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Psicologia recreativa - Konstantin Platonov-

Este libro no es un manual de psicología ni siquiera una exposición popular de verdades muy conocidas hace tiempo. Su autor, notable psicólogo, ha reunido en él numerosas cuestiones que interesan a la juventud, y en relatos cortos, entretenidos y accesibles, ha dado respuestas a ellas desde la posición de los conocimientos modernos. En efecto, ¿a quién no le interesa hoy cómo debe ser el hombre de la futura sociedad comunista; cómo desarrollar la voluntad, la memoria, ser atento; qué es la conciencia, el deber y el amor desde el ángulo de la ciencia psicológica; puede el pensamiento transmitirse a distancia; qué es el sueño; tienen conciencia el perro y la hormiga, y otras muchas cosas?

Este libro no es un manual de psicología ni siquiera una exposición popular de
verdades muy conocidas hace tiempo.
Su autor, notable psicólogo, ha reunido en él numerosas cuestiones que interesan a
la juventud, y en relatos cortos, entretenidos y accesibles, ha dado respuestas a
ellas desde la posición de los conocimientos modernos.
En efecto, ¿a quién no le interesa hoy cómo debe ser el hombre de la futura
sociedad comunista; cómo desarrollar la voluntad, la memoria, ser atento; qué es la
conciencia, el deber y el amor desde el ángulo de la ciencia psicológica; puede el
pensamiento transmitirse a distancia; qué es el sueño; tienen conciencia el perro y
la hormiga, y otras muchas cosas?

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<strong>Psicologia</strong> <strong>recreativa</strong> www.librosmaravillosos.com <strong>Konstantin</strong> <strong>Platonov</strong><br />

Antes de responder a esa pregunta que interesa a tanta gente, recordaré que el<br />

pensamiento se transmite sólo a través de un medio material, sin el cual en general<br />

no existe. Yo pienso y hablo, la vibración del aire lleva mis palabras hasta el oyente,<br />

y las palabras se convierten en sus pensamientos. Yo anoté mis pensamientos, y<br />

usted los leerá. Pero el pensamiento del hombre es un producto del trabajo de su<br />

cerebro y está conectado con los fenómenos bioeléctricos en el cerebro y en otras<br />

partes del organismo. Precisamente las corrientes eléctricas que surgen en los<br />

músculos y cierran el puño, captadas y amplificadas por aparatos apropiados,<br />

contraen los dedos de la mano mecánica cuando el hombre piensa en ello. Los<br />

académicos Vladímir Béjterev, psiquiatra, y Piotr Lázarev, biofísico, admitían que en<br />

ciertas condiciones especiales, desconocidas aún exactamente por la ciencia, la<br />

energía eléctrica del cerebro de una persona puede actuar a distancia sobre el<br />

cerebro de otra persona. Si ese cerebro "está sintonizado" de manera adecuada, es<br />

posible producir en él fenómenos bioeléctricos "resonantes" y, como producto de<br />

ellos, los pensamientos e ideas correspondientes.<br />

¿Quizá sería más justo no buscar aquí fenómenos físicos inherentes a la naturaleza<br />

inanimada y ya bien estudiados, sino buscar nuevo fenómenos físicos inherentes<br />

sólo a la naturaleza inanimada?<br />

En los últimos tiempos se ha escrito en diversos países de los experimentos<br />

efectuados en Norteamérica en 1959, cuando el pensamiento fue supuestamente<br />

transmitido a un "hombre- receptor" en un submarino que se encontraba a dos mil<br />

kilómetros de distancia y sumergido a una profundidad de varios cientos de metros.<br />

En dichos experimentos, el "hombre-transmisor" estaba en la costa. Durante los 16<br />

días del experimento, ese hombre se sentaba dos veces diarias a la hora convenida<br />

al aparato en el cual había mil tarjetas. Cada tarjeta tenía una de las siguientes<br />

cinco figuras: tres líneas onduladas, un círculo, una cruz, un rectángulo y una<br />

estrella. El aparato que barajaba las tarjetas expulsaba varias tarjetas al azar cada<br />

minuto. El "hombre-transmisor" las examinaba atentamente. A la misma hora<br />

convenida, el "hombre-receptor" en el submarino dibujaba la primera de las cinco<br />

figuras que se le ocurría. Luego, cotejaban las figuras que había examinado el<br />

"transmisor" y los dibujos hechos por el "receptor". De acuerdo con los cálculos<br />

Colaboración de Sergio Barros 40 Preparado por Patricio Barros

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