You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
Salamandra.<br />
—Parece ser que sí, creo —dijo En<strong>de</strong>r—. Ver<strong>de</strong> ver<strong>de</strong> marrón, ¿no? He sido<br />
trasladado.<br />
Mostró su papel al chico, obviamente el centinela.<br />
<strong>El</strong> centinela alargó la mano hacia el papel. En<strong>de</strong>r lo retiró, justo lo necesario<br />
para ponerlo fuera <strong>de</strong> su alcance.<br />
—Parece ser que tengo que entregárselo a Bonzo Madrid.<br />
Otro chico se sumó a la conversación, un chico más pequeño, pero <strong>de</strong> todas<br />
formas más alto que En<strong>de</strong>r.<br />
—No Ben-zoe, idiota. Bonzo. Es un nombre español. Bonzo Madrid. Aquí<br />
nosotros hablamos español, señor Gran Fedor.<br />
—Tú <strong>de</strong>bes ser Bonzo entonces —preguntó En<strong>de</strong>r, pronunciando el nombre<br />
correctamente.<br />
—No, simplemente un políglota con talento. Petra Arkanian. La única chica<br />
<strong>de</strong> la escuadra Salamandra. Con más huevos que todos los <strong>de</strong> este dormitorio.<br />
—Mamá Petra me ha hablado —dijo uno <strong>de</strong> los chicos—. Me ha hablado, me<br />
ha hablado.<br />
Otro chico replicó:<br />
—Mea hablado, mea hablado, mea hablado.<br />
Unos cuantos se rieron.<br />
—Que que<strong>de</strong> entre tú y yo —dijo Petra—. Si tuvieran que poner una lavativa<br />
a la Escuela <strong>de</strong> Batalla, se la pondrían a ver<strong>de</strong> ver<strong>de</strong> marrón.<br />
En<strong>de</strong>r se <strong>de</strong>sesperaba. No tenía nada que le avalase: sin ningún tipo <strong>de</strong><br />
preparación, pequeño, sin experiencia, expuesto a los resentimientos <strong>de</strong> los<br />
<strong>de</strong>más por su temprano ascenso. Y por si no fuera suficiente, ahora, por<br />
casualidad, entablaba amistad precisamente con quien menos le convenía. Una<br />
marginada <strong>de</strong> la escuadra Salamandra, que los <strong>de</strong>más iban a asociar con él. ¡Qué<br />
día! Durante un momento, mientras recorría con la mirada sus caras sarcásticas,<br />
se imaginó sus cuerpos cubiertos <strong>de</strong> pelo, sus dientes puntiagudos preparados para<br />
<strong>de</strong>sgarrar. « ¿Soy y o el único ser humano <strong>de</strong> este lugar? ¿Son los <strong>de</strong>más animales,<br />
a la espera <strong>de</strong> <strong>de</strong>vorar?» .<br />
Entonces se acordó <strong>de</strong> Alai. Seguramente, en todas las escuadras habrá por lo<br />
menos uno que merece la pena conocer.<br />
De repente, aunque nadie dijo que se callaran, las risas pararon y el grupo<br />
quedó en silencio. En<strong>de</strong>r se dio la vuelta y miró a la puerta. Había allí un chico<br />
alto, oscuro y <strong>de</strong>lgado, <strong>de</strong> bellos ojos negros y labios finos que insinuaban<br />
refinamiento. « Seguiría a esta beldad a cualquier parte —dijo algo <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong><br />
En<strong>de</strong>r—. Vería lo que ven esos ojos» .<br />
—¿Quién eres? —preguntó el chico sin levantar la voz.<br />
—En<strong>de</strong>r Wiggin, señor —dijo En<strong>de</strong>r esgrimiendo las ór<strong>de</strong>nes—. Trasladado<br />
<strong>de</strong> grupo <strong>de</strong> lanzamiento a la escuadra Salamandra.