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Psicologia recreativa - Konstantin Platonov-

Este libro no es un manual de psicología ni siquiera una exposición popular de verdades muy conocidas hace tiempo. Su autor, notable psicólogo, ha reunido en él numerosas cuestiones que interesan a la juventud, y en relatos cortos, entretenidos y accesibles, ha dado respuestas a ellas desde la posición de los conocimientos modernos. En efecto, ¿a quién no le interesa hoy cómo debe ser el hombre de la futura sociedad comunista; cómo desarrollar la voluntad, la memoria, ser atento; qué es la conciencia, el deber y el amor desde el ángulo de la ciencia psicológica; puede el pensamiento transmitirse a distancia; qué es el sueño; tienen conciencia el perro y la hormiga, y otras muchas cosas?

Este libro no es un manual de psicología ni siquiera una exposición popular de
verdades muy conocidas hace tiempo.
Su autor, notable psicólogo, ha reunido en él numerosas cuestiones que interesan a
la juventud, y en relatos cortos, entretenidos y accesibles, ha dado respuestas a
ellas desde la posición de los conocimientos modernos.
En efecto, ¿a quién no le interesa hoy cómo debe ser el hombre de la futura
sociedad comunista; cómo desarrollar la voluntad, la memoria, ser atento; qué es la
conciencia, el deber y el amor desde el ángulo de la ciencia psicológica; puede el
pensamiento transmitirse a distancia; qué es el sueño; tienen conciencia el perro y
la hormiga, y otras muchas cosas?

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<strong>Psicologia</strong> <strong>recreativa</strong> www.librosmaravillosos.com <strong>Konstantin</strong> <strong>Platonov</strong><br />

Yo expliqué ese juego a los jóvenes que conocí en una casa de descanso.<br />

Desde los primeros paseos empezamos a entretenernos con ese juego.<br />

Nos dividíamos en dos grupos, situados en distintos lugares de un calvero. En cada<br />

grupo extendíamos una docena de objetos en un pañuelo o pañoleta grande; luego,<br />

los cubríamos con algo. Eran, por lo general, lápices, navajas, gemelos,<br />

piedrezuelas, flores, trozos de papel y collares. Los colocábamos de tal forma que<br />

todo se viese bien. El árbitro comprobaba los dos montones de objetos.<br />

Los participantes de cada grupo se acercaban, uno por uno, a los objetos del otro<br />

grupo, el árbitro contaba "una, dos" y los destapaba, cubriéndolos después de<br />

nuevo. El que se acercaba debía enumerar lo que había visto, y describir lo más<br />

detalladamente posible cada objeto, su tamaño, color, etc. El juego terminaba<br />

destapando los dos montones y estableciendo en común los resultados individuales<br />

y del grupo.<br />

En los días lluviosos jugábamos en locales cerrados, algunas veces modificábamos<br />

el juego, utilizando fichas de dominó en lugar de los objetos, y las nombrábamos.<br />

En nuestros paseos por la ciudad echábamos un vistazo a los escaparates de las<br />

tiendas, procurando recordar y luego describir el mayor número posible de objetos.<br />

Practicábamos ese juego con entusiasmo particular, especialmente después que yo<br />

relaté a mis jóvenes amigos el caso descrito por el psicólogo inglés William<br />

Carpenter, que usted ha leído ya. Carpenter cuenta que un prestidigitador que<br />

actuaba en el papel de "clarividente" pudo advertir —pasando delante de un<br />

escaparate— y describir hasta cuarenta objetos diferentes.<br />

Al cabo de un mes notamos la influencia positiva de nuestros ejercicios, aunque no<br />

era igual en todos los participantes.<br />

5. ¿Cuántas cosas pueden hacerse a la vez?<br />

Se dice que Napoleón podía ejecutar siete cosas simultáneamente. Cuesta trabajo<br />

creerlo. Pero en 1887 el psicólogo francés Paulhan demostró su capacidad de recitar<br />

un poema mientras escribía otro. El podía hacer una multiplicación compleja por<br />

escrito, mientras recitaba un poema. Este es un hecho fidedigno.<br />

Cuando el instructor enseña a volar a los alumnos del aeroclub, debe distribuir, o,<br />

como dicen los pilotos, dispersar su atención entre muchos procesos: determinar la<br />

Colaboración de Sergio Barros 151 Preparado por Patricio Barros

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