Periodoncia.Eley.6a.Ed
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360 <strong>Periodoncia</strong><br />
La lesión local de la PJ en el tejido conjuntivo adyacente a la bolsa y al<br />
epitelio de unión presenta principalmente células plasmáticas y células blásticas<br />
(Liljenberg y Lindhe, 1980). Se ha demostrado que los cultivos de tejido<br />
gingival producen inmunoglobulinas contra las bacterias asociadas y esto<br />
demuestra que las células plasmáticas en los tejidos locales son capaces de<br />
producir localmente estas inmunoglobulinas (Hall et al., 1990).<br />
Los pacientes con periodontitis agresiva localizada tienen citocinas de tipo<br />
1 en el líquido crevicular gingival y cifras elevadas de IgG2 dependiente de<br />
interferón reactiva con Porphyromonas gingivalis en el líquido crevicular gingival<br />
y el suero. Los monocitos de la periodontitis agresiva localizada se diferencian<br />
espontáneamente a células dendríticas que pueden estimular la<br />
producción de interferón por parte de las células NK (Kikuchi et al., 2005).<br />
Estos autores han demostrado que las interacciones celulares entre la célula<br />
dendrítica de P. gingivalis y la célula NK en apariencia dan lugar a una estimulación<br />
recíproca y a un aumento de la producción de citocina de tipo 1, por<br />
parte tanto de las células dendríticas como de las células NK, y un aumento de<br />
la IgG2 específica de P. gingivalis. Esto puede favorecer la protección contra<br />
esta bacteria en esta patología y reducir su número en la flora subgingival.<br />
General<br />
Función leucocitaria<br />
La mayoría de los pacientes con PJ tienen polimorfonucleares en sangre periférica<br />
que presentan una alteración de la capacidad para reaccionar a los<br />
estímulos quimiotácticos (Clark et al., 1977; Van Dyke et al., 1980). Esto<br />
parece estar causado por un defecto asociado con la célula.<br />
En la respuesta quimiotáctica normal, la estimulación del receptor desencadena<br />
un incremento de la concentración de calcio intracelular en dos etapas<br />
distintas. En este sentido, Daniel et al. (1993) han medido el nivel de<br />
calcio intracelular en los neutrófilos de 6 pacientes con PJ después de la estimulación<br />
quimiotáctica y han observado una disminución de la respuesta<br />
citosólica de calcio. La etapa o fase inicial no estaba afectada, pero la segunda<br />
etapa se redujo. Los autores han sugerido que la segunda fase de respuesta<br />
reducida del calcio, posiblemente provocada por unos canales de calcio<br />
defectuosos, era la causa de la disminución de la quimiotaxis. Así, éste podría<br />
ser un factor importante en la etiología de la PJ.<br />
Hurttia et al. (1998) han medido la adhesión de los neutrófilos de pacientes<br />
con PJ y lo han comparado con los controles sanos. Los neutrófilos de los<br />
pacientes con PJ tenían una adhesión bastante mayor. Dichos autores sugirieron<br />
que esta hiperadherencia podría inhibir la migración de los neutrófilos<br />
desde la circulación hacia el lugar de la infección.<br />
Algunos estudios retrospectivos y transversales sugieren además que todas<br />
las formas de periodontitis de inicio precoz pueden estar asociadas con deficiencias<br />
genéticas en la función fagocítica de los leucocitos como la quimiotaxis,<br />
la degranulación o la adhesión (Schenkein y Van Dyke, 1994; Novak y<br />
Novak, 1996; Hart y Kornman, 1997; Kornman et al., 1997). El último mecanismo<br />
puede estar mediado por deficiencias de adhesión leucocitaria (DAL),<br />
que se producen en los humanos como resultado de alteraciones genéticas<br />
(Springer, 1994; Frenette y Wagner, 1996a,b; Malech y Nauseef, 1997).<br />
Los leucocitos emplean las interacciones entre la glucoproteína selectina y<br />
la superfamilia de la integrina-Ig para migrar desde los vasos sanguíneos hasta<br />
los lugares de la infección (Springer, 1994; Frenette y Wagner, 1996a,b). En<br />
particular, las interacciones glucoproteína-selectina son responsables de la<br />
adhesión inicial entre los leucocitos y el endotelio vascular y afectan a tres<br />
miembros de la familia de la selectina: P (plaqueta), E (endotelio) y L (leucocito).<br />
Las selectinas se unen a los ligandos glucoproteínas expresados en la<br />
superficie tanto de los leucocitos como de las células endoteliales vasculares.<br />
La fucosilación de estas glucoproteínas es defectuosa en la deficiencia de<br />
adhesión leucocitaria II (DAL-II) humana (Von Andrian et al., 1993). Estos<br />
pacientes son muy susceptibles a las infecciones y tienen leucocitos, aunque<br />
la formación de pus está muy reducida. También presentan periodontitis prepuberal<br />
de inicio precoz (Etzioni et al., 1992). De forma similar, los pacientes<br />
con deficiencia de L-selectina muestran periodontitis rápidamente progresiva<br />
(Macey et al., 1998; Gainet et al., 1998, 1999).<br />
Los ratones pueden ser sometidos a ingeniería genética para ser deficitarios<br />
en selectina P y E y estos animales se parecen en muchos aspectos a los<br />
humanos con DAL-II (Wilson et al., 1993b; Bullard et al., 1995, 1996; Ley<br />
et al., 1995; Frenette et al., 1996; Mizgerd et al., 1996, 1999; Munoz et al.,<br />
1997). Estos ratones muestran leucocitosis y sus leucocitos tienen una capacidad<br />
muy reducida para emigrar a los sitios de la infección (Socransky et al.,<br />
1984; Trudel et al., 1986). La susceptibilidad de estos ratones a la pérdida de<br />
soporte óseo alrededor de los dientes también se ha estudiado recientemente<br />
(Niederman et al., 2001).<br />
Estos autores han demostrado que los ratones deficitarios en selectinas<br />
P/E muestran una enfermedad periodontal de inicio precoz rápidamente progresiva<br />
espontánea que no se produce en los ratones sin este déficit. La pérdida<br />
ósea alveolar es importante a partir de las 6 semanas de edad y aumentaba<br />
de forma progresiva con el tiempo. Los ratones afectados también presentaron<br />
un incremento 10 veces superior de las cifras de bacterias en la cavidad<br />
oral en comparación con los ratones de control.<br />
La flora oral de los ratones es diferente de la de los primates y en este<br />
estudio se detectaron un total de nueve especies en el tipo sin déficit de selectinas<br />
en comparación con las cinco de los ratones con déficit de selectinas<br />
P/E. Tres de estas especies, Enterococcus gallinarum, Proteus mirabilis,<br />
Staphylococcus aureus, no se observaron en los ratones sin déficit de selectinas<br />
P/E. Además, la pérdida ósea alveolar grave de los ratones deficitarios<br />
en selectinas P/E se evitó mediante la administración profiláctica de antibióticos,<br />
lo que demostró que las bacterias eran necesarias para que se produjera<br />
la enfermedad. Los ratones afectados también presentaron leucocitosis.<br />
Los ratones deficitarios en selectinas P/E mostraban cifras elevadas en el<br />
tejido gingival de citocina IL-Ia resortiva del hueso en comparación con los<br />
ratones de control. Sus valores de citocinas antiinflamatorias IL-4 e IL-10 y<br />
de la citocina IFN-g antirresorción ósea eran bastante más bajos. La edad de<br />
inicio y la cinética de esta periodontitis de inicio precoz en los ratones deficitarios<br />
en selectinas P/E es diferente de la observada en modelos de ratones<br />
anteriores (Baer y Bernick, 1957; Baer y Lieberman, 1959, 1960; Sheppe,<br />
1965; Gilbert y Sofaer, 1988, 1989, Baker et al., 1994).<br />
La capacidad de la flora microbiana oral para causar enfermedad en los<br />
ratones deficitarios en selectinas P/E sugiere que su susceptibilidad es consecuencia<br />
de una disminución de la migración de los leucocitos al interior del<br />
tejido y del surco gingival. Probablemente esto también permite el crecimiento<br />
sin control de la placa en el surco gingival y además no evitaría que las bacterias<br />
invadieran los tejidos gingivales, produciendo de esta forma una enfermedad<br />
periodontal progresiva de inicio precoz. Los cambios de las citocinas<br />
descritos antes coinciden con hallazgos similares en humanos con periodontitis<br />
activa (Stashenko et al., 1991; Wilton et al., 1992; Lee et al., 1995; Tsai et al.,<br />
1995). Esto también coincide con la observación en monos de que la inhibición<br />
de IL-1 bloquea la pérdida ósea periodontal (Assuma et al., 1998).<br />
Actualmente éste parece ser el único modelo animal de enfermedad periodontal<br />
de inicio rápido espontáneo y en él se pueden manipular genéticamente<br />
las respuestas del huésped. Aunque resulta muy diferente en términos de la<br />
flora oral respecto a los humanos y otros primates, sin embargo proporciona<br />
datos importantes sobre los factores clave en las respuestas del huésped.<br />
Recientemente se ha observado que los polimorfonucleares asociados con<br />
la PAL no son hipofuncionales o deficitarios, sino que son hiperfuncionales<br />
(Kantarci et al., 2003) y su mayor actividad puede ser responsable de la destrucción<br />
de tejido. Distintas anomalías de la transducción de la señal se asocian<br />
con una función elevada de los polimorfonucleares en la PAL. Existe<br />
una fuerte correlación entre la quimiotaxis defectuosa y la disminución de<br />
los valores intracelulares de Ca 2+ . Además, la actividad total de la proteína<br />
cinasa C dependiente de calcio de los polimorfonucleares en la PAL es bastante<br />
más baja que en los individuos sanos. También hay un incremento acusado<br />
de las cifras de diacetilglicerol (DAG) que se acompaña de una<br />
disminución importante de la actividad de la DAG cinasa. Además se observó<br />
que el líquido crevicular gingival procedente de los individuos con PAL contiene<br />
PGE 2<br />
, leucotrieno B 4<br />
(LTB 4<br />
) y lipoxina A 4<br />
(LXA 4<br />
). Los polimorfonucleares<br />
de sangre periférica de los pacientes con PAL (no así los<br />
polimorfonucleares de la sangre de voluntarios sanos) también produjeron<br />
LXA 4<br />
, lo que sugiere que esta molécula inmunorreguladora podría intervenir