15.05.2013 Views

el judaísmo y la mujer

el judaísmo y la mujer

el judaísmo y la mujer

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Y llevaron a José a Egipto. Génesis 37, 26:28<br />

Aquí tiene <strong>la</strong> grandeza que no tuvieron sus hijos, <strong>la</strong> de salvar a su<br />

hermano. Pero, no tiene <strong>la</strong> fuerza de imponer su liberación. Su hermano<br />

era de su propia carne, y ¿sus hijos?<br />

Y pasan los meses y...<br />

“Al tiempo d<strong>el</strong> parto resultó que tenía dos m<strong>el</strong>lizos<br />

en <strong>el</strong> vientre. Y ocurrió que, durante <strong>el</strong> parto,<br />

uno de <strong>el</strong>los sacó <strong>la</strong> mano, y <strong>la</strong> partera le agarró y le<br />

ató una cinta escar<strong>la</strong>ta a <strong>la</strong> mano, diciendo: “Este ha<br />

salido primero”. Pero entonces retiró él <strong>la</strong> mano, y fue<br />

su hermano <strong>el</strong> que salió. El<strong>la</strong> dijo: “¡Cómo te has<br />

abierto brecha!” Y le l<strong>la</strong>mó Peretz. Detrás salió su hermano,<br />

que llevaba en <strong>la</strong> mano <strong>la</strong> cinta escar<strong>la</strong>ta y le<br />

l<strong>la</strong>mó Zéraj”.<br />

Y vu<strong>el</strong>ven a aparecer m<strong>el</strong>lizos. Ya otros hubo en <strong>la</strong> familia que lucharon<br />

entre sí y en cuyo nacimiento uno había sacado su mano, pero, para<br />

tomar <strong>el</strong> talón de su hermano.<br />

Vamos a comenzar nuestra despedida de Tamar, no sin antes agregar<br />

que entre los sabios de <strong>la</strong> exégesis fue <strong>el</strong>ogiada por <strong>la</strong> forma en <strong>la</strong> que<br />

evitó hacer pasar vergüenza a Iehudá.<br />

“Dijo Rabí Iojanán en nombre de Rabi Simón bar Iojai: es mejor que<br />

<strong>la</strong> persona se arroje a un horno encendido antes de avergonzar al prójimo<br />

públicamente, y <strong>el</strong>lo lo aprendemos de Tamar” (Sotá 10 b).<br />

Tamar pudo, según esta lectura talmúdica haber rev<strong>el</strong>ado a Iehudá<br />

su identidad apenas descubriera <strong>el</strong> embarazo y no correr <strong>el</strong> riesgo, conocido<br />

por <strong>el</strong><strong>la</strong>, de exponerse a sufrir <strong>la</strong> muerte en <strong>la</strong> hoguera o ‘en <strong>el</strong> horno<br />

encendido’. Pero, hasta <strong>el</strong> último momento quiso guardar <strong>el</strong> secreto para<br />

que una persona como Iehudá no fuera visto como quien concurre a los<br />

servicios de <strong>la</strong> sagrada prostitución y lo que no es menos grave, tiene trato<br />

con su propia nuera a <strong>la</strong> que embaraza.<br />

Si ya habíamos hab<strong>la</strong>do de <strong>la</strong> terrible soledad de Tamar, este comentario<br />

no hace más que subrayar<strong>la</strong>.<br />

Rashí sale al encuentro de esta cita talmúdica y aprende de una pa-<br />

[ .il ]/3 Tamar: ¿Osadía o desvarío? (segunda parte ) /363

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!