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CRITIAS UN MUNDO MITICO --TESOS DOC--

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¿Urbanismo cosmológico o cosmos anímico? 257<br />

El siguiente sistema cosmológico que conoció fue el de Eudoxo, discípulo del pitagórico<br />

Arquitas de Tarento y después del mismo Platón. En relación con la astronomía, Eudoxo<br />

viajó a Oriente con una serie de ideas previas: el círculo y la esfera constituían las figuras<br />

ideales, la inmutabilidad de un universo ordenado según proporciones matemáticas, su<br />

carácter finito, esférico y único, la concepción cíclica del tiempo, que unidas a la gran<br />

cantidad de datos descriptivos que obtuvo en Egipto y Mesopotamia le llevó a concebir<br />

la teoría de las esferas homocéntricas. Adoptó como punto de partida el movimiento<br />

circular, consecuencia de la rotación de una esfera, y aplicó una serie combinada de<br />

esferas en rotación para explicar los movimientos planetarios (cada esfera se movía en<br />

torno a un eje engarzado a la esfera anterior). Junto a las ocho esferas correspondientes a<br />

los planetas (la Tierra ocupaba el centro, inmóvil) agregó otras vacías, sin ningún cuerpo,<br />

que tenían la función de modificar el movimiento de las restantes, de modo que llegó a<br />

necesitar un total de veintisiete. El problema es que no permitía un tratamiento de los<br />

movimientos planetarios en conjunto, sino que se habían de aplicar individualmente, de<br />

forma desconectada con cualquier otro cuerpo celeste 410 . El movimiento de cada planeta<br />

constituía un sistema independiente formado por diferentes esferas unas contenidas en<br />

otras y unidas por ejes fijos con inclinaciones variables para cada una.<br />

¿Cómo encajan estos sistemas en la estructura circular urbana de la capital atlante?<br />

Superpongamos en primer lugar el filolaico. Los atlantes colocan en el punto central una<br />

columna de oricalco que refulge como el fuego (según Íbico es oro tres veces refinado) y<br />

que correspondería con el fuego central. Aparece también un muro de oro en torno al<br />

templo (círculo de la Antitierra) y de oricalco en torno a la colina, de naturaleza semejante<br />

a la del oro (Tierra). Platón no indica la situación exacta ni, por tanto, el diámetro de la<br />

valla que rodea al templo, lo que está en consonancia con el hecho de que la Antitierra<br />

era un astro invisible en el cielo, y que llevó a Aristóteles a afirmar que sería una creación<br />

artificiosa para que el número de astros pudiera sumar 10, número sagrado para los<br />

pitagóricos 411 . Según Filolao existen dos soles: lo ígneo central y lo ígneo derivado,<br />

nuestro Sol, que no es más que un reflejo de aquel 412 . El oricalco con el que se recubría<br />

el interior del templo y con el que el dios realizó la estela legislativa nos recuerda a la<br />

410<br />

Rioja-Ordónez (1999), págs. 38-45. Russell Hanson (1985), págs. 53-74.<br />

411<br />

Met. 986a15.<br />

412<br />

Frag. 162 (ed. Conrado Eggers).

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