nalgures - Asociación Cultural de Estudios Históricos de Galicia
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El “parti pris” <strong>de</strong> Sir John Moore, apuntes para el estudio <strong>de</strong> la Guerra <strong>de</strong> la In<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia<br />
Al día siguiente, 10 <strong>de</strong> enero, el grueso <strong>de</strong>l ejército inglés alcanzó Betanzos, don<strong>de</strong> permaneció<br />
Moore sólo el tiempo suficiente para que la tropa <strong>de</strong>scansase y se avituallase. Trataron <strong>de</strong><br />
volar los almacenes <strong>de</strong> armas, municiones y viandas antes <strong>de</strong> partir, pero, como ocurriría<br />
<strong>de</strong>spués con más <strong>de</strong> un puente, los ingenieros ingleses fracasaron en el intento, <strong>de</strong>jando en<br />
manos <strong>de</strong> los franceses 8.000 fusiles y siete cañones que habían arrojado al Man<strong>de</strong>o. Más<br />
aún, <strong>de</strong> creer la versión <strong>de</strong> Soult, los ingleses habían preparado una verda<strong>de</strong>ra bomba incendiaria<br />
en el edificio <strong>de</strong>l consistorio <strong>de</strong> Betanzos, que sólo la llegada <strong>de</strong> Francesky, siempre en<br />
vanguardia, pudo abortar: “El general Francesky continuó persiguiendo a gran velocidad a<br />
la retaguardia inglesa por la carretera <strong>de</strong> La Coruña. Capturó 1.400 prisioneros más junto<br />
a algunas piezas <strong>de</strong> artillería, equipaje y un tambor militar, y entró en Betanzos a tiempo <strong>de</strong><br />
salvar esta ciudad <strong>de</strong> la <strong>de</strong>strucción. Se había preparado un montón <strong>de</strong> material combustible<br />
con muchos barriles <strong>de</strong> pólvora en el gran edificio <strong>de</strong>l ayuntamiento. Por <strong>de</strong>bajo, los<br />
ingleses habían reunido una gran cantidad <strong>de</strong> ma<strong>de</strong>ra, paja y otras materias combustibles.<br />
El fuego estaba preparado, y la ciudad hubiera volado sin duda si mis caballeros no hubieran<br />
llegado con fortuna para evitar ese <strong>de</strong>sastre” 84 . Sobre esta misma cuestión, recoge<br />
Tettamancy el testimonio <strong>de</strong> Muñoz y Maldonado, que, aunque el propio autor le conce<strong>de</strong><br />
poco crédito, coinci<strong>de</strong> en su <strong>de</strong>scripción con la versión francesa: “Los ingleses concibieron<br />
el horrible proyecto <strong>de</strong> volar la ciudad <strong>de</strong> Betanzos cuyos habitantes acababan <strong>de</strong> recibirlos<br />
como aliados; pero no pudieron poner en ejecución su intento porque los franceses tenaces<br />
en su empeño <strong>de</strong> batir al enemigo, se apo<strong>de</strong>raron inmediatamente <strong>de</strong> la ciudad”. Sea como<br />
fuere, el mismo Tettamancy se encarga, esta vez por boca <strong>de</strong> Martinez Santiso, <strong>de</strong> poner las<br />
cosas en el justo medio al afirmar que: “Los franceses en cambio, al entrar en Betanzos,<br />
cometieron innumerables tropelías que la conciencia humana con<strong>de</strong>na, violando mujeres,<br />
<strong>de</strong>sgarrando las orejas <strong>de</strong> las niñas que encontraban en las calles para hurtarles los pendientes;<br />
matando los ganados y animales, saqueando las iglesias y quemando las imágenes;<br />
robando las casas <strong>de</strong> los vecinos, <strong>de</strong>rramando el vino que contenían las bo<strong>de</strong>gas y quemando<br />
el trigo y el maíz <strong>de</strong> los que no se podían aprovechar...” 85 .<br />
En su continuo avanzar, el ejército <strong>de</strong> Sir John Moore atravesó el día 11 el Mero por el<br />
puente <strong>de</strong>l Burgo, ya en las cercanías <strong>de</strong> A Coruña, don<strong>de</strong> se vería obligado, como es sabido,<br />
a presentar la batalla final al no encontrar en la rada Herculina la totalidad <strong>de</strong> los transportes<br />
que venían <strong>de</strong> Vigo para trasladarlos a Inglaterra, que habían visto entorpecido su avance por<br />
un clásico temporal invernal, <strong>de</strong> los habituales a la altura <strong>de</strong> Finisterre. Así, cuando Moore y<br />
sus generales alcanzaron a ver los barcos <strong>de</strong> la escuadra fon<strong>de</strong>ados en la bahía, comprobaron<br />
con honda preocupación que sólo se encontraban allí algunos buques-hospital y barcos <strong>de</strong><br />
carga, pero no los transportes que necesitaban para embarcarse. Entretanto, se encomendó<br />
como era costumbre a la reserva <strong>de</strong> Edward Paget las labores <strong>de</strong> retaguardia, la principal y<br />
más urgente <strong>de</strong> ellas la voladura <strong>de</strong>l puente <strong>de</strong>l Burgo. Esta vez, los ingenieros no estaban<br />
dispuestos a sumar un nuevo fracaso, <strong>de</strong> modo que colocaron cargas tan potentes que la<br />
84 Memorias <strong>de</strong> Juan <strong>de</strong> Dios Soult, op. cit., pág. 66.<br />
85 Cfr. TETTAMANCY, op. cit., págs. 80 y ss.<br />
NALGURES • TOMO II • AÑO 2005 313