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Psicologia recreativa - Konstantin Platonov-

Este libro no es un manual de psicología ni siquiera una exposición popular de verdades muy conocidas hace tiempo. Su autor, notable psicólogo, ha reunido en él numerosas cuestiones que interesan a la juventud, y en relatos cortos, entretenidos y accesibles, ha dado respuestas a ellas desde la posición de los conocimientos modernos. En efecto, ¿a quién no le interesa hoy cómo debe ser el hombre de la futura sociedad comunista; cómo desarrollar la voluntad, la memoria, ser atento; qué es la conciencia, el deber y el amor desde el ángulo de la ciencia psicológica; puede el pensamiento transmitirse a distancia; qué es el sueño; tienen conciencia el perro y la hormiga, y otras muchas cosas?

Este libro no es un manual de psicología ni siquiera una exposición popular de
verdades muy conocidas hace tiempo.
Su autor, notable psicólogo, ha reunido en él numerosas cuestiones que interesan a
la juventud, y en relatos cortos, entretenidos y accesibles, ha dado respuestas a
ellas desde la posición de los conocimientos modernos.
En efecto, ¿a quién no le interesa hoy cómo debe ser el hombre de la futura
sociedad comunista; cómo desarrollar la voluntad, la memoria, ser atento; qué es la
conciencia, el deber y el amor desde el ángulo de la ciencia psicológica; puede el
pensamiento transmitirse a distancia; qué es el sueño; tienen conciencia el perro y
la hormiga, y otras muchas cosas?

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<strong>Psicologia</strong> <strong>recreativa</strong> www.librosmaravillosos.com <strong>Konstantin</strong> <strong>Platonov</strong><br />

El fruto prohibido es dulce por diferentes razones en los diferentes casos. El aspecto<br />

positivo de ello para cada persona, así como para toda la humanidad, es el afán de<br />

saber, el deseo de conocer lo ignoto, que podría no atraer la atención si no<br />

estuviese prohibido. La prohibición no sólo atraerá sin falta la atención, sino que<br />

también la fija en el "fruto prohibido".<br />

El hecho mismo de la prohibición, si no está explicado, suscita toda clase de<br />

suposiciones, conjeturas y un deseo legítimo de saber por qué alguna cosa no debe<br />

hacerse.<br />

Es aleccionadora la historia de la patata, exportada de América a Francia. En este<br />

país, la patata tardó mucho en difundirse porque los eclesiásticos la llamaban<br />

"manzana del diablo", los médicos la consideraban nociva para la salud, y los<br />

agrónomos afirmaban que agotaba el suelo.<br />

El famoso agrónomo francés Antoine Parmentier, quien, estando prisionero en<br />

Alemania se alimentaba con patatas, quería introducirlas en Francia después de su<br />

regreso, pero durante mucho tiempo no podía convencer a nadie. Entonces recurrió<br />

a una astucia. En 1787 obtuvo del rey la autorización de plantar patatas en una<br />

tierra conocida por su mala fertilidad. A petición suya, el patatal estaba protegido<br />

por un destacamento armado de soldados reales vestidos de gala, pero solamente<br />

de día. Por la noche retiraban la guardia. Y entonces, el pueblo, atraído por el fruto<br />

prohibido, empezó por las noches a sacar patatas y a sembrarlas en sus huertas.<br />

Eso era lo que se proponía Parmentier.<br />

6. La felicidad<br />

¡Qué seáis felices!, así es cómo solemos terminar nuestras cartas, y ése es el voto<br />

más omnímodo. ¿En qué consiste la felicidad?<br />

En el placer, responden algunos. Bueno. Tienen razón. Un trago de agua para la<br />

persona - que se muere de sed, es más que un placer. Es felicidad. Y un trozo de<br />

pan al hambriento. Y una habitación cálida después de aguantar una nevisca es<br />

también felicidad.<br />

Hace varios años, el fisiólogo inglés James Olbe implantó un electrodo en cierta<br />

parte del subcortex de una rata. Apretando un pedal especial, la rata podía enviar<br />

un impulso de corriente a través del electrodo a su propio cerebro. Esta parte del<br />

Colaboración de Sergio Barros 232 Preparado por Patricio Barros

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