11.05.2013 Views

las respuestas religiosas ante las plagas del ... - e-Spacio - UNED

las respuestas religiosas ante las plagas del ... - e-Spacio - UNED

las respuestas religiosas ante las plagas del ... - e-Spacio - UNED

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Sin embargo, <strong>las</strong> c<strong>las</strong>es subalternas tenían una idea muy diferente de los santos.<br />

Para el<strong>las</strong>, dentro de ese universo vitalizado y poblado de seres misteriosos y poderosos<br />

que existían entonces, los santos no eran más que otras criaturas, import<strong>ante</strong>s, eso sí,<br />

dentro <strong>del</strong> conjunto citado, con <strong>las</strong> que había que estar a bien, debido a que ese poder<br />

podía ser utilizado, en determinadas ocasiones, contra el hombre, en forma, por ejemplo,<br />

de <strong>plagas</strong> diversas. En este sentido, el santo era visto en la misma relación que el brujo y<br />

la bruja 145 .<br />

Ahora bien, ¿cuáles eran los motivos por los que el español corriente <strong>del</strong> XVII<br />

pensaba que podía perjudicarle a él o a sus intereses materiales? Entendemos que<br />

había tres grandes razones.<br />

La primera es la ira <strong>del</strong> santo por el hecho de que una colectividad incumpliera –por<br />

desprecio o negligencia- sus obligaciones con respecto a él, pactadas a través de los<br />

votos fundamentalmente. La consecuencia natural de esta actitud podía ser todo tipo de<br />

calamidades naturales, como <strong>las</strong> <strong>plagas</strong>, esencialmente aquel<strong>las</strong> que les había<br />

impulsado a hacer el voto, que no habían de cesar hasta que la comunidad volviese a<br />

cumplirlo. En este caso, lo que la doctrina oficial veía como consecuencia <strong>del</strong> enfado <strong>del</strong><br />

santo era, como mucho, la intervención pasiva de éste –no interceder <strong>ante</strong> Dios-, pero<br />

nunca ir en contra <strong>del</strong> hombre.<br />

Una segunda causa la tendríamos en el deseo <strong>del</strong> santo de ganar devotos. El envío<br />

de una plaga, en este caso, no estaría relacionado con la ira, sino que se trataría de una<br />

señal celestial para que el hombre se fijara en él y le rindiera culto y veneración. Eso sí,<br />

ese signo –un acontecimiento anómalo-, para ser atendido, debía encajar en la historia<br />

devota <strong>del</strong> pueblo 146 .<br />

Finalmente, el tercer fundamento era la posible utilización por el pueblo <strong>del</strong> poder<br />

que, se suponía, tenía un santo para causar el mal, especialmente por venganzas entre<br />

vecinos. En este sentido, el santo podía ser instrumentalizado de dos formas. La primera,<br />

venerándolo o rindiéndole culto de diversas maneras –oraciones, ofrendas, etc.- La<br />

145 Martín Gelabertó, , en Historia Social, nº 13, primavera-verano 1992, pp. 3-20 (p. 15).<br />

146 Christian Jr., Religiosidad local..., pp. 50-56.<br />

72

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!