Periodoncia.Eley.6a.Ed
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194 <strong>Periodoncia</strong><br />
Inhibidores de la proteasa<br />
Los dos principales inhibidores de proteasas endógenos, el inhibidor de la a 1<br />
-<br />
proteinasa (a 1<br />
PI) y la a 2<br />
-macroglobulina (a 2<br />
-M), están presentes en el suero, la<br />
saliva y el líquido crevicular (Sandholm, 1986; Roa et al., 1995). Las concentraciones<br />
de a 1<br />
PI en la saliva y líquido crevicular no varían significativamente<br />
entre los sujetos sanos y los pacientes con enfermedad periodontal. Por otra<br />
parte, las concentraciones de a 2<br />
-M son significativamente mayores en los pacientes<br />
con periodontitis crónica que en aquéllos con gingivitis, y las concentraciones<br />
de los pacientes con gingivitis son significativamente mayores que los de los<br />
sujetos sanos (Pederson et al., 1995). La a 2<br />
-M se encuentra en muchos fibroblastos<br />
y también en algunos macrófagos, que pueden contener además a 1<br />
PI (Kennett<br />
et al., 1995). En el tejido gingival están presentes otros dos inhibidores de elastasas,<br />
el inhibidor de la proteasa de leucocitos secretores (IPLS) de la saliva y los<br />
mastocitos (Wahl et al., 1997; Cox et al 2003; Westin et al., 1999) y la antileucoproteinasa<br />
cutánea (ALPC) de las células epiteliales (Cox et al., 2001, 2003).<br />
Las concentraciones en el líquido crevicular de a 1<br />
PI y IPLS han sido comparadas<br />
antes y después del tratamiento periodontal en 21 pacientes con periodontitis<br />
crónica; las mediciones se hicieron mediante ELISA (Nakamura-Minami et<br />
al., 2003). Se encontró una reducción significativa de las concentraciones de a 1<br />
PI 4 semanas después del tratamiento. El nivel de IPLS se elevó en las 2 semanas<br />
siguientes al tratamiento, y después no cambió durante las 4 semanas posteriores<br />
al tratamiento. En la línea basal, las concentraciones de a 1<br />
PI fueron significativamente<br />
mayores en los sitios con sangrado que en los no sangrantes.<br />
Las cistatinas son inhibidores de las cisteína proteinasas, derivados del tejido.<br />
La cistatina C es producida por muchos tejidos y células y tiene una distribución<br />
general, mientras que las cistatinas S, SA, SN y D son producidas por células<br />
acinares glandulares y se encuentran principalmente en las secreciones glandulares,<br />
entre ellas en la saliva. La cistatina A es producida por las células inflamatorias<br />
y constituye la cistatina principal en el líquido crevicular. La saliva contiene<br />
cistatinas S, SA, SN y D producidas por las glándulas salivales, cistatina C procedente<br />
de otras células y posiblemente cistatina A procedente del líquido crevicular.<br />
El líquido crevicular contiene cistatina A procedente de las células inflamatorias<br />
y a veces cantidades menores de cistatina C derivada de otras células.<br />
Las cistatinas salivales totales son significativamente más altas en los<br />
pacientes con periodontitis crónica, comparados con los pacientes con gingivits<br />
y con los sujetos con periodonto sano (Henskens et al 1993a). Sin embargo,<br />
las concentraciones de proteínas y de albúmina siguieron el mismo patrón, por<br />
lo que cabe la posibilidad de que los cambios se debiesen a diferencias de la<br />
tasa de flujo salival. Sin embargo, también se ha encontrado que las concentraciones<br />
de cistatina C son mayores en los pacientes con periodontitis crónica<br />
que en los sujetos sanos (Henskens et al 1993b). Se ha demostrado que la saliva<br />
de los sujetos sanos contiene principalmente cistatina S, mientras que la de los<br />
pacientes con periodontitis crónica contiene tanto cistatina S como C (Henskens<br />
et al 1994, 1996a). También se ha demostrado que en los pacientes con periodontitis<br />
crónica, las cistatinas totales y la cistatina C salivales disminuyen significativamente<br />
después del tratamiento periodontal (Henskens et al 1996b).<br />
Las concentraciones de cistatinas son significativamente menores en el<br />
líquido crevicular que en la saliva (Blankenvoorde et al., 1997). Además, las<br />
cistatinas S, SN y C no se pueden detectar en el líquido crevicular, mientras<br />
que la cistatina A se encuentra en todas las muestras de líquido crevicular analizadas,<br />
y también se encuentra en la saliva. La cistatina A de la saliva procede<br />
del líquido crevicular o de células inflamatorias presentes en el surco.<br />
b-glucuronidasa y arilsulfatasa<br />
Se han realizado estudios extensos sobre la b-glucuronidasa y la arilsulfatasa,<br />
revisados por Lamster (1992) y Page (1992). Ambas enzimas son lisosomales<br />
y se encuentran en los PMN. La b-glucuronidasa es una hidrolasa ácida, considerada<br />
un marcador de la liberación de gránulos primarios por esas células.<br />
Según estudios transversales sobre ambas enzimas en el líquido crevicular,<br />
se ha demostrado que tienen relación estadísticamente significativa con<br />
la inflamación gingival, la profundidad de las bolsas periodontales y la pérdida<br />
de hueso alveolar. Las concentraciones de esas enzimas son también<br />
mayores en los sitios enfermos que en los sanos, y disminuyen después del<br />
tratamiento periodontal (Lamster, 1992).<br />
Durante un período de 4 semanas de gingivitis experimental, la concentración<br />
de esas enzimas disminuyó durante las 3 primeras semanas y después<br />
se estabilizó o siguió disminuyento. La de las dos enzimas aumentó con la<br />
profundidad de sondaje, y la b-glucuronidasa también mostró relación positiva<br />
con la presencia de Porphyromonas gingivalis, Prevotella intermedia y<br />
bacterias de pigmentación negra lactosa negativas en la flora subgingival, así<br />
como relación negativa con la presencia de cocos (Lamster, 1992).<br />
Se ha publicado un estudio de 6 meses que relacionó la actividad b-glucuronidasa<br />
en el líquido crevicular con la actividad de la enfermedad, definida<br />
como pérdida de inserción de 2,0 mm o más a lo largo de ese período (Lamster<br />
et al., 1988). Los sitios que mostraron la actividad b-glucuronidasa más alta<br />
en los registros iniciales a los 3 meses mostraron una mayor relación con la<br />
pérdida de inserción. Los valores críticos en esos sitios obtuvieron una sensibilidad<br />
y una especificidad del 89% para el test diagnóstico.<br />
En otro estudio (Lamster et al., 1991), 59 pacientes fueron vigilados de modo<br />
similar durante 1 año y se demostró que el aumento constante de las concentraciones<br />
de b-glucuronidasa tenía relación con la actividad de la enfermedad;<br />
fue posible predecir la actividad de la enfermedad con anticipación de 3-6<br />
meses. En este estudio, los valores críticos de b-glucuronidasa tuvieron una<br />
sensibilidad del 92% y una selectividad del 86%, respectivamente, para el test<br />
diagnóstico. Todos esos resultados tuvieron relación con la actividad b-glucuronidasa<br />
total por muestra de 30 s y no con la concentración de la enzima.<br />
La relación con la actividad de la enfermedad ha sido confirmada en un<br />
ensayo multicéntrico, en el que 140 pacientes fueron monitorizados durante 6<br />
meses, y mostró un valor predictivo total de hasta el 90% (Lamster, 1992).<br />
Hasta ahora, sólo ha sido presentado en comunicaciones orales el resumen del<br />
estudio, y en una publicación de Lamster (1992). Sin embargo, los datos correspondientes<br />
a los registros iniciales del estudio han sido publicados por completo<br />
(Lamster et al., 1994). Así pues, la actividad b-glucuronidasa total por<br />
muestra de 30 s parece ser un buen predictor de pérdida de inserción futura.<br />
Abbott Laboratories (North Chicago, IL) está desarrollando un kit diagnóstico<br />
comercial basado en la b-glucuronidasa del líquido crevicular.<br />
Fosfatasa alcalina<br />
Se cree que la fosfatasa alcalina interviene en el metabolismo óseo y se encuentra<br />
en los PMN. Un estudio transversal de la fosfatasa alcalina del líquido crevicular<br />
en pacientes con periodontitis demostró relación positiva significativa con la profundidad<br />
de las bolsas pero no con la pérdida ósea (Ishikawa y Cimasoni, 1970),<br />
y se encontraron niveles más altos en los sitios enfermos que en los sanos (Chapple<br />
et al., 1994). Un estudio longitudinal (Binder et al., 1987) que relacionó las concentraciones<br />
en el líquido crevicular con la pérdida de inserción periodontal >2 mm<br />
demostró que los sitios activos tenían una actividad 20 veces mayor que la del<br />
suero y que existía relación significativa entre esos niveles y la actividad de la<br />
enfermedad periodontal. Sin embargo, cuando los datos fueron calculados en términos<br />
de resultados positivos y negativos usando el punto de corte más favorable,<br />
se identificaron el 73% de las localizaciones activas, pero se incluyeron el 36% de<br />
las localizaciones inactivas. Ese resultado parece indicar un valor predictivo bajo.<br />
Fosfatasa ácida<br />
La fosfatasa ácida está presente en las células inflamatorias y ha sido detectada en<br />
el líquido crevicular (Binder et al., 1987). Sin embargo, las concentraciones no<br />
guardan relación con las mediciones de gravedad o de actividad de la enfermedad.<br />
Mieloperoxidasa, lisozima y lactoferrina<br />
La mieloperoxidasa, la lisozima y la lactoferrina se encuentran en los PMN<br />
y se pueden detectar en la saliva y en el líquido crevicular.<br />
Mieloperoxidasa<br />
La mieloperoxidasa (MPO) es una potente enzima antibacteriana producida por<br />
los PMN. Las concentraciones salivales de MPO son significativamente mayores<br />
en los pacientes con periodontitis crónica no tratados que en los controles<br />
sanos, y esos niveles disminuyen de modo significativo después del tratamiento<br />
periodontal (Over et al., 1993; Guven et al., 1996; Suomalainen et al., 1996). Las