06.06.2018 Views

El juego de Ender - Orson Scott Card

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

pue<strong>de</strong>s ganarme dos veces, es como si no me hubieras ganado.<br />

Jugaron otra vez, y esta vez En<strong>de</strong>r fue lo suficientemente diestro como para<br />

sacar a<strong>de</strong>lante unas cuantas maniobras que estaba claro que el otro chico no<br />

había visto nunca. Sus pautas repetitivas no pudieron hacer nada. En<strong>de</strong>r no ganó<br />

con facilidad, pero ganó.<br />

Entonces, los chicos mayores <strong>de</strong>jaron <strong>de</strong> reír y hacer chistes. <strong>El</strong> tercer <strong>juego</strong><br />

se <strong>de</strong>sarrolló en el más completo silencio. En<strong>de</strong>r lo ganó con rapi<strong>de</strong>z y brillantez.<br />

Cuando el <strong>juego</strong> acabó, uno <strong>de</strong> los chicos may ores dijo:<br />

—Hora <strong>de</strong> que cambien esta máquina. Si sigue aquí, cualquier cerebro <strong>de</strong><br />

mosquito pue<strong>de</strong> ganar.<br />

Ni una sola palabra <strong>de</strong> felicitación. <strong>El</strong> silencio más completo cuando En<strong>de</strong>r se<br />

marchó.<br />

No se fue lejos. Se paró a una distancia pru<strong>de</strong>ncial y observó que los<br />

siguientes jugadores intentaban poner en práctica lo que les había enseñado.<br />

« ¿Cerebro <strong>de</strong> mosquito? —En<strong>de</strong>r se rio para sus a<strong>de</strong>ntros—. No me olvidarán» .<br />

Se sentía bien. Había ganado algo, y contra chicos may ores. Probablemente<br />

no al mejor, pero ya nunca más tendría la sensación sobrecogedora <strong>de</strong> que no<br />

daba la talla, <strong>de</strong> que la Escuela <strong>de</strong> Batalla era <strong>de</strong>masiado para él. Lo único que<br />

tenía que hacer era observar el <strong>juego</strong> y enten<strong>de</strong>r cómo funcionaba todo, y luego<br />

podría usar el sistema, e incluso sobresalir.<br />

Esperar y observar era lo que más le costaba. Porque mientras tanto tenía<br />

que aguantar. <strong>El</strong> chico al que rompió el brazo buscaba la venganza. Su nombre,<br />

que En<strong>de</strong>r aprendió rápidamente, era Bernard. Pronunciaba su propio nombre<br />

con acento francés, pues los franceses, con su arrogante separatismo, insistían en<br />

que la enseñanza <strong>de</strong>l Normalizado no empezara hasta la edad <strong>de</strong> cuatro años,<br />

cuando las pautas <strong>de</strong> la lengua francesa ya se habían establecido. Su acento le<br />

hacía exótico e interesante; su brazo roto le convertía en un mártir; su sadismo le<br />

convertía en un foco natural para todos aquellos a los que les gustaba ver sufrir a<br />

los <strong>de</strong>más.<br />

En<strong>de</strong>r se convirtió en su enemigo.<br />

Cosas sin importancia. Dar una patada a su cama cada vez que entraba y<br />

salía por la puerta. Darle empujones con la ban<strong>de</strong>ja <strong>de</strong> comida. Ponerle la<br />

zancadilla en las escalerillas. En<strong>de</strong>r aprendió rápidamente a no <strong>de</strong>jar nada fuera<br />

<strong>de</strong> sus casilleros; también aprendió a levantarse rápidamente, a agarrarse.<br />

Maladroit, le llamó Bernard una vez, y se quedó con ese nombre.<br />

Algunas veces En<strong>de</strong>r se enfurecía. Naturalmente, con Bernard la rabia era<br />

ina<strong>de</strong>cuada. Se limitaba a comportarse como lo que era: un torturador. Lo que<br />

enfurecía a En<strong>de</strong>r era ver que los <strong>de</strong>más le seguían <strong>de</strong> buena gana.<br />

Indudablemente, sabían que la venganza <strong>de</strong> Bernard no era justa.<br />

Indudablemente, sabían que era él quien había golpeado primero a En<strong>de</strong>r en el<br />

transbordador, que En<strong>de</strong>r se había limitado a respon<strong>de</strong>r a la violencia. Si lo

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!