02.08.2018 Views

Psicologia recreativa - Konstantin Platonov-

Este libro no es un manual de psicología ni siquiera una exposición popular de verdades muy conocidas hace tiempo. Su autor, notable psicólogo, ha reunido en él numerosas cuestiones que interesan a la juventud, y en relatos cortos, entretenidos y accesibles, ha dado respuestas a ellas desde la posición de los conocimientos modernos. En efecto, ¿a quién no le interesa hoy cómo debe ser el hombre de la futura sociedad comunista; cómo desarrollar la voluntad, la memoria, ser atento; qué es la conciencia, el deber y el amor desde el ángulo de la ciencia psicológica; puede el pensamiento transmitirse a distancia; qué es el sueño; tienen conciencia el perro y la hormiga, y otras muchas cosas?

Este libro no es un manual de psicología ni siquiera una exposición popular de
verdades muy conocidas hace tiempo.
Su autor, notable psicólogo, ha reunido en él numerosas cuestiones que interesan a
la juventud, y en relatos cortos, entretenidos y accesibles, ha dado respuestas a
ellas desde la posición de los conocimientos modernos.
En efecto, ¿a quién no le interesa hoy cómo debe ser el hombre de la futura
sociedad comunista; cómo desarrollar la voluntad, la memoria, ser atento; qué es la
conciencia, el deber y el amor desde el ángulo de la ciencia psicológica; puede el
pensamiento transmitirse a distancia; qué es el sueño; tienen conciencia el perro y
la hormiga, y otras muchas cosas?

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

<strong>Psicologia</strong> <strong>recreativa</strong> www.librosmaravillosos.com <strong>Konstantin</strong> <strong>Platonov</strong><br />

leen como una novela amena: "El instinto lo conoce todo en la esfera invariable de<br />

las acciones que tiene trazada; el instinto ignora todo fuera de esa esfera. Su<br />

destino consiste en ser a la vez el clarividente sublime del conocimiento y la<br />

inconsecuencia sorprendente de la estupidez, independientemente de si el animal<br />

obra en condiciones normales o en condiciones accidentales".<br />

Con un lenguaje científico más seco, el instinto (del latín instinctus, estímulo) se<br />

determina como actos naturales innatos del modo de obrar del organismo animal en<br />

respuesta a los cambios del medio exterior e interior. Iván Pavlov mostró que los<br />

instintos son reflejos incondicionados muy complejos. "Desde el ángulo fisiológico —<br />

escribió—, es imposible hallar alguna diferencia esencial entre lo que se llama<br />

instintos y el reflejo. La complejidad de los actos no puede servir de tal diferencia".<br />

Existen muchísimos instintos, y su manifestación es tan diversa como variadas son<br />

las formas de interacción de los animales con la naturaleza circundante. Sin<br />

embargo, al fin y a la postre, todos los instintos se basan en dos: en el instinto de<br />

autodefensa y en el instinto de conservación de la especie. Los animales, en que<br />

esos instintos se manifestaron débilmente, murieron como resultado de la selección<br />

natural sin dejar descendientes. Cuanto más respondía la conducta del animal en<br />

determinadas condiciones a esos dos instintos tanto más se afianzaba<br />

hereditariamente.<br />

3. El instinto ciego<br />

Jean Fabre estudió la avispa sphex, que prepara la comida para sus larvas de reinas<br />

paralizadas de efipígeros. Dado que esa presa es demasiado pesada para volar con<br />

ella, la sphex la arrastra por las antenas. He aquí una descripción sucinta hecha por<br />

Fabre de sus experimentos, que demuestran la ceguera del instinto.<br />

Primer experimento. "La sphex que arrastra su presa, se encuentra ya a unas<br />

pulgadas de la madriguera. Sin tocar a la avispa, corto con unas tijeras las antenas<br />

al efipígero, que le sirven de riendas. El himenóptero se vuelve hacia el efipígero y,<br />

sin vacilación, lo arrastra por la base de las antenas. Con mucho cuidado, para no<br />

herir a la sphex, corto también la punta de esos trozos de antenas. La sphex atrapa<br />

el largo tentáculo de la víctima y prosigue su desplazamiento. La presa es<br />

arrastrada a la morada y colocada de forma que la cabeza dé a la salida de la<br />

Colaboración de Sergio Barros 71 Preparado por Patricio Barros

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!