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CRITIAS UN MUNDO MITICO --TESOS DOC--

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Trayectos del lógos mítico al lógos épico 103<br />

significación global de la trilogía. La «casual» enfermedad proporciona la excusa<br />

suficiente para que sea el mismo Sócrates el que de nuevo lleve las riendas de la<br />

conversación en un doble sentido, recordando los temas de la República y proponiendo<br />

la búsqueda de una historia, el futuro Critias. Curiosamente le habían encargado al<br />

Ausente que hoy hiciera un resumen de lo dicho ayer. Pero al no poder asistir ¿quién se<br />

encargará de su parte? Tendrán que ser Timeo, Critias y Hermócrates. Y es el primero de<br />

ellos el que se compromete a no olvidarse de ninguno de los asuntos tratados, pues de lo<br />

contrario sería un desaire para su invitado (17a) 170 . Pero ahí surgen los problemas. El<br />

mismo Sócrates le pregunta si recuerda los temas que se habían tratado en la reunión.<br />

Timeo se ve pillado. No se ha preparado su intervención. Tiene que improvisar. Solo<br />

recuerda algunos, pero le propone que Sócrates le eche una mano. O mejor aún que lo<br />

haga él todo (17b). Sócrates «no tiene más remedio» que aceptar e inicia su resumen de<br />

la República. Mediante este juego Platón consigue fijar varios posicionamientos<br />

situacionales para que el diálogo dé comienzo de acuerdo con sus intereses. Tiene que<br />

introducir tres nuevos personajes claramente escogidos por sus características irónicopolíticas,<br />

para lo que necesita que todos ellos sean conocedores de sus ideas expuestas en<br />

la República que constituirán el eje sobre el que gire la trilogía. En la reunión de ayer ya<br />

les había puesto al día. Ahora esperaba hacer de invitado y escuchar las reflexiones de los<br />

demás sobre el Estado perfecto propuesto. Al Ausente le correspondía abrir el fuego.<br />

Tendría que hacer un resumen de lo dicho en casa de Sócrates. A él le tocaba trazar las<br />

líneas generales de lo que se iba a tratar hoy. Él era el ponente. Y eso intenta evitar Platón<br />

¿Por qué? Él quiere mantener la literalidad de la República, la vigencia rotunda de esas<br />

ideas, ahora que toda Grecia se ve amenazada por la monarquía absoluta de Filipo y por<br />

la división religiosa (por tercera vez estallaba una guerra sagrada). Cualquier<br />

interpretación mediadora ha de estar «ausente». Nos quiere transmitir la necesidad de<br />

mantenerse fiel a los contenidos de un diálogo escrito hacía más de diez años. Pero, al<br />

mismo tiempo, Sócrates no ha de tener la voz cantante, pues para poder dar credibilidad<br />

al relato, él debe hacerse a un lado para que sean otros los que lleguen a la conclusión de<br />

significado. Zamora (2010, pág. 11, n. 1) va más allá y lo despersonaliza, preguntándose si se trataría del<br />

quinto poliedro pitagórico, constitutivo de la materia y tan solo nombrado en el Timeo.<br />

170<br />

En un simposio normalmente los participantes nombraban un simposiarca o encargado de las<br />

diversiones, la mezcla del vino y del tema de conversación que no necesariamente debía ser el dueño de la<br />

casa que ofrecía su hospitalidad. En el Banquete no hay elección de simposiarca, actuando Fedro como tal<br />

pues suya había sido la idea de hablar sobre el amor (177c-e). En las Leyes Platón expresa la necesidad de<br />

que en los banquetes exista un jefe sobrio y experto que conduzca la reunión como guardián de la amistad<br />

entre los participantes (639c y ss.). Una introducción general sobre la organización de los banquetes en<br />

Crespo Güermes, 2007, cap. 3.

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