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nalgures - Asociación Cultural de Estudios Históricos de Galicia

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El “parti pris” <strong>de</strong> Sir John Moore, apuntes para el estudio <strong>de</strong> la Guerra <strong>de</strong> la In<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia<br />

Pese a todo esto, y por el momento, los tres generales aún no habían llegado a Portugal,<br />

Moore no lo haría hasta <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l convenio <strong>de</strong> Cintra, por lo que Wellesley continuaba al<br />

mando <strong>de</strong> las operaciones y estaba dispuesto a <strong>de</strong>mostrar su empuje. Así, el 15 <strong>de</strong> agosto su<br />

vanguardia toma por primera vez contacto con los franceses en Obidos, manteniendo una<br />

victoriosa escaramuza. Dos días <strong>de</strong>spués consiguió con graves pérdidas romper la línea <strong>de</strong>fensiva<br />

que los 3.000 soldados franceses <strong>de</strong> la división Delabor<strong>de</strong> habían establecido en<br />

Roliça, para situarse en una posición ventajosa en Vimiero, don<strong>de</strong> habría <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollarse la<br />

batalla <strong>de</strong>cisiva por Portugal. El día 15 alcanzaron al cuerpo expedicionario dos brigadas<br />

más que <strong>de</strong>sembarcaron en el estuario <strong>de</strong>l río Maceira. Con ellas, a bordo <strong>de</strong> la balandra<br />

Brazen llegó Sir Harry Burrand, quien rápidamente se entrevistó con Wellesley para hacerse<br />

cargo <strong>de</strong> la situación. Aunque Wellesley le planteó la necesidad <strong>de</strong> aprovechar la ventaja<br />

obtenida para atacar lo antes posible al enemigo, Burrand se mostró reacio a ello, expresándole<br />

a un disgustado Wellesley que prefería esperar el refuerzo <strong>de</strong> los 12.000 hombres que<br />

venían con Moore <strong>de</strong> Inglaterra. Sin embargo, los británicos no tuvieron opción a esperar<br />

más porque Junot <strong>de</strong>cidió lanzar esa misma noche sus tropas contra el dispositivo en línea<br />

dispuesto por Wellesley sobre las colinas <strong>de</strong> Vimiero. El planteamiento <strong>de</strong> Sir Arthur resultó<br />

excelente, <strong>de</strong> forma que los franceses sufrieron una completa <strong>de</strong>rrota. Sir Harry tuvo el buen<br />

sentido <strong>de</strong> permitir a Wellesley la dirección <strong>de</strong> la batalla, pero cuando el joven general solicitó<br />

su permiso para perseguir al ejército enemigo hasta Lisboa, cosa que parecía bien fácil<br />

<strong>de</strong> lograr, recibió una sorpren<strong>de</strong>nte negativa <strong>de</strong> “Betty” Burrand, que mandó mantener sus<br />

posiciones ante la <strong>de</strong>sesperación <strong>de</strong>l futuro duque <strong>de</strong> Wellington. Las cosas empeoraron para<br />

un consternado Wellesley cuando al día siguiente llegó a Vimiero Sir Hew Dalrymple <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />

Gibraltar para ocupar su cargo <strong>de</strong> comandante en jefe, pues ratificó en todo las opiniones <strong>de</strong><br />

Burrand, abandonado, tal vez por ser reacio a escuchar cualquier consejo <strong>de</strong> un subordinado,<br />

toda i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> avanzar sobre Lisboa.<br />

El 22 <strong>de</strong> agosto, se presentó ante el ejército inglés el general Kellermann portando ban<strong>de</strong>ra<br />

blanca para negociar la capitulación francesa. Las propuestas que trasladaba el general francés<br />

eran ridículamente favorables para ellos, puesto que ofrecían la total evacuación <strong>de</strong> su<br />

ejército hacia Francia a bordo <strong>de</strong> trasportes ingleses. El acuerdo final firmado en Lisboa el<br />

30 <strong>de</strong> agosto <strong>de</strong> 1808 por los tres generales ingleses, Wellesley lo hizo forzado y a<br />

regañadientes, fue conocido como el convenio <strong>de</strong> Cintra. El largo documento, contenía veintitrés<br />

artículos y tres cláusulas adicionales, ratificaba en esencia un verda<strong>de</strong>ro triunfo francés,<br />

<strong>de</strong>bido al poco acierto negociador <strong>de</strong> “Dowager” Dalrymple, como le llamaba <strong>de</strong>spectivamente<br />

Wellesley. En sustancia, el convenio estipulaba que el ejército francés rendido no<br />

sería consi<strong>de</strong>rado como prisionero <strong>de</strong> guerra, por lo que aquellos hombres quedaban en libertad<br />

<strong>de</strong> empuñar <strong>de</strong> nuevo las armas contra los ingleses y sus aliados. A<strong>de</strong>más podrían<br />

conservar íntegramente sus bagajes y armamento, incluidas las expoliaciones realizadas<br />

durante la ocupación, y serían transportados por barcos ingleses a un puerto francés como La<br />

Rochela, Lorient y otros. Un acuerdo absolutamente sorpren<strong>de</strong>nte que <strong>de</strong>spertó, como el<br />

propio Sir Arthur temía, verda<strong>de</strong>ra indignación, tanto en el parlamento como en la opinión<br />

pública. Significativamente, algunos periódicos londinenses aparecieron orlados en negro el<br />

día que conocieron la noticia, como si se tratase <strong>de</strong> un luctuoso hecho que mereciera un<br />

NALGURES • TOMO II • AÑO 2005 267

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