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Psicologia recreativa - Konstantin Platonov-

Este libro no es un manual de psicología ni siquiera una exposición popular de verdades muy conocidas hace tiempo. Su autor, notable psicólogo, ha reunido en él numerosas cuestiones que interesan a la juventud, y en relatos cortos, entretenidos y accesibles, ha dado respuestas a ellas desde la posición de los conocimientos modernos. En efecto, ¿a quién no le interesa hoy cómo debe ser el hombre de la futura sociedad comunista; cómo desarrollar la voluntad, la memoria, ser atento; qué es la conciencia, el deber y el amor desde el ángulo de la ciencia psicológica; puede el pensamiento transmitirse a distancia; qué es el sueño; tienen conciencia el perro y la hormiga, y otras muchas cosas?

Este libro no es un manual de psicología ni siquiera una exposición popular de
verdades muy conocidas hace tiempo.
Su autor, notable psicólogo, ha reunido en él numerosas cuestiones que interesan a
la juventud, y en relatos cortos, entretenidos y accesibles, ha dado respuestas a
ellas desde la posición de los conocimientos modernos.
En efecto, ¿a quién no le interesa hoy cómo debe ser el hombre de la futura
sociedad comunista; cómo desarrollar la voluntad, la memoria, ser atento; qué es la
conciencia, el deber y el amor desde el ángulo de la ciencia psicológica; puede el
pensamiento transmitirse a distancia; qué es el sueño; tienen conciencia el perro y
la hormiga, y otras muchas cosas?

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<strong>Psicologia</strong> <strong>recreativa</strong> www.librosmaravillosos.com <strong>Konstantin</strong> <strong>Platonov</strong><br />

Una persona está sentada junto a un aparato parecido a un cajón, en el cual está<br />

introducida su mano. De vez en cuando, con diferentes intervalos, un haz de luz<br />

verde cae sobre la palma de la mano a través de un orificio. Se han adoptado todas<br />

las medidas (por medio de filtros) para que eso no sea un rayo de calor y para<br />

excluir todos los posibles estímulos accesorios simultáneos con la acción de la luz:<br />

sonidos, vibraciones, etc. Esa persona no ve ni su mano ni el rayo de luz.<br />

¿Sentirá la luz con la palma de su mano?<br />

Naturalmente que no. Eso está claro para todos. Pero la ciencia algunas veces exige<br />

una comprobación y una confirmación de cosas supuestamente indubitables.<br />

El famoso psicólogo soviético Alexei Leóntiev, Premio Lenin, lo comprobó en una<br />

instalación especial semejante a la descrita más arriba y se convenció de que el<br />

hombre, efectivamente, no siente la luz con la palma de su mano. Para tener una<br />

prueba aún más exacta de ello, intentó elaborar un reflejo condicionado a la acción<br />

de la luz sobre la palma. Inmediatamente después de exponer sus palmas a la luz,<br />

de lo cual los sujetos de experimentación no estaban advertidos, se les daba una<br />

sacudida eléctrica en el dedo puesto en el botón. Pero incluso después de 350-400<br />

combinaciones de ésas ninguno retiraba el dedo durante la exposición de la palma a<br />

la luz. El reflejo condicionado no se elaboró. Dichos experimentos corroboraron una<br />

vez más que el hombre no sentía la exposición a la luz.<br />

¿Pero puede una persona aprender a sentir la luz con la palma de la mano? ¿Puede<br />

el hombre crear un nuevo órgano de los sentidos?<br />

— ¡Por supuesto, no! —se apresurará usted a decir.<br />

Leóntiev tampoco pudo responder a esa pregunta de modo afirmativo. Sin embargo,<br />

apoyándose en consideraciones teóricas acerca del origen de la psiquis suponía que<br />

es posible hacerlo. Eso requiere modelar en el experimento las condiciones que<br />

contribuyen al desarrollo de los órganos de los sentidos en los animales.<br />

En la ciencia, el camino de la suposición a la confirmación pasa por el experimento,<br />

y Leóntiev demostró su suposición con experimentos.<br />

Para enseñar al hombre a sentir un rayo de luz con la palma de la mano, necesitóse<br />

un simple cambio de las condiciones del experimento, muy insignificante en la<br />

forma, pero cardinal en esencia. Bastó decir a los sujetos que cada vez la sacudida<br />

eléctrica sería precedida por algún acto sobre la palma. Aunque no les decían lo que<br />

Colaboración de Sergio Barros 137 Preparado por Patricio Barros

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