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El juego de Ender - Orson Scott Card

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esto le concedía la pequeña ventaja <strong>de</strong> que cuando habían contabilizado los<br />

movimientos <strong>de</strong> cuatro unida<strong>de</strong>s, no estaban pendientes <strong>de</strong> una quinta.<br />

En<strong>de</strong>r estaba enseñándoles todo lo que sabía sobre tácticas en gravedad cero.<br />

Pero ¿dón<strong>de</strong> lograría En<strong>de</strong>r apren<strong>de</strong>r cosas nuevas?<br />

Comenzó a utilizar la sala <strong>de</strong> ví<strong>de</strong>os, repleta <strong>de</strong> ví<strong>de</strong>os <strong>de</strong> propaganda sobre<br />

Mazer Rackham y otros gran<strong>de</strong>s comandantes <strong>de</strong> las fuerzas <strong>de</strong> la humanidad <strong>de</strong><br />

la Primera y Segunda Invasión. En<strong>de</strong>r interrumpía las prácticas generales una<br />

hora antes y permitía a los jefes <strong>de</strong> batallón que dirigieran las prácticas en su<br />

ausencia. Normalmente, escenificaban escaramuzas entre batallones. En<strong>de</strong>r se<br />

quedaba lo suficiente para comprobar que las cosas iban bien, y luego se iba a<br />

ver las viejas batallas.<br />

La mayoría <strong>de</strong> los ví<strong>de</strong>os era una pérdida <strong>de</strong> tiempo. Música heroica,<br />

primeros planos <strong>de</strong> comandantes y <strong>de</strong> soldados con<strong>de</strong>corados, instantáneas<br />

confusas <strong>de</strong> marines invadiendo las instalaciones <strong>de</strong> los insectores. Pero también<br />

encontraba algunas secuencias interesantes: naves, como puntos <strong>de</strong> luz,<br />

maniobrando en la oscuridad <strong>de</strong>l espacio, o, todavía mejor, las luces <strong>de</strong> las<br />

pantallas <strong>de</strong> seguimiento <strong>de</strong> las naves mostrando la batalla completa. Era difícil<br />

apreciar en los ví<strong>de</strong>os las tres dimensiones, y muchas veces las escenas estaban<br />

cortadas y resultaban incoherentes. Pero En<strong>de</strong>r comenzó a ver lo bien que<br />

utilizaban los insectores tray ectorias <strong>de</strong> vuelo aparentemente aleatorias para<br />

crear confusión, lo bien que utilizaban señuelos y falsas retiradas para atraer a<br />

trampas a las naves <strong>de</strong> la F.I. Algunas batallas estaban cortadas en muchas<br />

escenas, que estaban dispersas en diversos ví<strong>de</strong>os; viéndolas en secuencia, En<strong>de</strong>r<br />

pudo reconstruir batallas completas. Comenzó a ver cosas que los comentadores<br />

oficiales no mencionaban. Siempre intentaban <strong>de</strong>spertar el orgullo por las<br />

hazañas humanas y la aversión por los insectores, pero En<strong>de</strong>r comenzó a<br />

preguntarse cómo fue posible que venciera la humanidad. Las naves humanas<br />

eran torpes; las flotas respondían a las nuevas circunstancias con una lentitud<br />

insoportable, mientras que la flota insectora parecía <strong>de</strong>senvolverse en perfecta<br />

unidad y respondía inmediatamente a cada situación nueva. Naturalmente, en la<br />

Primera Invasión las naves humanas eran completamente ina<strong>de</strong>cuadas para el<br />

combate rápido, pero también lo eran las naves insectoras; sólo en la Segunda<br />

Invasión tuvieron naves y armas vertiginosas y mortíferas.<br />

En<strong>de</strong>r aprendió estrategia <strong>de</strong> los insectores, y no <strong>de</strong> los humanos. Sentía<br />

vergüenza y miedo <strong>de</strong> apren<strong>de</strong>r <strong>de</strong> ellos, puesto que eran los enemigos más<br />

terribles, repugnantes, criminales y asquerosos. Pero también eran muy buenos<br />

en lo que hacían. Hasta cierto punto. Daba la sensación <strong>de</strong> que siempre seguían<br />

una sola estrategia básica: concentrar el may or número <strong>de</strong> naves en el punto<br />

clave <strong>de</strong>l conflicto. No hacían nunca nada sorpren<strong>de</strong>nte, nada que pusiera al<br />

<strong>de</strong>scubierto la genialidad o la estupi<strong>de</strong>z <strong>de</strong> un oficial subordinado. La disciplina<br />

era aparentemente muy férrea.

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