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Periodoncia.Eley.6a.Ed

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28 <strong>Periodoncia</strong><br />

que limpia el globo ocular y el sebo de los folículos del cuero cabelludo. La<br />

saliva baña la mucosa bucal y contiene sustancias antibacterianas. El exudado<br />

de líquido gingival fluye a través del epitelio de unión hacia el surco gingival<br />

y este líquido contiene leucocitos fagocíticos y sus enzimas.<br />

4. Fagocitosis<br />

Algunas células del torrente circulatorio y de los tejidos pueden absorber y digerir<br />

material extraño. Las dos células fagocíticas más importantes son el leucocito<br />

polimorfonuclear y el macrófago (del griego, gran comedor) (M en la fig. 3.1).<br />

Leucocitos polimorfonucleares (PMN, neutrófilos)<br />

Los polimorfonucleares (PMN) son los leucocitos más comunes. Producidos<br />

en la médula ósea, son la célula de la sangre más importante para proteger al<br />

cuerpo frente a una invasión aguda por bacterias. Debido a que tienen una<br />

capacidad similar a las amebas de cambiar la forma y moverse rápidamente,<br />

pueden pasar por las paredes de los capilares y desplazarse por los tejidos,<br />

incluido el tejido conjuntivo gingival y el epitelio de unión. La dirección en<br />

que se mueven está determinada por sustancias químicas, derivadas<br />

principalmente de las bacterias o del sistema del complemento. Atraen PMN<br />

al lugar de la lesión, donde las partículas extrañas son absorbidas y digeridas.<br />

Si bien su función es principalmente defensiva, los PMN también pueden<br />

producir enzimas proteolíticas capaces de destruir el tejido circundante.<br />

Macrófagos (monocitos)<br />

El macrófago es un fagocito que actúa de modo no específico con el material<br />

extraño. Empieza como un monocito que se mueve hacia los tejidos y madura<br />

para convertirse en un macrófago de notable actividad fagocítica, que puede<br />

digerir grandes partículas extrañas. Si una enfermedad bacteriana dura varios<br />

días, el número de monocitos de los tejidos aumenta hasta que haya tantos<br />

monocitos como PMN. A diferencia de los PMN, los monocitos pueden<br />

dividirse varias veces en los tejidos y así aumentar progresivamente el<br />

número de macrófagos.<br />

Si bien los PMN son la principal línea de defensa en la infección aguda,<br />

los monocitos son más importantes en la infección crónica a largo plazo. Los<br />

macrófagos también captan antígenos del líquido circulante para el procesado<br />

y la presentación a los linfocitos.<br />

El sistema del «complemento», constituido por nueve proteínas<br />

relacionadas, mejora la fagocitosis. La activación del sistema del complemento<br />

se inicia por la agregación de inmunoglobulina y complemento C1. El<br />

producto final de la cascada es una esterasa que daña las membranas celulares<br />

y produce la bacteriólisis. Se producen dos productos intermedios (C3a y<br />

C5a) que se unen a los receptores de los mastocitos y células inflamatorias.<br />

Liberan histamina y otras sustancias de los mastocitos y prostaglandinas de<br />

las células inflamatorias y estas sustancias liberadas aumentan la<br />

permeabilidad vascular. También son quimiotácticos para los PMN. El C3a<br />

también contribuye en la fagocitosis al unir el antígeno al fagocito mediante<br />

el receptor C3 de la superficie de PMN y macrófagos (monocitos).<br />

Además, después de detectar una infección, los macrófagos pueden<br />

segregar interleucina (IL)-6 (v. tabla 3.1) que puede estimular los hepatocitos<br />

del hígado y segregar una proteína de unión a la manosa que se une a algunas<br />

cápsulas bacterianas resistentes a la unión del complemento (Janaway, 1993).<br />

Una vez unida, puede activar el sistema del complemento.<br />

Hay enfermedades en las que los tejidos formadores de leucocitos son<br />

deficientes y el número de PMN puede disminuir hasta recuentos cercanos a<br />

cero (leucopenia).<br />

Células fagocíticas en el surco gingival<br />

Los PMN y los macrófagos migran desde los tejidos gingivales hacia el<br />

epitelio de unión en el surco gingival/bolsa periodontal. La velocidad de esta<br />

migración celular aumenta con la inflamación de los tejidos. Sin embargo, la<br />

capacidad fagocítica de los PMN y, probablemente de los macrófagos, es<br />

mucho menor en el surco que en los tejidos. La presencia de receptores de<br />

inmunoglobulina tipo II y III (Fcg R II y III) en la superficie de las células<br />

fagocíticas es esencial para que se produzca la fagocitosis. A este respecto se<br />

ha observado (Sugita et al., 1993) que parece haber una hiporregulación de<br />

Fcg R III en los PMN sustraídos del líquido crevicular gingival (LCG).<br />

Además, en estudios más recientes (Miyazaki et al., 1997) se ha comparado<br />

la presencia y la síntesis de estos receptores en LCG y sangre periférica. En<br />

estos estudios se observó que la síntesis y la expresión de Fcg R II y III era<br />

menor en los PMN de LCG que en los PMN de sangre periférica. Además, la<br />

hiporregulación de estos receptores en los PMN del LCG se relacionó<br />

significativamente con su reducida capacidad fagocítica. Por tanto, parece<br />

que los PMN en el LCG se caracterizan por una reducida presencia y síntesis<br />

de receptores Fcg que parece ser la causa de su falta de capacidad fagocítica.<br />

5. Reacción inflamatoria<br />

La reacción inflamatoria se produce por la lesión y la infección hística y<br />

genera cambios en la microcirculación local. Esto produce hiperemia,<br />

aumento de la permeabilidad vascular y formación de un exudado líquido y<br />

celular. De esta forma se acumulan proteínas séricas y células fagocíticas<br />

alrededor del irritante.<br />

La inmunidad innata no puede proteger frente a todas las infecciones ya<br />

que los microorganismos evolucionan rápidamente y esto les permite<br />

evitar estos mecanismos de defensa. Para contrarrestar estos cambios, los<br />

vertebrados han desarrollado un único sistema de inmunidad adaptada<br />

que permite al organismo identificar, recordar y responder a cualquier<br />

bacteria, virus o célula cancerígena aunque nunca haya estado en contacto<br />

con ésta antes.<br />

Mecanismos Específicos De Protección<br />

Sistema inmunitario adaptado<br />

El único sistema de defensa y ataque desarrollado completamente por los<br />

mamíferos tiene tres características principales:<br />

1. Puede distinguir entre sí mismo y lo foráneo, es decir, entre «propio»<br />

y «no propio» para que no ataque partes de sí mismo. Este sistema de<br />

reconocimiento puede alterarse y, en ciertas enfermedades conocidas<br />

como autoinmunitarias, el sistema de defensa ataca componentes del<br />

propio cuerpo.<br />

2. Las defensas contienen elementos específicos frente a un antígeno<br />

concreto. Esto es posible porque cada antígeno contiene secuencias<br />

específicas de aminoácidos o «señales» que el sistema inmunitario<br />

utiliza para reconocer lo «no propio». Los antígenos son proteínas y,<br />

por su novedad, el cuerpo no resiste la invasión del primer ataque de<br />

bacterias o virus que los contienen, pero en unos días o semanas, el<br />

sistema inmunitario habrá desarrollado «respuestas» específicas a cada<br />

antígeno. Algunas sustancias no proteicas (conocidas como haptenos)<br />

pueden tener potencial antigénico y producir anticuerpos al asociarse a<br />

proteínas.<br />

3. El sistema tiene memoria. El primer contacto con el antígeno produce<br />

una respuesta primaria en la que linfocitos (principal célula del<br />

sistema inmunitario) vírgenes proliferan y maduran, y el antígeno es<br />

memorizado de forma que un posterior contacto provoca una respuesta<br />

secundaria preparada.<br />

Perspectiva general<br />

El sistema inmunitario adaptado se lleva a cabo por las acciones de una serie<br />

de células que incorporan, procesan, presentan y reaccionan a proteínas<br />

extrañas conocidas como antígenos (Nossal, 1993). Las células presentadoras<br />

de antígenos como los macrófagos circulan por el cuerpo ingiriendo el

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