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el judaísmo y la mujer

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312/<br />

www.wzo.org.il/es<br />

<strong>la</strong> tienda, y si alguien viene y te pregunta diciendo:<br />

“¿Hay alguno aquí?”, Responderás que no.<br />

Pero Ia<strong>el</strong>, <strong>mujer</strong> de Heber, tomó una estaca de<br />

<strong>la</strong> tienda, y tomando un mazo en su mano fue a él silenciosamente<br />

y le metió <strong>la</strong> estaca por <strong>la</strong>s sienes, c<strong>la</strong>vándo<strong>la</strong><br />

en <strong>la</strong> tierra, mientras él estaba profundamente<br />

dormido y agotado. Así murió.<br />

La heroína de <strong>la</strong> historia parecería ser Ia<strong>el</strong> en su acto personal, pero,<br />

es Dvora quien ocupa <strong>la</strong> memoria. Más aún, si revisáramos algunos de los<br />

textos d<strong>el</strong> midrash encontraríamos que <strong>la</strong> conducta descrita por <strong>el</strong> texto como<br />

una iniciativa de Ia<strong>el</strong>, es colocada por algunas interpretaciones como<br />

una iniciativa d<strong>el</strong> marido de Ia<strong>el</strong>, como si no pudiera pensarse en una iniciativa<br />

femenina de este género. Así leemos también en Elihau Raba, (Ish<br />

Shalom), fragmento 12<br />

“Y <strong>la</strong> recompensa de Ia<strong>el</strong>, <strong>mujer</strong> de Heber <strong>el</strong><br />

queneo que hizo <strong>la</strong> voluntad de su marido, por lo tanto<br />

vino una gran redención por <strong>el</strong><strong>la</strong>”,<br />

como indicándonos que no se podía aceptar que Ia<strong>el</strong> hubiera actuado<br />

en los límites de lo permitido por su propia cuenta. Los comentaristas<br />

encuentran un motivo de <strong>el</strong>ogio exactamente en <strong>el</strong> punto en <strong>el</strong> que una<br />

lectura de nuestra época vería una disminución de su mérito. Pero, independientemente<br />

de <strong>el</strong>lo, podemos tratar de ver como condice esto con lo<br />

manifestado de manera directa por <strong>el</strong> texto:<br />

“¡Bendita entre <strong>la</strong>s <strong>mujer</strong>es sea Ia<strong>el</strong>, <strong>mujer</strong> de<br />

Heber <strong>el</strong> queneo. Sea bendita entre <strong>la</strong>s <strong>mujer</strong>es que<br />

habitan en tiendas.<br />

El pidió agua, y <strong>el</strong><strong>la</strong> le dio leche; en taza de nobles<br />

le sirvió nata.<br />

Con su mano tomó <strong>la</strong> estaca, y con su derecha<br />

<strong>el</strong> mazo de obrero. Golpeó a Sisra, machacó su cabeza,<br />

perforó y atravesó su sien.<br />

A los pies de <strong>el</strong><strong>la</strong> se encorvó y cayó; Quedó tendido.<br />

A los pies de <strong>el</strong><strong>la</strong> se encorvó y cayó. Donde se encorvó,<br />

allí cayó extenuado”-

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