presente y futuro - Educación Especial
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CAPÍTULO 6; HACE FALTA UN PUEBLO ENTERO PARA EDUCAR A UN NIÑO O<br />
CÓMO SUPERAR LA BANALIDAD DE LA EXCLUSIÓN<br />
Administración más cercana a la ciudadanía que aborda cuestiones claves para la calidad<br />
de la vida cotidiana de todos los ciudadanos y ciudadanas, corresponde una gran respon-<br />
sabilidad en la construcción de una sociedad, una comunidad, un pueblo inclusivo.<br />
Lo señala la Declaración de Salamanca cuando defiende que se deberá alentar a los<br />
administradores locales a suscitar la participación de la comunidad, prestando apoyo a las<br />
asociaciones representativas c invitándolas a participar en el proceso de adopción de<br />
decisiones. Para ello se deberán establecer mecanismos de movilización y supervisión<br />
que incluyan a la administración civil local, las autoridades educativas, sanitarias y socia-<br />
les, los dirigentes comunitarios y las organizaciones de voluntarios en zonas geográficas<br />
suficientemente pequeñas para conseguir una participación comunitaria significativa.<br />
Para recomendar explícitamente que:<br />
Se deberá buscar la participación de la comunidad para complementar las activi-<br />
dades escolares, prestar ayuda a los niños en sus deberes en casa y compensar la<br />
falta de apoyo familiar. Hay que mencionar a este respecto el papel de las asocia-<br />
ciones de vecinos para facilitar locales, la función de las asociaciones familiares,<br />
clubes y movimientos juveniles y el papel potencial de las personas de edad y otros<br />
voluntarios, tanto en los programas escolares como extraescolares.<br />
7. Sin olvidar las situaciones específicas<br />
Más allá de las normativas, indicaciones, teorías y modelos generales, conviene recor-<br />
dar la imperiosa c ineludible necesidad de individualizar en último término los recursos<br />
y medidas adoptadas. En el fondo de este principio de la individualización se encuentra<br />
la propia esencia de la diversidad: el derecho a ser uno mismo. Todos lo necesitamos, tal<br />
vez en eso consista nuestra propia existencia. Y ese debe ser un mandamiento que con-<br />
juguemos con la necesidad de socialización y participación sociales.<br />
En cierto modo, también las instituciones lo exigen y practican: las autonomías regu-<br />
lan y planifican de manera diferenciada; los municipios diseñan sus planes sociales y<br />
educativos; los centros educativos deciden sus propios Proyectos Educativos de Centro;<br />
las Asociaciones de personas con discapacidad y sus familias programan servicios de<br />
manera específica,...<br />
Por ello debemos recordar el derecho y la obligación de individualizar los programas,<br />
recursos, medidas,... Y ello, tanto para ceñirse a las necesidades de cada alumno con dis-<br />
capacidad, cuanto como ejercicio del derecho de las instituciones y de las personas a des-<br />
arrollarse de acuerdo con sus propias convicciones.<br />
Veamos dos ejemplos al respecto. El primero referido al ejercicio político en el ámbi-<br />
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