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Pancracio Celdrán Gomáriz Inventario general de insultos<br />
"maniobrero". Larra, (primer tercio del siglo XIX), escribe: "La reina es ladina, y aunque no está de su<br />
esposo enamorada, como se supone, sábele mal dosis tan cargada de celos...".<br />
En cuanto a su etimología, procede de "latino", referido a las lenguas romances, como el castellano.<br />
Salvo esa particularidad, el término ha experimentado a lo largo de su historia pocos cambios semánticos.<br />
Su uso original, a finales del siglo XIII, fue el de astuto y avisado, aunque sin carácter peyorativo. En la<br />
Crónica General de España, del siglo citado, su anónimo autor dice de cierto caballero musulmán: "Moro<br />
tan ladino que semejava christiano”. Su acepción moderna, como sinónimo de persona sagaz y astuta se<br />
da en el siglo XVI. El hecho de que se diera a la lengua hablada a finales del siglo XV por judíos y<br />
moriscos el nombre de ladino, en contraposición a las lenguas no latinas habladas en sus lugares de<br />
asentamiento final, como Grecia, Turquía, el Norte de Africa, etc., tras sus respectivas expulsiones, hizo<br />
que el término pasara a ser sinónimo de "judío", cargando así con la semántica negativa que<br />
injustificadamente recibieron los de aquella religión y raza. La equivocadamente supuesta rapacidad y<br />
cautela, astucia y manipulación de los judíos, que hablaban ladino, hizo que el término se cargara de<br />
aspectos negativos. De ahí que tildar a alguien de "ladino" era tanto como llamarle persona de poco fiar,<br />
con la que convenía guardar las distancias y tomar precauciones.<br />
Ladrillo.<br />
Muermo. Persona aburrida y pesado, desangelada y soporífera; plomo o plomazo. Se aplica también<br />
a situaciones y cosas en las que el denominador común sea el aburrimiento y el bostezo, la desgana y el<br />
tedio. Es acepción que no recoge el diccionario oficial a pesar de estar mucho más viva y en uso en la<br />
calle que la de "ladronzuelo" que antaño tuvo en lenguaje de germanía, por afinidad de sonido.<br />
Ladrón.<br />
Individuo que hurta o roba. Es de etimología latina, de la voz latro = guardia de corps. Es término<br />
utilizado en castellano desde los orígenes del idioma. En el Poema de Mio Çid (redactado en el siglo XII)<br />
aparece en el siguiente contexto:<br />
Pusiéronte en cruz por nombre en Golgotá;<br />
dos ladrones contigo, estos de señas partes,<br />
el uno es en paradiso, ca el otro non entró allá...<br />
Cristóbal de Castillejo, en sus Coplas (primer tercio del siglo XVI), utiliza así el término:<br />
Después de haber sojuzgado<br />
a Cartago, a su senado,<br />
en lugar de galardón<br />
acusado por ladrón<br />
en fin murió desterrado.<br />
Resulta curiosa la evolución semántica del término a su paso al romance. En latín no tenía siempre<br />
sentido peyorativo, como tampoco en griego -lengua de la que desciende la voz latina-, donde latreio,<br />
latría equivalía a "servidor de los dioses, sirviente pagado". Debido a etimología tan favorable fue<br />
antropónimo, nombre de pila de muchas personas en la alta y baja Edad Media: Latro, en Aragón y otros<br />
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