Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Entraron uno por uno a la sala <strong>de</strong> batalla, <strong>de</strong>smañadamente, como niños que<br />
entran por primera vez a una piscina, aferrándose a los asi<strong>de</strong>ros <strong>de</strong> los laterales.<br />
La gravedad nula sobrecogía, <strong>de</strong>sorientaba; se dieron cuenta enseguida <strong>de</strong> que si<br />
no utilizaban los pies para nada, todo iba mucho mejor.<br />
Y para empeorar las cosas, los trajes les oprimían. Era difícil hacer<br />
movimientos precisos, pues los trajes se adaptaban con un poco <strong>de</strong> retraso,<br />
oponían más resistencia que cualquier otra ropa que habían llevado antes.<br />
En<strong>de</strong>r se agarró al asi<strong>de</strong>ro y flexionó las rodillas. Notó que, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> la<br />
dilación inicial, el traje tenía un efecto amplificador <strong>de</strong>l movimiento. Era difícil<br />
poner las perneras <strong>de</strong>l traje en marcha, pero <strong>de</strong>spués seguían moviéndose, y con<br />
fuerza, cuando los músculos y a se habían parado. « Si doy un empujón con una<br />
fuerza X, el traje empujará con una fuerza doble. Me moveré con torpeza un<br />
buen rato. Mejor que empiece y a» , se dijo.<br />
En consecuencia, sin soltar el asi<strong>de</strong>ro, dio un fuerte empujón con los pies.<br />
Instantáneamente, dio una voltereta sobre sí mismo, sus pies volaron por<br />
encima <strong>de</strong> la cabeza, y aterrizó golpeándose <strong>de</strong> lleno la espalda contra la pared.<br />
<strong>El</strong> rebote parecía aún más fuerte, y sus manos se <strong>de</strong>sencajaron <strong>de</strong>l asi<strong>de</strong>ro. Voló<br />
por la sala <strong>de</strong> batalla, dando tumbos <strong>de</strong> un lado a otro.<br />
Durante un momento <strong>de</strong>sazonador trató <strong>de</strong> conservar su orientación arribaabajo,<br />
intentando ponerse boca arriba, en busca <strong>de</strong> una gravedad que no existía.<br />
Entonces se obligó a sí mismo a cambiar su punto <strong>de</strong> vista. Se precipitaba contra<br />
una pared. Por lo tanto, eso era abajo. Y una vez más recuperó el control <strong>de</strong> sí<br />
mismo. No estaba volando, estaba cay endo. Era como si hubiera saltado <strong>de</strong> un<br />
trampolín. Podía elegir la forma <strong>de</strong> chocar contra la superficie.<br />
« Voy <strong>de</strong>masiado rápido para agarrarme a un asi<strong>de</strong>ro y pararme, pero puedo<br />
atenuar el impacto, puedo salir <strong>de</strong>spedido en ángulo si me giro cuando choque y<br />
uso los pies» .<br />
No resultó ni mucho menos como había pensado. Salió <strong>de</strong>spedido en ángulo,<br />
pero no era el que había calculado. Tampoco tuvo tiempo <strong>de</strong> hacerse ninguna<br />
consi<strong>de</strong>ración. Chocó contra otra pared, esta vez <strong>de</strong>masiado pronto para estar<br />
preparado. Pero, casi por casualidad, <strong>de</strong>scubrió una forma <strong>de</strong> usar los pies para<br />
controlar el ángulo <strong>de</strong> rebote. Planeaba otra vez <strong>de</strong> un lado a otro <strong>de</strong> la sala, hacia<br />
unos chicos que seguían aferrados a la pared. Esta vez, había aminorado su<br />
velocidad lo suficiente como para po<strong>de</strong>r agarrarse a un barrote. Estaba en un<br />
ángulo insólito con respecto a los otros chicos, pero su orientación había<br />
cambiado una vez más y, tal como él los veía, estaban todos tendidos en el suelo,<br />
no colgando <strong>de</strong> una pared, y no era él quien estaba boca abajo, sino ellos.<br />
—¿Qué intentas hacer, matarte? —le preguntó Shen.<br />
—Haz la prueba —dijo En<strong>de</strong>r—. <strong>El</strong> traje impi<strong>de</strong> que te hagas daño, y pue<strong>de</strong>s