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Pancracio Celdrán Gomáriz Inventario general de insultos<br />
Morral.<br />
Como substantivo, procede de la voz "morra": parte superior de la cabeza. El término "morral"<br />
alude al talego o saquillo con pienso que cuelga de la cabeza de las bestias para que éstas coman mientras<br />
caminan o trabajan. Llamárselo a alguien, mediante sinécdoque, es tanto como tacharle de bestia que<br />
come de él. En forma adjetiva, se dice del hombre zote, necio y grosero. Como tal insulto o voz ofensiva<br />
aparece por primera vez recogido en el Diccionario de Autoridades, hacia el primer tercio del siglo<br />
XVIII.<br />
Morro (tener mucho o poco).<br />
Equivale a morrudo u hocicudo, de bezo colgante. Como el lector sabe, el morro es el saliente que<br />
forman los labios abultados y gruesos. Tenerlo exageradamente grande es tanto como ser bestia, y<br />
mientras más grande sea, más bestia se es. Si es tan grande que su poseedor se lo pisa al andar, el grado<br />
de brutalidad o bestialidad es superlativo. Parece que la voz es resultado de evolución compleja. En<br />
principio podría proceder del neogriego moure = cara; sin embargo, también el alemán dialectal utiliza la<br />
voz murre = semblante malhumorado, o término despectivo para aludir a la boca abultada o ajetada. En<br />
las lenguas provenzales, como la de Oc, morre equivale a hocico, y como "morro", era frecuente ya a<br />
partir del siglo XII. También en el genovés müro = jeta del puerco, aunque también puede ser la cara del<br />
hombre cuando es excesivamente grande; mientras que en dialecto sardo decir morro es tanto como decir<br />
hocico. Como se ve, el campo semántico del término es siempre negativo, en el sentido de que evoca el<br />
ámbito animal, y sirve para expresar grados de bestialidad. Amén de lo expuesto, no existe en nuestro<br />
castellano rastro o evidencia lingüística de usos similares a los apuntados. Como substantivo en función<br />
adjetiva e intención ofensiva, es expresión de uso relativamente reciente, limitado en su empleo al<br />
lenguaje familiar o callejero entre adolescentes y gente joven. Substituye a "cara dura", a "tener mucha<br />
cara", a poseer excesiva manga ancha. Es asimismo intercambiable con "jeta", "ser un jeta", "tener mucha<br />
jeta"*.<br />
Mosca.<br />
Sebastián de Covarrubias, en su Tesoro de la Lengua (1611), dice lo siguiente al respecto de este<br />
substantivo en uso adjetivo: "Al hombre que es pegajoso, que no le podemos echar de nosotros, solemos<br />
llamar mosca". Sujeto pesado, molesto e importuno; persona impertinente y pelmaza, llamada así por el<br />
zumbido que hace este insecto pasando y repasando junto a las personas sin que éstas sean capaces de<br />
librarse de su incordio y pesadumbre. El poeta José de Espronceda (primera mitad del siglo XIX), usa así<br />
el término:<br />
No soy yo<br />
mosca nunca; en mi vida<br />
la he estorbado para nada...<br />
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