Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
—Pero lo harás, En<strong>de</strong>r. Porque te voy a hacer polvo, si puedo. Te voy a<br />
golpear con todo lo que pueda imaginar, y no tendré piedad, porque cuando te<br />
enfrentes a los insectores pensarán cosas que y o no puedo ni imaginar, y la<br />
compasión por los seres humanos es algo imposible para ellos.<br />
—Tú no me pue<strong>de</strong>s hacer polvo, Mazer.<br />
—¿No?<br />
—Porque soy más fuerte que tú.<br />
Mazer sonrió.<br />
—Ya lo veremos, En<strong>de</strong>r.<br />
Mazer le <strong>de</strong>spertó antes <strong>de</strong>l amanecer; el reloj marcaba las 03.40, y En<strong>de</strong>r se<br />
sentía mareado cuando, <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> Mazer, caminaba por el corredor con pasos<br />
silenciosos.<br />
—A quien madruga —entonó Mazer— Dios pone zancadillas.<br />
Había soñado que los insectores le viviseccionaban. Pero en vez <strong>de</strong> trinchar su<br />
cuerpo, trinchaban sus recuerdos y los proy ectaban como holografías e<br />
intentaban extraer algún sentido. Había sido un sueño muy extraño, y En<strong>de</strong>r no<br />
conseguía sacudírselo <strong>de</strong> encima, incluso mientras caminaba por los túneles<br />
hacia la sala <strong>de</strong>l simulador. Los insectores le atormentaban cuando estaba<br />
dormido y Mazer no le <strong>de</strong>jaría en paz cuando estuviera <strong>de</strong>spierto. Entre uno y<br />
otro, no tenía ningún <strong>de</strong>scanso. En<strong>de</strong>r se obligó a <strong>de</strong>sperezarse. Parecía que<br />
Mazer hablaba en serio cuando dijo que intentaría <strong>de</strong>strozar a En<strong>de</strong>r; y obligarle<br />
a jugar cuando estaba cansado y somnoliento era precisamente el tipo <strong>de</strong> truco<br />
fácil y barato que En<strong>de</strong>r <strong>de</strong>bería haber esperado. Bien, hoy no funcionaría.<br />
Llegó al simulador y encontró a sus jefes <strong>de</strong> escuadrón en la línea,<br />
esperándole. Todavía no había ningún enemigo, por lo que los dividió en dos<br />
escuadras y montó un simulacro <strong>de</strong> batalla, mandando a los dos contendientes y<br />
controlando la prueba a la que había sometido a cada uno <strong>de</strong> sus jefes.<br />
Comenzaron con lentitud, pero pronto empezaron a actuar con vigor y atención.<br />
Entonces, el simulador se puso en blanco, las naves <strong>de</strong>saparecieron, y todo<br />
cambió <strong>de</strong> repente. En el bor<strong>de</strong> más cercano <strong>de</strong>l campo <strong>de</strong>l simulador se veían<br />
las formas, dibujadas con luces hológrafas, <strong>de</strong> tres astronaves <strong>de</strong> la flota humana.<br />
Cada una tendría doce cazas. <strong>El</strong> enemigo, obviamente conocedor <strong>de</strong> la presencia<br />
humana, había formado un globo con una sola nave en el centro. En<strong>de</strong>r no se<br />
<strong>de</strong>jó embaucar; no sería la nave reina. Los insectores doblaban en número a la<br />
fuerza <strong>de</strong> caza <strong>de</strong> En<strong>de</strong>r, pero también estaban mucho más apiñados <strong>de</strong> lo que<br />
<strong>de</strong>berían estar. <strong>El</strong> doctor Ingenio estaría en disposición <strong>de</strong> hacer mucho más daño<br />
<strong>de</strong> lo que el enemigo esperaba.<br />
En<strong>de</strong>r seleccionó una astronave, la hizo <strong>de</strong>stellar en el campo <strong>de</strong>l simulador,<br />
y habló por el micrófono:<br />
—Alai, esa es tuy a; asigna los cazas a Petra y a Vlad a tu voluntad. —Asignó<br />
las otras dos astronaves con sus fuerzas <strong>de</strong> caza, con excepción <strong>de</strong> un caza <strong>de</strong>