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Propuestas y experiencias educativas para mejorar la convivencia

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importancia a <strong>la</strong> conducta del alumno, <strong>para</strong> no reforzar<strong>la</strong>, lo cual no supone que el profesor<br />

vea lesionada su autoridad en c<strong>la</strong>se. Con esta estrategia el educador puede buscar una<br />

extinción del comportamiento, especialmente si interpreta que el alumno tiene necesidad de<br />

l<strong>la</strong>mar su atención (podría prestar ayuda al alumno cuando le corresponda pero no cada vez<br />

que lo demanda). Si <strong>la</strong> situación no mejora, se puede intentar algo nuevo: buscar motivos del<br />

comportamiento con connotación positiva.<br />

En <strong>la</strong> aplicación de esta técnica, se sugiere que el profesor/a piense en el<br />

comportamiento en términos específicos (¿qué hace el alumno implicado?, ¿cuándo lo hace?,<br />

¿hay alguien más involucrado?). Conviene también que reflexione sobre <strong>la</strong> respuesta que ha<br />

dado al problema hasta el momento y busque algún motivo positivo <strong>para</strong> el mismo que le<br />

permita dar una nueva respuesta al problema.<br />

Algunos ejemplos de este técnica:<br />

Pensar antes de participar en c<strong>la</strong>se<br />

Miguel era un estudiante de quinto curso que casi nunca participaba en c<strong>la</strong>se y<br />

tampoco terminaba los ejercicios escritos. No es que siempre se negara, sino que sólo hacía lo<br />

que le gustaba y dejaba de hacer <strong>la</strong>s demás actividades. Esta actitud parecía responder a su<br />

estado de ánimo o a su falta de voluntad de participar en c<strong>la</strong>se y no a un contenido difícil de<br />

<strong>la</strong>s tareas. (La primera hipótesis aplicada por los profesores a este comportamiento era atribuir<br />

el problema al estado de ánimo o a una falta de voluntad del alumno: estos eran motivos<br />

negativos).<br />

Com<strong>para</strong>do con otros estudiantes de <strong>la</strong> c<strong>la</strong>se, Miguel parecía tener un buen potencial<br />

de aprendizaje y los profesores no entendían por qué se negaba a participar (habían<br />

interpretado su conducta de forma que tenía sentido desde el punto de vista del profesor, lo<br />

cual era normal “si un estudiante con buenas aptitudes no participaba era porque no estaba<br />

motivado o porque era perezoso y no se esforzaba). Aún así, los profesores habían intentado<br />

varas maneras de que se implicara en c<strong>la</strong>se e hiciera el trabajo: habían intentado darle<br />

actividades más cortas, le habían dado más ayuda que a los demás, habían hab<strong>la</strong>do con los<br />

padres (informándoles a diario de si realizaba o no <strong>la</strong>s tareas). Pero no consiguieron ningún<br />

avance significativo.<br />

A pesar de cierto escepticismo por parte del profesorado, con ayuda del psicólogo<br />

esco<strong>la</strong>r se intentó “re-enmarcar” <strong>la</strong> situación y buscar posibles motivos con connotación<br />

positiva del comportamiento del alumno. Se sugirió a los profesores que, cuando Miguel<br />

dejara de hacer el trabajo o rehusara participar en c<strong>la</strong>se, le dieran mensajes como: “Sabemos<br />

que es importante <strong>para</strong> ti pensar bien <strong>la</strong>s cosas antes de levantar <strong>la</strong> mano <strong>para</strong> preguntar algo<br />

en c<strong>la</strong>se, así que queremos que te tomes el tiempo que necesites antes de participar”. Para su<br />

trabajo en c<strong>la</strong>se el mensaje fue: “Los profesores también estamos de acuerdo en que pienses<br />

bien <strong>la</strong>s cosas que te piden los ejercicios antes de ponerte a escribir. Necesitas ese tiempo <strong>para</strong><br />

poner tus ideas en orden”.<br />

Con esta nueva hipótesis de evitar atribuir al alumno falta de voluntad y describir su<br />

comportamiento como un deseo de pensar sus intervenciones en c<strong>la</strong>se o de cómo hacer los<br />

ejercicios, el comportamiento de los profesores cambió. Miguel siguió algún tiempo sin<br />

participar en c<strong>la</strong>se y dejaba algunos ejercicios por hacer, pero después de unos días empezó a<br />

cambiar porque los profesores le dejaron más a su aire y no se metían con él. (Este es otro<br />

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