontitis y en los individuos<br />

sanos, mientras que se hallaron valores mayores de IgG1 contra P. gingivalis<br />

en los grupos de periodontitis en comparación con el grupo control sano.<br />

Booth et al. (2006) demostraron que los anticuerpos IgG1 e IgG2 reconocían<br />

un antígeno dominante de 47 kDa, probablemente Arg-gingipaína, de<br />

P. gingivalis. Gran parte de la respuesta al antígeno compuesto por carbohidratos<br />

era de subclase IgG2. También observaron que ni la concentración de IgG1<br />

ni de IgG2 específico contra P. gingivalis se relacionaba con la IgG total.<br />

La hemaglutinina A (hagA) y la proteína de la membrana externa (OMP,<br />

outer membrane protein) son factores importantes de virulencia asociados con<br />

la colonización de P. gingivalis en el surco gingival. Kobayashi et al. (2006)<br />

realizaron un estudio clínico y de laboratorio sobre las respuestas inmunitarias<br />

a estos antígenos. Dichos autores hallaron que la distribución sérica de subclases<br />

de IgG en los pacientes test y en los controles fue IgG1 > IgG4 > IgG2 > IgG3,<br />

y que las respuestas séricas de IgG fueron superiores contra la OMP de P. gingivalis<br />

que contra la hagA. También hallaron pruebas de que esta respuesta<br />

podía ser más activa en la periodontitis crónica que en condiciones de salud.<br />

En estudios con genes anulados, se ha observado que dos proteínas de la<br />

membrana externa de P. gingivalis (PG32 y PG33) tienen un cometido<br />

importante en el crecimiento bacteriano (Ross et al., 2004). En este estudio<br />

se crearon dos péptidos truncados de estas proteínas, en una forma insoluble<br />

adecuada para la producción de vacunas. Se observó que estos péptidos conferían<br />

altos niveles de protección en ratones con enfermedad periodontal producida<br />

por P. gingivalis. Estos péptidos pueden considerarse candidatos<br />

potenciales como vacunas para la enfermedad periodontal en humanos.<br />

P. gingivalis se une a fibrinógeno, fibronectina, hemoglobina y colágeno<br />

tipo V, con un perfil similar al de su principal factor de virulencia, el complejo<br />

adhesina-proteinasa RgpA-Kgp de la superficie celular. O’Brien-Simpson et<br />

al. (2005) utilizaron el método ELISA de inhibición competitiva para detectar<br />

anticuerpos dirigidos contra péptidos específicos y técnicas de mapeo de epítopes<br />

para identificar potenciales sitios de unión a la adhesina (ABM, adhesin<br />

binding motifs) en el complejo RgpA-Kgp, responsable de la unión a las

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