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Periodoncia.Eley.6a.Ed

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182 <strong>Periodoncia</strong><br />

compleja y puede variar entre pacientes y entre localizaciones de un mismo<br />

paciente. A pesar de esas diferencias y de las interacciones complejas existentes<br />

entre las bacterias y el huésped, se han sugerido varios patógenos por su estrecha<br />

relación con la progresión de la enfermedad, la patogenicidad en animales<br />

y los factores de virulencia capaces de dañar los tejidos (Genco et al.,1988;<br />

Listgarten, 1992; Socransky y Haffajee, 1992). Las bacterias principales se<br />

muestran a continuación y se estudian con más detalle en los capítulos 2 y 4.<br />

Bacterias relacionadas con enfermedades periodontales<br />

Porphyromonas gingivalis.<br />

Prevotella intermedia.<br />

Bacteroides forsythus.<br />

Aggregatibacter actinomycetemcomitans.<br />

Capnocytophaga ochracea.<br />

Eikenella corrodens.<br />

Campylobacter (antes Wolinella) recta.<br />

Fusobacterium nucleatum.<br />

Treponema denticola.<br />

Esas bacterias son comensales que se pueden encontrar en el surco gingival o la<br />

bolsa periodontal, en la saliva o en la superficie de la mucosa oral. No existen<br />

pruebas que relacionen un patógeno específico con la periodontitis crónica, que<br />

por tanto ésta puede ser considerada una enfermedad bacteriana inespecífica<br />

(Theilade, 1986). Las bacterias enumeradas antes tienden a estar presentes en<br />

cantidades elevadas en los sitios de enfermedad activa (Socransky y Haffajee,<br />

1992) y en algunos casos sus productos son capaces de dañar los tejidos directa<br />

o indirectamente. Sin embargo, también se pueden encontrar en sitios sanos e<br />

inactivos y la composición de todos esos sitios puede variar entre pacientes o<br />

incluso en el mismo paciente. Además, la composición de la bolsa depende de<br />

muchos factores, entre ellos presencia de nutrientes esenciales, el potencial<br />

redox y los efectos de los mecanismos de defensa del huésped, y todas esas consideraciones<br />

limitan el valor de las pruebas diagnósticas basadas en bacterias.<br />

Los intentos de relacionar los datos microbiológicos con las situaciones<br />

clínicas se ven complicados por problemas técnicos relacionados con la toma<br />

de muestras y el cultivo.<br />

Obtención de una muestra bacteriana<br />

Las muestras de mucosa oral o saliva se obtienen con puntas de papel o torundas<br />

estériles y después se transfieren directamente a un medio de transporte anaeróbico<br />

apropiado. Con el fin de obtener una muestra verdadera de placa subgingival,<br />

primero es necesario eliminar todos los restos de placa supragingival que en<br />

caso de estar presentes contaminarían la muestra. La muestra subgingival se<br />

puede tomar después con una cureta limpia y estéril o con una punta de papel<br />

estéril. La muestra se transfiere con rapidez al medio de transporte anaerobio. Es<br />

de importancia vital no tocar ninguna otra superficie al hacer la transferencia, lo<br />

que podría causar contaminación de la muestra con bacterias no deseadas. Por<br />

la misma razón es necesario usar una mascarilla nueva para el procedimiento.<br />

Prácticamente todas las bacterias subgingivales son anaerobias y por tanto<br />

la exposición al aire debe ser mínima. El ambiente anaerobio del medio de<br />

transporte también es necesario por la misma razón, y el medio utilizado<br />

debe contener todos los nutrientes necesarios para la bacteria en cuestión. La<br />

naturaleza de la investigación o la prueba dictará los demás detalles.<br />

Relación de las bacterias con la progresión<br />

de la enfermedad periodontal<br />

Un sistema diagnóstico basado en la microbiología debe identificar uno o<br />

más patógenos primarios responsables de la enfermedad (Listgarten, 1992).<br />

Sin embargo, en un paciente concreto es imposible determinar qué bacterias<br />

de la flora subgingival están causando enfermedad periodontal, y parece probable<br />

que intervengan muchas especies en fases diferentes de la enfermedad.<br />

A pesar de todo, algunas especies bacterianas han sido consideradas por ciertos<br />

investigadores como marcadores de enfermedad debido a su relación con<br />

los sitios con pérdida de inserción progresiva. Sin embargo, se debe tener en<br />

cuenta que esas bacterias no siempre están presentes en estos sitios y que<br />

también se pueden hallar en sitios estables.<br />

La mayoría de las bacterias orales se puede cultivar a partir de muestras de<br />

saliva, entre ellas los patógenos periodontales putativos A. actinomycetemcomitans,<br />

P. gingivalis, Prevotella intermedia, P. nigrescens, C. recta, E. corrodens,<br />

F. nucleatum, especies Capnocytophaga y espiroquetas (van Os et al., 1986;<br />

Frisken et al., 1987; Chen et al., 1989; Asikainen et al., 1991; Muller et al., 1997;<br />

Von Triol-Linden et al., 1995, 1997; Timmerman et al., 1998). La relación entre<br />

su presencia y su número en la saliva y la presencia y el número de bolsas periodontales<br />

se ha demostrado en el estudio de Timmerman et al. (1998), no así en<br />

otro, el de Muller et al. (1997). El número de esas bacterias en la saliva aumenta<br />

con la edad: son raras en los niños y en los adultos jóvenes sanos, y frecuentes en<br />

los pacientes con periodontitis crónica (Matto et al., 1996, 1998). En pacientes con<br />

periodontitis crónica se ha demostrado que el número de determinadas especies<br />

bacterianas en la saliva guarda relación con los parámetros clínicos de gravedad<br />

de la enfermedad, y con su reducción de modo significativo después del tratamiento<br />

periodontal (von Triol-Linden et al., 1995). En la saliva existen anticuerpos<br />

IgA e IgG específicos contra todas esas bacterias (Nieminen et al., 1996).<br />

Hay datos suficientes de que la microflora predominante de las bolsas periodontales<br />

en aquellos sitios de posible actividad, es decir, en sitios en los que se ha<br />

observado pérdida significativa de inserción y de nivel óseo en cortos períodos de<br />

tiempo, se caracteriza por la presencia de Porphyromonas gingivalis, Prevotella<br />

intermedia, B. forsythus, Peptostreptococcus micros, Campylobacter recta,<br />

F. nucleatum y A. actinomycetemcomitans (Tanner et al., 1984; Slots et al., 1985,<br />

1986; Dzink et al., 1985, 1988; Moore et al., 1991). Además, estudios retrospectivos<br />

(Slots et al., 1986; Bragd et al., 1987; Wennström et al 1987; Slots y Listgarten,<br />

1988) han sugerido el posible valor diagnóstico de los análisis microbiológicos<br />

para concentraciones críticas de las bacterias diana A. actinomycetemcomitans,<br />

Porphyromonas gingivalis y Prevotella intermedia en sitios subgingivales. Sin<br />

embargo, se debe señalar que en esos estudios las muestras se tomaron después de<br />

producirse la destrucción del tejido; aunque los autores demostraron una relación<br />

entre el número de bacterias y la pérdida de inserción previa en el sitio, no se<br />

confirmó el valor predictivo de pérdida de inserción futura. En otro estudio<br />

retrospectivo (Schmidt et al., 1988), un grupo de 23 pacientes no tratados y<br />

13 bajo mantenimiento fueron vigilados con el test BANA (benzoil-DLarginina-naftilamida).<br />

Los autores observaron valores de sensibilidad y de<br />

selectividad del 83% para las pruebas negativas y positivas en los pacientes no<br />

tratados. Sin embargo, los valores fueron mucho menores en los pacientes bajo<br />

mantenimiento, y no resultaron diagnósticos. Aunque esos estudios demostraron<br />

la capacidad del test para identificar correctamente los sitios predefinidos como<br />

sanos o como enfermos, no predijo la destrucción periodontal futura.<br />

Los métodos moleculares para detectar especies bacterianas concretas son a la<br />

vez muy específicos y muy sensibles (v. más adelante). Kawada et al. (2004) realizaron<br />

análisis cuantitativos de Porphyromonas gingivalis utilizando la RCP a<br />

tiempo real sistema TaqMan, con el objetivo de definir la relación entre número de<br />

esos microorganismos y estado periodontal. Encontraron una correlación positiva<br />

significativa (p < 0,0001) entre número de P. gingivalis y profundidad de la bolsa,<br />

y la pendiente de la línea de regresión indicó que por cada 1 mm de aumento en la<br />

profundidad de la bolsa, el número de P. gingivalis aumentaba 10 veces. También<br />

hallaron una reducción significativa (p < 0,01) del número de P. gingivalis entre<br />

antes y después del tratamiento. Dichos resultados sugieren que el número absoluto<br />

y relativo de P. gingivalis está intimamente relacionado con el estado periodontal.<br />

Por tanto, estas técnicas pueden tener valor para aclarar el tema.<br />

La RCP cuantitativa representa un campo de avance continuo, pero todavía<br />

no proporciona el instrumento diagnóstico ideal para estudiar la microflora<br />

subgingival y su uso aún sigue entorpecido por la información limitada<br />

que proporciona (Sanz et al., 2004). La RCP cuantitativa se encuentra todavía<br />

en fase de desarrollo; sin embargo, los prometedores resultados iniciales<br />

registrados están dificultados por el alto coste y el equipo necesario. La tecnología<br />

de la RCP cuantitativa puede desempeñar una función importante en<br />

el futuro como instrumento diagnóstico complementario para los estudios<br />

epidemiológicos y clínicos sobre periodoncia. Sin embargo, las técnicas de<br />

cultivo conservan todavía algunas propiedades exclusivas que las convierten<br />

en el «gold standard» actual de la microbiología periodontal.

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