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CRITIAS UN MUNDO MITICO --TESOS DOC--

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Imperialismo atlante, dominación ateniense, pasividad egipcia 309<br />

El número de veinte mil como suma total constante de combatientes nos lleva a varias<br />

consideraciones. Como señala Vidal-Naquet, expresa el deseo de invariación de todo lo<br />

ateniense 511 , al mismo tiempo que nos remite a una cifra más ajustada a la realidad de los<br />

ejércitos griegos de la época clásica, y por último, la cifra como suma de dos veces diez<br />

mil evoca la década pitagórica, el número perfecto, por lo que subrayaría la superioridad<br />

de este instrumento bélico, que compuesto, entre otros, de mujeres y componentes no<br />

operativos al ciento por cien es capaz de derrotar al ejército atlante cuya cifra de soldados<br />

es desorbitada. Tampoco parece interesarle a Platón la composición por cuerpos, pues<br />

nada dice sobre si disponían de marina, de caballería u otros instrumentos bélicos (¿cómo<br />

podrían derrotar a la Atlántida en el mar?) 512 . De nuevo hay que realizar una lectura<br />

simbólica para entender cómo los atenienses vencerían a sus enemigos, pues fueron ellos<br />

solos, abandonados de los demás pueblos, los que los derrotaron. Aquí es necesario anotar<br />

que los otros pueblos sí disponían de flotas y que lucharon con Atenas en una primera<br />

etapa para después dejarla sola, ¿sería la flota atlante derrotada en esta primera etapa? Es<br />

evidente la incoherencia generada. Para el lector medio del relato épico sería necesario<br />

contarle una batalla creíble en todas sus dimensiones estratégicas, pero llevar a cabo esa<br />

tarea sería una incongruencia desde el punto de vista platónico, pues sus atenienses deben<br />

permanecer ajenos al mundo de lo marítimo. Nos tropezamos aquí con otra de las<br />

imposibilidades del relato épico de cara a la divulgación del platonismo.<br />

tradicional, vinculada a una forma de vida en el marco de una educación ciudadana más amplia). Sócrates<br />

desecha ambas, afirmando que la valentía se da en cualquier cuerpo de combatientes y que el conocimiento<br />

de la técnica militar y el valor no necesariamente van unidos (193b-c). En el Protágoras continúa en la<br />

misma línea crítica de aquellas concepciones que establezcan algún tipo de nexo entre valentía, instrucción<br />

militar y virtud: «muchos hombres son injustísimos, de lo más impíos, de lo más intemperantes y muy<br />

ignorantes, pero extraordinariamente valientes» (349d). En la República realiza una definición más rotunda<br />

y clarificadora de dichas concepciones. Rechaza la gleba y defiende que cada ciudadano desarrolle la tarea<br />

para la que está dotado naturalmente (373d-e). No se puede hablar de la existencia de un militar allí donde<br />

hay un simple ciudadano que coge un escudo o cualquier otra arma, nadie se convierte en un guerrero por<br />

el mero hecho de ponerse las armas (374b-d). «... En nuestro Estado el hombre no se desdobla ni se<br />

multiplica, ya que cada uno hace una sola cosa [...] Por esta razón en nuestro Estado únicamente hallaremos<br />

al zapatero que fabrica calzado sin ser piloto además de fabricante, y al labriego que es labriego, pero no<br />

juez al mismo tiempo que labriego, y al militar que es militar y no es comerciante además de militar, y así<br />

con todo el resto» (397e). Un ejército de este tipo poseería una potencia combativa enorme, capaz de luchar<br />

contra enemigos que fueran dos o tres veces superiores (422c), de modo que el Estado trazado en el diálogo<br />

sería verdaderamente muy grande, aun cuando poseyera un millar de soldados (423a). La valentía acaba<br />

siendo descrita como un «poder de conservación -en toda circunstancia- de la opinión correcta y legítima»<br />

(430b). El mejor guerrero es una consecuencia del mejor hombre y el conocimiento militar no es más que<br />

el correlato de la verdadera sabiduría.<br />

511<br />

1983, pág. 316.<br />

512 Vidal-Naquet (2006, pág.36) se pregunta lo mismo, aduciendo el simbolismo entre el enfrentamiento<br />

tierra-agua.

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