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puso a cuatro patas un momento, recuperándose. Entonces, su brazo <strong>de</strong>recho<br />
salió proy ectado en busca <strong>de</strong> su enemigo. <strong>El</strong> viejo retrocedió rápidamente<br />
<strong>de</strong>scribiendo un paso <strong>de</strong> baile, y la mano <strong>de</strong> En<strong>de</strong>r se cerró en el aire mientras el<br />
pie <strong>de</strong> su maestro salía proy ectado hacia la barbilla <strong>de</strong> En<strong>de</strong>r. La barbilla <strong>de</strong><br />
En<strong>de</strong>r no estaba allí. Estaba tendido sobre la espalda, rodando por el suelo, y en el<br />
instante en que el maestro estaba en <strong>de</strong>sequilibrio a causa <strong>de</strong> la patada, los pies <strong>de</strong><br />
En<strong>de</strong>r se estrellaron en la otra pierna <strong>de</strong>l viejo. Se <strong>de</strong>smoronó, pero no lo<br />
suficientemente cerca para asestar un golpe y acertar a En<strong>de</strong>r en la cara. En<strong>de</strong>r<br />
no podía encontrar un brazo o una pierna que se estuviera quieto el tiempo<br />
suficiente para po<strong>de</strong>r aferrarlo, y, mientras tanto, le caían golpes en la espalda y<br />
en los brazos. En<strong>de</strong>r era más pequeño; no conseguía traspasar los miembros <strong>de</strong>l<br />
viejo que le golpeaban. Al final consiguió separarse y abrirse paso hasta las<br />
proximida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la puerta.<br />
<strong>El</strong> viejo volvía a estar sentado con las piernas cruzadas, pero ahora la apatía<br />
había <strong>de</strong>saparecido. Sonreía.<br />
—Esta vez ha estado mejor, chico. Pero lento. Con una flota tendrás que ser<br />
mejor que con tu cuerpo, o nadie estará a salvo contigo al mando. ¿Lección<br />
aprendida?<br />
En<strong>de</strong>r asintió con la cabeza lentamente. Le dolía todo el cuerpo.<br />
—Bien —dijo el viejo—. Entonces no tendremos que librar esta batalla <strong>de</strong><br />
nuevo. Para las <strong>de</strong>más utilizaremos el simulador. Ahora yo programaré las<br />
batallas, no el or<strong>de</strong>nador; yo diseñaré la estrategia <strong>de</strong> tu enemigo, y tú<br />
apren<strong>de</strong>rás a ser rápido y a <strong>de</strong>scubrir los trucos que el enemigo te tiene<br />
preparados. No lo olvi<strong>de</strong>s, chico. A partir <strong>de</strong> ahora, el enemigo es más listo que<br />
tú. A partir <strong>de</strong> ahora, el enemigo es más fuerte que tú. A partir <strong>de</strong> ahora, siempre<br />
estarás a punto <strong>de</strong> per<strong>de</strong>r.<br />
La cara <strong>de</strong>l viejo se puso seria otra vez.<br />
—Estarás a punto <strong>de</strong> per<strong>de</strong>r, En<strong>de</strong>r, pero ganarás. Apren<strong>de</strong>rás a <strong>de</strong>rrotar al<br />
enemigo. Él te enseñará cómo.<br />
<strong>El</strong> maestro se incorporó.<br />
—En esta escuela siempre ha existido la costumbre <strong>de</strong> que un estudiante<br />
may or elija a un estudiante joven. Son compañeros, y el may or enseña al joven<br />
todo lo que sabe. Siempre están luchando, siempre están compitiendo, siempre<br />
están juntos. Te he elegido a ti.<br />
En<strong>de</strong>r habló mientras el viejo caminaba hacia la puerta.<br />
—Eres <strong>de</strong>masiado viejo para ser un estudiante.<br />
—Nunca se es viejo para ser un estudiante <strong>de</strong>l enemigo. He aprendido <strong>de</strong> los<br />
insectores. Tú apren<strong>de</strong>rás <strong>de</strong> mí.<br />
Mientras el viejo palmeaba la puerta para abrirla, En<strong>de</strong>r dio un salto en el<br />
aire y le coceó la espalda con los dos pies. Golpeó con tanta fuerza que rebotó y<br />
cay ó <strong>de</strong> pie, mientras el viejo daba un grito y se <strong>de</strong>splomaba en el suelo.