06.12.2012 Views

El martillo y la hoz y otros cuentos - Isliada

El martillo y la hoz y otros cuentos - Isliada

El martillo y la hoz y otros cuentos - Isliada

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

CIENCIA FICCIÓN<br />

siempre.<br />

—¿Y tú crees que realmente eso va a hacer diferencia? Igual<br />

nunca estaremos al día.<br />

—Cierto, pero ahora no estar al día va a dejar de ser tan malo<br />

como antes. La disparidad va a ser de un orden menor. Por ejemplo,<br />

tendremos un acceso mucho más rápido a <strong>la</strong> web.<br />

—Eso te duele, ¿verdad?<br />

—Y dilo. <strong>El</strong> día entero me lo paso leyendo quejas de clientes,<br />

inventando cómo compatibilizar <strong>la</strong>s redes y solucionando problemas<br />

de conexión; todo es culpa de <strong>la</strong> multiplicidad y el atraso.<br />

Samuel se quedó pensando por un rato. Fernando lo miraba<br />

con intensidad, como si esperara algo de él.<br />

—¿Cómo va el shift a parar a <strong>la</strong> ciguaraya? —dijo el negro al<br />

cabo de un rato—. En principio, esa era tu idea.<br />

—Así como el caos genera caos, el orden genera orden —respondió<br />

Fernando—, y el orden, por supuesto, niega al caos.<br />

—<strong>El</strong> orden es <strong>la</strong> famosa Arquitectura Dinámica, supongo.<br />

—Y el caos <strong>la</strong> ciguaraya.<br />

—Norinco, Norinco de mierda —dijo Marquito observando<br />

su nueva automática—; le ronca haberse comprado esto.<br />

—Mi hermano, <strong>la</strong> mía es Norinco —dijo Cintras—. ¿No te<br />

cuadran? Está bien. Pero no jodas más.<br />

Los tres estaban sentados en cajones plásticos en una esquina,<br />

bajo un arquitrabe ruinoso y medio vencido de <strong>la</strong>s columnatas<br />

corridas de Be<strong>la</strong>scoaín.<br />

Marquito apuntó a los soportales en penumbras al otro <strong>la</strong>do<br />

de <strong>la</strong> vacía avenida. —Me cago en el Cansao. Le pido algo alemán,<br />

y nada más que tiene copias chinas.<br />

—¿Y eso es malo? ¿Las pisto<strong>la</strong>s alemanas son mejores por<br />

qué? ¿Porque son rubias?<br />

—Por el control —dijo Marquito, <strong>la</strong> cabeza <strong>la</strong>deada y un ojo<br />

cerrado—. Los alemanes les hacen todas <strong>la</strong>s pruebas a <strong>la</strong>s piezas<br />

235

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!