16.08.2019 Views

Periodoncia.Eley.6a.Ed

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Tratamiento de los defectos óseos y afectación de la furcación 297<br />

Uno de éstos (Periograft ® o Durapatite ® ) una hidroxiapatita no porosa, se<br />

muestra en la figura 20.4.<br />

Los requerimientos esenciales de un material de injerto son:<br />

1. Debe ser inmunitariamente aceptable.<br />

2. Debe tener potencial osteogénico, es decir, debe contener células óseas<br />

vivas que se vuelven activas en el nuevo sitio o contienen algún factor<br />

químico con potencial osteogénico.<br />

Parecería que los materiales de injerto que carecen de potencial osteogénico<br />

actúan simplemente como un sustituto del coágulo sanguíneo, que generalmente<br />

se degrada, o como un andamio inerte sobre el que se produce<br />

alguna formación de hueso antes de la resorción del injerto. Esto se debe a<br />

que el proceso de la regeneración periodontal incluye la integración controlada<br />

de una serie de sistemas de señalización celular para el hueso, el cemento<br />

y el ligamento periodontal. A menos que estén presentes en el material de<br />

injerto y/o en los tejidos adyacentes en las proporciones correctas, la regeneración<br />

controlada no puede tener lugar. Sin embargo, la regeneración de<br />

nuevo cemento, ligamento periodontal y hueso alveolar se puede conseguir<br />

hasta cierto grado en los defectos intraóseos con algunas de las técnicas de<br />

injerto, incluyendo autoinjerto de hueso y médula ósea (Hiatt y Schallhorn,<br />

1973; Rosenberg, 1971), aloinjertos congelados y secados desmineralizados,<br />

(Mellonig et al., 1976; Rummelhart et al., 1989), con sustitutos de hueso<br />

como vidrio bioactivo (Wilson y Low, 1992) y posiblemente polímero HTR<br />

(Stahl et al., 1990) y con la RTD (v. más adelante).<br />

Autoinjerto óseo<br />

Los autoinjertos de hueso que utilizan médula de cresta ilíaca (Hiatt y<br />

Schallhorn, 1973) o hueso esponjoso de localizaciones orales (Rosenberg,<br />

1971) se han utilizado con ciertos resultados. El hueso esponjoso y la médula<br />

ósea se pueden obtener de diferentes puntos de la cavidad oral como la tuberosidad,<br />

los alvéolos postextracción o el reborde alveolar edéntulo (fig. 20.2A-C).<br />

El autoinjerto ideal se obtiene a partir de la cresta ilíaca, pero no está claro si<br />

está justificado intervenir este sitio. Además, el tejido de la médula ósea<br />

suele producir resorción de la raíz y anquilosis; hay que congelarlo antes<br />

de usarlo para evitar esto. También se pueden utilizar espículas óseas de<br />

© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.<br />

Fig. 20.2 Paciente de 35 años con un defecto intraóseo de 2-3 paredes en distal de 1.3 tratado con un autoinjerto de hueso<br />

esponjoso procedente de un tramo edéntulo adyacente. (A) Aspecto clínico preoperatorio. (B) Aspecto intraquirúrgico del defecto<br />

óseo con los colgajos levantados. (C) Radiografía con marcador radiopaco en el defecto que muestra la resorción vertical del hueso.<br />

(D) Aspecto clínico postoperatorio a los 6 meses. (E) Aspecto de la lesión ósea en una reentrada quirúrgica realizada a los 6 meses,<br />

que muestra el relleno óseo.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!