presente y futuro - Educación Especial
presente y futuro - Educación Especial
presente y futuro - Educación Especial
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
CAPÍTULO 8: ORGANIZACIÓN Y DISEÑO CURRICULAR PARA LA EDUCACIÓN INCLUSIVA<br />
ria al alumnado que tiene bajo su responsabilidad, pero hay que considerar que ninguna<br />
decisión educativa resulta aséptica o neutra para la realidad social. Todas van a tener<br />
repercusiones. Incluso el no tomar decisiones, influirá en lo social. Con este convenci-<br />
miento, el planteamiento de los sistemas institucionales resulta decisivo para la sociedad<br />
futura. Si se opta por un sistema que divida al alumnado, por ejemplo, en centros que<br />
atiendan al que presenta necesidades educativas especiales, al que posee alta capacidad<br />
intelectual o talentos específicos por otro lado, a grupos homogéneos en función de su<br />
nivel de aprendizaje o a grupos clasificados por idioma o cultura..., se estará creando una<br />
sociedad segregada en compartimentos, difíciles de unir cuando los niños y jóvenes sean<br />
adultos. Si, por el contrario, la opción tiende a educar juntos a los diferentes, se estarán<br />
sentando las bases de una sociedad integrada en la que la diferencia sea algo consustan-<br />
cial a su funcionamiento. Esta segunda realidad exige, no obstante, poseer una oferta<br />
escolar diversificada que, dentro de la unidad del contexto educativo, ofrezca posibilida-<br />
des diferenciadas en función de las particularidades de cada alumno o alumna, lo cual<br />
implica desarrollar enfoques adecuados en el diseño curricular y en la organización del<br />
centro (de los que nos vamos a ocupar), al igual que contar con el personal especializa-<br />
do necesario para implementar las ofertas y apoyos que se propongan.<br />
Por lo tanto, entiendo que si, como decía al principio, la escuela debe preparar para la<br />
vida, la escuela actual debe proponerse la incorporación de todo el alumnado a centros<br />
comunes con respuestas diversificadas para las distintas circunstancias o características<br />
que éste <strong>presente</strong>. Capacidades diferentes o en diferente grado, culturas distintas, desco-<br />
nocimiento de la lengua vehicular del sistema, situaciones sociales de desventaja, cir-<br />
cunstancias temporales que puedan suponer retraso escolar (hospitalización, convalecen-<br />
cia...), etc., todo ello debe considerarse en el momento de diseñar un curriculum apto para<br />
la sociedad en que vivimos y de organizar el centro de manera que permita hacer reali-<br />
dad esa oferta curricular pretendida.<br />
3. Las razones para la inclusión<br />
Soy consciente de que todavía hay posturas poco favorables a la integración o a la<br />
escuela inclusiva, que existen reticencias en muchas personas (profesionales de la educa-<br />
ción y familias de alumnos) hacia las ventajas de la misma y, no obstante, mi experien-<br />
cia personal me hace apostar claramente a favor de ese modelo escolar, ya que tanto<br />
desde 1980 en mi quehacer profesional como inspectora de educación, como a partir de<br />
1985, año en que comienza a generalizarse la integración en España de forma piloto y,<br />
por último, en los años trabajados en el proyecto de integración en México (1996-2002),<br />
los cambios que se han producido en las escuelas y en todo el sistema que he podido<br />
seguir de cerca me hablan de elementos positivos para todo el alumnado (no sólo para el<br />
alumnado con alguna discapacidad, en desventaja social o inmigrante); estoy convenci-<br />
da de que las mejoras son évaluables y comprobables con nitidez, en función de las inves-<br />
168