El martillo y la hoz y otros cuentos - Isliada
El martillo y la hoz y otros cuentos - Isliada
El martillo y la hoz y otros cuentos - Isliada
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
LITERATURA POLICIAL<br />
este so<strong>la</strong>r es apestosa, cochina y envidiosa, me echaron pa’ <strong>la</strong>nte,<br />
que tenía una toma c<strong>la</strong>ndestina de gas y ná, me lo cortaron. Eso<br />
sí, lo sabe todo el mundo menos Ciriaco, no lo invito a comer y<br />
le digo que es una venganza. Sí, mi prima, voy a fumarme un pito<br />
porque estoy muy nerviosa, imagínate, sin gas, pasando trabajo<br />
con <strong>la</strong> comida, sin macho. ¿Vas a hacer eso? ¿Como a <strong>la</strong>s once?<br />
Sí, no te preocupes, te espero, al menos, comeré caliente. Ay, niña,<br />
vales un millón de pesos… no, me daba pena decirte todo esto, y<br />
como no venías… vaya, pensé que estabas en una de tus bajadas<br />
de musa…<br />
Sí, <strong>la</strong> acompañaste porque estabas aburrido. Porque era sábado<br />
por <strong>la</strong> noche, ya habías visto <strong>la</strong>s pelícu<strong>la</strong>s y el<strong>la</strong> te insistió<br />
tanto, Vamos, Ciriaco, no seas así, bai<strong>la</strong>mos un poquito, dale,<br />
hazme <strong>la</strong> media, es en Los Sitios y no quiero ir so<strong>la</strong>. Te reíste de<br />
sus miedos de b<strong>la</strong>nquita-doctora-asesina-en-broma. Mijita, te<br />
pasas el día escribiendo de <strong>la</strong> gente de <strong>la</strong> calle y no te atreves a ir<br />
a una fiesta. Dale, vamos.<br />
Lealtad abajo, atravesando todo Los Sitios, hasta llegar a<br />
Be<strong>la</strong>scoaín. La fiesta, en su apogeo. Alguien l<strong>la</strong>mó a Telimay y tú<br />
te quedaste solo, en una esquina de <strong>la</strong> atiborrada sa<strong>la</strong>. Te pasaron<br />
un vaso que aceptaste y un cigarro que rechazaste, Ahora no,<br />
compay, más tarde… si te queda, No te preocupes, asere, aquí al<br />
<strong>la</strong>do venden. Parejas sudorosas, bai<strong>la</strong>ndo con frenesí, lujuria, sin<br />
tapujos ni permisos. <strong>El</strong> pegajoso calor de La Habana. Ron.<br />
Hierba. Sudor. Perfumes que se escapan porque no aguantan el<br />
embate de <strong>la</strong>s gotas, chorros, que corren por los rostros. Telimay<br />
se acercó con un hombre alto, delgado, de sonrisa amplia.<br />
Ciriaco, mira, mi primo, Mucho gusto, yo soy Julito, al que le<br />
gustan los palitos por el culito. Lo miraste, un poco extrañado<br />
por <strong>la</strong>s pa<strong>la</strong>bras del otro, Qué loca de carroza, pensaste, pero una<br />
corriente te atenazó <strong>la</strong> pierna, los muslos… el estómago. Lo siento,<br />
asere, yo no tengo palito, yo tengo una tranca. De ahí a <strong>la</strong><br />
112