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las respuestas religiosas ante las plagas del ... - e-Spacio - UNED

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Entre los signos que podían presentarse, los autores citan ejemplos tan dispares<br />

como rayos, tormentas, terremotos, existencia de varios soles, aparición en el cielo de<br />

caballos galopando o ejércitos combatiendo, cruces suspendidas en el aire o,<br />

naturalmente, los sempiternos eclipses y cometas. Sobre estos últimos, Francisco de<br />

Artiga afirmará que la primera causa de los mismos –él verá otras dos, la eficiente y la<br />

final- es de carácter amedrentador:<br />

131 .<br />

4.2.2.2. LAS PLAGAS Y LOS DIFERENTES PECADOS<br />

En segundo lugar, debemos enunciar y ordenar todas aquel<strong>las</strong> conductas,<br />

comportamientos y acciones humanas que, según los tratadistas de la época, podían<br />

conducir a la aparición de una plaga <strong>del</strong> campo, como forma de castigo divino. Éstas <strong>las</strong><br />

hemos agrupado en tres grandes grupos, como son <strong>las</strong> relacionadas con <strong>las</strong><br />

obligaciones <strong>religiosas</strong>, la justicia y la moral.<br />

A) Incumplimiento de obligaciones <strong>religiosas</strong><br />

Dentro de este piélago insondable, <strong>las</strong> había de tipo económico y religioso<br />

propiamente. Respecto a <strong>las</strong> primeras, se incide en el impago de los diezmos<br />

–aproximadamente el 10% de los frutos que los campesinos satisfacían a la Iglesia para<br />

atender a la subsistencia de culto, sacerdotes y pobres-. Es evidente que en éste, más<br />

que en ningún otro motivo, la Iglesia hizo de la necesidad, virtud, ya que este tributo era<br />

un elemento fundamental de ingresos para la misma, especialmente en una época de<br />

crisis como fue el siglo XVII. Así lo afirma Pedro Mártir, lector de teología <strong>del</strong> Real<br />

131 Artiga, Discurso..., p.<br />

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