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El juego de Ender - Orson Scott Card

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Entonces susurró una or<strong>de</strong>n y las naves cay eron como rocas hacia la<br />

superficie <strong>de</strong>l planeta. Eran astronaves y cazas, no estaban equipadas para<br />

enfrentarse al calor generado al atravesar una atmósfera. Pero En<strong>de</strong>r no<br />

pretendía hacerles llegar a la atmósfera. Casi <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el mismo momento en que<br />

comenzaron a caer, estaban enfocando el Pequeño Doctor hacia una sola cosa.<br />

<strong>El</strong> planeta.<br />

Uno, dos, cuatro, siete <strong>de</strong> sus cazas se fundieron. Ahora era como una<br />

apuesta, saber si alguna <strong>de</strong> las naves sobreviviría suficiente tiempo para tener el<br />

planeta a su alcance. No tardaría <strong>de</strong>masiado, una vez estuvieran en disposición <strong>de</strong><br />

enfocar la superficie <strong>de</strong>l planeta. Sólo un momento con el doctor Ingenio, sólo<br />

quería eso. Se le ocurrió que quizá ni siquiera el or<strong>de</strong>nador estaba preparado para<br />

mostrar lo que pasaría a un planeta si le atacaba el Pequeño Doctor. « ¿Qué haré<br />

entonces, gritar ¡pum, estás muerto!?» .<br />

En<strong>de</strong>r retiró las manos <strong>de</strong> los controles y se inclinó para ver qué pasaba. La<br />

perspectiva estaba ahora cerca <strong>de</strong>l planeta enemigo, y las naves se abalanzaban<br />

en el pozo <strong>de</strong> gravedad. « Seguramente está a tiro ahora —pensó En<strong>de</strong>r—. Debe<br />

estar a tiro y el or<strong>de</strong>nador no lo pue<strong>de</strong> controlar» .<br />

Entonces, la superficie <strong>de</strong>l planeta, que ocupaba la mitad <strong>de</strong>l campo <strong>de</strong>l<br />

simulador, comenzó a borbotear; hubo una explosión que arrojó escombros hacia<br />

los cazas <strong>de</strong> En<strong>de</strong>r. En<strong>de</strong>r intentó imaginarse lo que había pasado en el interior <strong>de</strong>l<br />

planeta. <strong>El</strong> campo creciendo más y más, las moléculas <strong>de</strong>sintegrándose pero sin<br />

que los átomos separados encuentren ningún sitio don<strong>de</strong> ir.<br />

Dentro <strong>de</strong> tres segundos el planeta entero se <strong>de</strong>sintegraría y se convertiría en<br />

una esfera <strong>de</strong> polvo brillante que lo arrojaría todo hacia afuera. Los cazas <strong>de</strong><br />

En<strong>de</strong>r estaban entre los primeros; su perspectiva se <strong>de</strong>svaneció instantáneamente,<br />

y ahora el simulador sólo podía visualizar la perspectiva <strong>de</strong> las astronaves<br />

esperando más allá <strong>de</strong> los bor<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la batalla. Estaba a la distancia que En<strong>de</strong>r<br />

quería que estuviera. La esfera <strong>de</strong>l planeta explosivo creció hacia el exterior, a<br />

tal velocidad que las naves enemigas no pudieron escapar. Y se llevaron consigo<br />

al Pequeño Doctor, que y a no era tan pequeño, y su campo <strong>de</strong>sintegraba todas<br />

las naves a su paso, convirtiendo a cada una en un punto <strong>de</strong> luz antes <strong>de</strong> seguir<br />

a<strong>de</strong>lante.<br />

<strong>El</strong> campo <strong>de</strong>l doctor Ingenio sólo se <strong>de</strong>bilitó en la misma periferia <strong>de</strong>l<br />

simulador. Dos o tres naves enemigas volaban a la <strong>de</strong>riva. Las astronaves <strong>de</strong><br />

En<strong>de</strong>r no explotaron. Pero don<strong>de</strong> había estado la vasta flota <strong>de</strong>l enemigo, y el<br />

planeta que protegían, no quedaba nada significativo. Una masa informe crecía a<br />

medida que la gravedad arrastraba <strong>de</strong> nuevo hacia abajo gran parte <strong>de</strong> los<br />

escombros. Estaba al rojo vivo y rotando; era también mucho más pequeño que<br />

el mundo que había sido antes. Casi toda su masa era ahora una nube que flotaba<br />

en el exterior.<br />

En<strong>de</strong>r se quitó los auriculares, a través <strong>de</strong> los que le llegaban los vítores <strong>de</strong> sus

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