Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
En<strong>de</strong>r, es el comandante jefe <strong>de</strong> la batalla. Alguien que sepa qué <strong>de</strong>monios hacer<br />
con esas naves cuando lleguen allí.<br />
—¿Y qué pasará si nadie sabe qué hacer con ellas?<br />
—Haremos lo que podamos, con el mejor comandante que podamos<br />
conseguir.<br />
« Yo —pensó En<strong>de</strong>r—. Quieren que esté preparado en cinco años» .<br />
—Coronel Graff, no hay ninguna posibilidad <strong>de</strong> que esté preparado a tiempo<br />
para mandar una flota.<br />
Graff se encogió <strong>de</strong> hombros.<br />
—Haz lo que puedas. Si tú no estás preparado, lo haremos con lo que<br />
tengamos.<br />
Eso tranquilizó a En<strong>de</strong>r. Pero sólo por un instante.<br />
—Claro que ahora mismo no tenemos a nadie.<br />
En<strong>de</strong>r sabía que ese era otro <strong>de</strong> los <strong>juego</strong>s <strong>de</strong> Graff.<br />
« Hacerme creer que todo <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong> mí, para que no flaquee y me fuerce<br />
al máximo» .<br />
Juego o no, sin embargo, también podría ser verdad. Y por consiguiente<br />
trabajaría al máximo. Era lo que Valentine quería <strong>de</strong> él. Cinco años, sólo cinco<br />
años hasta que la flota llegase, y no sabía nada todavía.<br />
—Dentro <strong>de</strong> cinco años sólo tendré quince —dijo En<strong>de</strong>r.<br />
—Casi dieciséis —dijo Graff—. Todo <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong> lo que sepas.<br />
—Coronel Graff —dijo—. Sólo quiero regresar y nadar en el lago.<br />
—Cuando ganemos la guerra —dijo Graff—. O la perdamos. Dispondremos<br />
<strong>de</strong> algunas décadas antes <strong>de</strong> que vuelvan aquí para rematarnos. La casa estará<br />
allí, y te prometo que podrás nadar todo lo que quieras.<br />
—Pero todavía seré <strong>de</strong>masiado joven para la autorización <strong>de</strong> seguridad.<br />
—Te mantendremos custodiado por guardias armados permanentemente. Los<br />
militares saben controlar esas cosas.<br />
Los dos se rieron, y En<strong>de</strong>r tuvo que recordarse a sí mismo que Graff estaba<br />
representando el papel <strong>de</strong> amigo, que lo que <strong>de</strong>cía era una mentira o una trampa<br />
calculada para convertir a En<strong>de</strong>r en una eficiente máquina <strong>de</strong> combate.<br />
« Seré exactamente el instrumento que queréis que sea —dijo En<strong>de</strong>r en<br />
silencio—, pero al menos no me embaucaréis. Lo haré porque lo he elegido, no<br />
porque me hayas engatusado, maldito zorro» .<br />
<strong>El</strong> remolcador llegó a Eros antes <strong>de</strong> que pudieran verlo. <strong>El</strong> capitán les mostró<br />
el explorador visual, luego superpuso el explorador térmico en la misma pantalla.<br />
Estaban prácticamente encima, a sólo cuatro mil kilómetros, pero Eros, <strong>de</strong> sólo<br />
veinticuatro kilómetros <strong>de</strong> longitud, era invisible si no brillaba con la luz reflejada<br />
<strong>de</strong>l Sol.<br />
<strong>El</strong> capitán atracó la nave en una <strong>de</strong> las tres plataformas <strong>de</strong> aterrizaje que<br />
ro<strong>de</strong>aban a Eros. No pudo aterrizar directamente porque Eros tenía una gravedad