Principios y directrices recomendados sobre Derechos Humanos y

PARTE 2.2
El Principio 5 reconoce que empoderar a las personas
vulnerables garantizando sus derechos humanos
reducirá su susceptibilidad a la trata y la explotación.
Se dirige a los Estados y otros agentes con
posibilidades de conseguir cambios, y les exige
examinar las razones por las que algunas personas
son objeto de trata y otras no, por qué algunas
personas están dispuestas a adoptar decisiones
peligrosas en materia de migración y otras no, por
qué algunas personas son más fáciles de explotar
que otras, y de distintos modos. Comprender la
vulnerabilidad a la trata deberá generar medidas
de prevención que sean realistas, eficaces y respetuosas
de los derechos humanos. También debe
contribuir a un trato más eficaz de las víctimas
mediante, por ejemplo, medidas de apoyo y programas
de reintegración mejor informados.
5.2. La obligación de hacer frente a
la vulnerabilidad
En el examen del Principio 2 y las directrices
conexas se confirmó que los Estados tienen la
obligación de prevenir la trata de personas y las
violaciones de los derechos humanos que ésta
entraña. El Principio 5, específicamente dirigido
tanto a los Estados como a las organizaciones
intergubernamentales, amplía esa obligación de
prevención a los factores que aumentan la vulnerabilidad,
entre ellos la desigualdad, la pobreza
y la discriminación. El Principio 5 tiene como
complemento la Directriz 7, que delimita una serie
de medidas que podrían adoptar los Estados
para hacer frente a la vulnerabilidad, entre ellas
ofrecer distintas maneras de ganarse la vida a
grupos tradicionalmente desfavorecidos; mejorar
el acceso de los niños a la educación; hacer
obligatorio el registro de nacimientos; revisar las
políticas que puedan obligar a los trabajadores a
migrar en condiciones peligrosas, y promover una
migración legal y sin posibilidad de explotación.
El derecho contenido en tratados pertinente
para el caso confirma la existencia de ciertas
obligaciones en relación con la prevención de
la trata de personas mediante la lucha contra la
vulnerabilidad. Por ejemplo, según el artículo 9
4) del Protocolo sobre la trata de personas, los
Estados Parte «adoptarán medidas o reforzarán
las ya existentes, recurriendo en particular a
la cooperación bilateral o multilateral, a fin de
mitigar factores como la pobreza, el subdesarrollo
y la falta de oportunidades equitativas que
hacen a las personas, especialmente las mujeres
y los niños, vulnerables a la trata.» El artículo
31 7) de la Convención contra la Delincuencia
Organizada también exige a los Estados que hagan
frente a las condiciones sociales y económicas
adversas que supuestamente contribuyen al
deseo de migrar y, con ello, a la vulnerabilidad
de las víctimas de la trata 187 . Ambos tratados
destacan la necesidad de educación y aumento
de la concienciación para mejorar la comprensión
de la trata de personas entre la población,
movilizar el apoyo comunitario para combatir la
trata y ofrecer asesoramiento y advertencias a
grupos y personas concretas que puedan estar
muy expuestas a ser víctimas de la trata 188 .
El Convenio Europeo sobre la trata de seres
humanos afirma la obligación de prevenir la
trata haciendo frente a los factores que crean o
aumentan la vulnerabilidad. Los Estados Partes
en ese instrumento:
• Establecerán y/o apoyarán políticas y programas
preventivos eficaces para las personas
vulnerables a la trata, incluidas medidas a
corto plazo como campañas de información,
sensibilización y educación, junto con iniciativas
sociales y económicas a más largo plazo
187
Véanse también las Guías Legislativas de la Convención
contra la Delincuencia Organizada y sus Protocolos,
parte 2, párr. 71.
188
Protocolo sobre la trata de personas, art. 9 2);
Convención contra la Delincuencia Organizada, art. 31 5).
Véase también las Guías Legislativas de la Convención
contra la Delincuencia Organizada y sus Protocolos,
parte 2, párr. 71.
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