Principios y directrices recomendados sobre Derechos Humanos y
Principios y directrices recomendados sobre Derechos Humanos y
Principios y directrices recomendados sobre Derechos Humanos y
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
parte 2.4<br />
Penalización,<br />
sanción y<br />
reparación<br />
Introducción<br />
La última parte de los <strong>Principios</strong> y Directrices<br />
<strong>sobre</strong> la trata de personas se ocupa de los<br />
aspectos de la respuesta de la justicia penal a<br />
la trata. Las disposiciones detalladas de esta<br />
sección confirman la importancia decisiva de<br />
una respuesta de justicia penal eficaz como uno<br />
de los elementos de un enfoque más amplio y<br />
basado en los derechos de este fenómeno. Una<br />
respuesta de justicia penal a la trata de personas<br />
que dé prioridad a los derechos y procure<br />
tanto poner fin a la impunidad de los tratantes<br />
como asegurar la justicia para las víctimas debe<br />
ocupar el lugar que le corresponde como componente<br />
decisivo de cualquier solución duradera<br />
a la trata de personas.<br />
Mediante las novedades jurídicas y normativas<br />
que se detallan en la presente sección, la comunidad<br />
internacional ha confirmado varios importantes<br />
«marcadores» de una respuesta de justicia<br />
penal eficaz a la trata de personas. Se conviene,<br />
por ejemplo, en que la trata de personas en<br />
todas sus formas debe ser tipificada como delito;<br />
que los tratantes deben ser investigados,<br />
enjuiciados y castigados; que sus bienes deben<br />
ser confiscados, y, en los casos de trata internacional<br />
de personas, que la colaboración jurídica<br />
y operacional entre países debe esforzarse por<br />
garantizar que no haya lugares seguros para<br />
los tratantes. Los <strong>Principios</strong> y Directrices <strong>sobre</strong><br />
la trata de personas añaden una importante<br />
dimensión de derechos humanos a este respecto<br />
haciendo hincapié, por ejemplo, en los derechos<br />
de los sospechosos y en los requisitos de un juicio<br />
imparcial, así como en la necesidad de velar<br />
por que las víctimas de la trata puedan recurrir<br />
al sistema judicial para obtener reparación por<br />
el daño que se les ha causado.<br />
El Principio 12 y las <strong>directrices</strong> correspondientes<br />
abordan la obligación de tipificar como delito la<br />
trata de personas. Como se señala en el presente<br />
Comentario, un sólido marco jurídico nacional en<br />
relación con la trata de personas, basado en las<br />
disposiciones pertinentes del derecho internacional,<br />
constituye los cimientos y el andamiaje para<br />
una respuesta nacional correcta y apropiada a<br />
la trata de personas. La forma en que los Estados<br />
cumplen su obligación de tipificar la trata como<br />
delito tendrá importantes consecuencias para<br />
los efectos y la eficacia de su respuesta global.<br />
Por ejemplo, el Principio 12 y las <strong>directrices</strong><br />
conexas piden a los Estados que vayan más allá<br />
de la penalización de la trata de personas para<br />
incluir «delitos constitutivos o conexos» como la<br />
servidumbre por deudas, los trabajos forzosos, el<br />
trabajo infantil y los matrimonios forzosos.<br />
COMENTARIO<br />
193