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pensó En<strong>de</strong>r— en que esta sea precisamente la estrategia que necesite: cuarenta<br />
chicos chillando en un ataque <strong>de</strong>sconcertante» .<br />
Cuando todos estuvieron en el otro lado, En<strong>de</strong>r les gritó que le atacaran, todos<br />
a la vez. « Sí —pensó En<strong>de</strong>r—. No está mal. Me han dado una escuadra<br />
inexperta, sin veteranos sobresalientes, pero al menos no es un montón <strong>de</strong> tontos.<br />
Puedo sacar algo» .<br />
Cuando estuvieron <strong>de</strong> nuevo reunidos, riendo alborozados, En<strong>de</strong>r comenzó el<br />
trabajo <strong>de</strong> verdad. Les hizo congelar las piernas en la posición <strong>de</strong> rodillas.<br />
—Ahora, ¿para qué sirven las piernas en el combate?<br />
—Para nada —dijeron algunos chicos.<br />
—Bean no está <strong>de</strong> acuerdo —dijo En<strong>de</strong>r.<br />
—Es la mejor forma <strong>de</strong> tomar impulso en las pare<strong>de</strong>s.<br />
—Correcto —dijo En<strong>de</strong>r.<br />
Los <strong>de</strong>más chicos comenzaron a quejarse <strong>de</strong> que tomar impulso en las<br />
pare<strong>de</strong>s era movimiento, no combate.<br />
—No hay combate sin movimiento —dijo En<strong>de</strong>r.<br />
Se quedaron en silencio y odiaron a Bean un poco más.<br />
—Ahora bien, con las piernas congeladas <strong>de</strong> esa manera, ¿podéis tomar<br />
impulso en las pare<strong>de</strong>s?<br />
Ninguno se atrevió a respon<strong>de</strong>r, por temor a equivocarse.<br />
—¿Bean? —preguntó En<strong>de</strong>r.<br />
—Nunca lo he intentado, pero quizá poniéndote enfrente <strong>de</strong> la pared y<br />
doblándote a la altura <strong>de</strong> la cintura.<br />
—Sí, pero no. Mírame. Tengo la espalda contra la pared, mis piernas están<br />
congeladas. Como estoy <strong>de</strong> rodillas, mis pies están contra la pared.<br />
Normalmente, cuando tomas impulso tienes que empujar hacia abajo y al<br />
hacerlo <strong>de</strong>spliegas el cuerpo por <strong>de</strong>trás como una judía ver<strong>de</strong>.<br />
Risas.<br />
—Pero con las piernas congeladas, hago más o menos la misma fuerza pero<br />
empujando hacia abajo <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la ca<strong>de</strong>ra y los muslos, sólo que ahora empujo los<br />
hombros y los pies hacia abajo, proy ecto la ca<strong>de</strong>ra y cuando la tensión <strong>de</strong>l<br />
cuerpo se afloja, nada se extien<strong>de</strong> <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> mí. Mirad esto.<br />
En<strong>de</strong>r forzó las ca<strong>de</strong>ras hacia a<strong>de</strong>lante, y eso le proy ectó <strong>de</strong> la pared; en un<br />
momento reajustó su posición y se quedó <strong>de</strong> rodillas, las piernas hacia abajo,<br />
precipitándose hacia la pared opuesta. Aterrizó con las rodillas, se tiró <strong>de</strong> espaldas<br />
contra la pared y, haciendo el salto <strong>de</strong> la carpa, salió <strong>de</strong>spedido en otra dirección.<br />
—¡Disparadme! —gritó.<br />
Entonces se puso a girar en el aire mientras tomaba un curso<br />
aproximadamente paralelo a los chicos que estaban en la pared opuesta. Como<br />
estaba girando, no podían alcanzarle con un haz continuo.<br />
Descongeló su traje y se enganchó <strong>de</strong> vuelta hacia ellos.