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CRITIAS UN MUNDO MITICO --TESOS DOC--

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Epílogo: La trilogía, unidad y fracaso 325<br />

continuador de la obra del gran legislador, lo que proporcionaría al relato un prestigio y<br />

una verosimilitud mayor. Que Solón no lo acabe no quiere decir que Platón no lo pueda<br />

reescribir y adaptar a sus objetivos.<br />

La explicación del abandono a favor de las Leyes se basa en el establecimiento de una<br />

ruptura efectuada voluntariamente por Platón en beneficio de un nuevo proyecto más<br />

ambicioso y más pragmático 527 , pero ambos proyectos son diferentes, dirigidos a públicos<br />

diferentes, además en uno, el mecanismo es la ley y la anámnēsis en el otro. Una variante<br />

de esta teoría es explicar el final en función de las incoherencias internas del discurso<br />

timeocritiano 528 . Platón no sería capaz de manejar las herramientas discursivas que había<br />

527<br />

Desde K. F. Hermann se ha supuesto que la interrupción abrupta del diálogo se debió a que lo había<br />

abandonado para escribir las Leyes (Hermann, K.F. Geschichte und System der platonischen Philosophie,<br />

vol I, Heidelberg, C. F. Winter, 1839, citado en Rivaud, 1925, pág. 233, n. 3). Para Rivaud da la impresión<br />

de que se trata de una obra acabada, pues no presenta la imagen de un proyecto o un boceto (1970, Notice,<br />

pág. 233-234). Platón habría esbozado la obra entera pero por razones que desconocemos no acabó de<br />

redactarla. De todas formas la lectura del libro III de las Leyes lleva a pensar que se trata de una réplica al<br />

Critias. Es como si Platón hubiera querido cambiar su perspectiva de forma que ahora pretendiera<br />

presentarnos la historia de Grecia de una forma más realista (op. cit., pág. 9). Pradeau hace suyos dos tipos<br />

de hipótesis, la que él denomina doctrinal, según la cual la inconclusión no le impide el cumplimiento del<br />

programa iniciado en el Timeo; y la biográfica, que vendría a decir que el hecho de que Platón afirme que<br />

Solón no lo pudo acabar por razones políticas sería una forma de informarnos de las razones que a él<br />

también le asistieron para no terminarlo. Pero es la primera de ellas la que realmente desarrolla: el mundo<br />

es un todo constituido por un sistema bipolar participado por un componente sensible que permite a través<br />

de una investigación dialéctica entre sus elementos acceder a lo inteligible. La historia atlante actuaría como<br />

un preámbulo o condición de posibilidad de las Leyes, en la medida en que muestra, bajo la forma de una<br />

ficción, la capacidad de reunir el conjunto de las cosas humanas en los límites de un solo discurso. El tipo<br />

de discurso de las Leyes es más apropiado para expresar una fundación política, pues dibuja la ciudad como<br />

«sujeto verdadero del conocimiento de todo lo que es y deviene, la comunidad política es la organización,<br />

el espacio y el orden, lo que puede sólo permitir y acoger el conocimiento filosófico así concebido» (1997a,<br />

pág. 316-317). Para Naddaf el diálogo de las Leyes reemplaza al Hermócrates en la trilogía. Su objetivo<br />

era ofrecer una historia completa de la humanidad desde el origen del universo, es decir, construir una<br />

historia perí phýseōs que explicara el orden actual del mundo (1994, pág. 190). En contraste con lo expuesto<br />

en la República aquí intenta integrar la realidad concreta, el mundo de lo sensible con lo inteligible. La<br />

diferencia fundamental entre este diálogo y el Timeo es que aquí el universo físico es la condición<br />

fundamental para alcanzar lo divino (1994, págs.195-196).<br />

528<br />

Para Gill se trata de un mito filosófico-político construido con ingredientes históricos para un público<br />

ateniense (1997, pág. 299; 1980, xxiv 27). El final inconcluso alude a la discordancia entre la descripción<br />

imaginativa y fabulosa y la pretensión moralizante platónica. Parece como si Platón se hubiera dejado llevar<br />

por el fantástico mundo que está describiendo en la Atlántida y que ello le llegó a resultar incómodo o<br />

simplemente contradictorio con el mensaje político y moral que pretendía transmitir y con la descripción<br />

realista de los hechos humanos que anuncia como objetivo al comienzo del Critias. Por ello se detuvo justo<br />

en el momento en el que tenía que describir los hechos humanos concretos, la mimesis de lo humano, puesto<br />

que le puede haber parecido el proyecto demasiado difícil o, por el contrario, demasiado atractivo, para<br />

continuarlo dentro de los límites de la fábula filosófica. No existía solución para la tensión creada entre el<br />

Critias como creación literaria y como historia, no supo dar el paso del uno al otro como era su objetivo.<br />

Es una conjetura razonable admitir que Platón dejó el Critias porque él comprendió que lo que él quería<br />

hacer lo haría directamente en las Leyes. Rodríguez Adrados continúa en la misma línea abierta por Gill.<br />

Platón intenta aunar en su proyecto diferentes tipos de discursos, «el diálogo introductorio y el mito, con<br />

algo que es nuevo en él: la exposición doctrinal» (1997, pág. 39) y todo ello con el fin de conseguir enlazar<br />

dos temas, una cosmogonía platónica con una concepción también platónica de la historia, que al final le<br />

resultará imposible culminar. El plan era desmesurado e irreal «el intento por parte del filósofo del Ser de

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