Sección Segunda: Los Actores del Conflito - DHnet
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PRIMERA PARTE SECCIÓN SEGUNDA CAPÍTULO 1<br />
Hacia fines de marzo, el PCP-SL intensificó su campaña de «batir el campo» y empezó a cercar el distrito<br />
de Vilcashumán. El 26 de marzo atacaron el fundo Ayzarca, cerca de Parcco y Pomatambo, incendiaron la<br />
casa y la capilla, y se llevaron a Andrés Gutiérrez, dueño <strong>del</strong> fundo. Semanas después, se encontró su cuerpo.<br />
El 31 de marzo se produjo un ataque a la Jefatura de Línea 131 de Vilcashuamán. Al ser hostigados por francotiradores<br />
en la noche, los policías temieron que pudiera producirse un hecho similar al ocurrido en el CRAS. El<br />
jefe de línea se comunicó con Ayacucho y pidió auxilio. El general GC Jorge Monge Llanos, jefe de la II Región<br />
Policial, llenó un camión militar con guardias y se dirigió a Vilcashuamán a brindarle ayuda al puesto. Mientras<br />
tanto, el Ministro <strong>del</strong> Interior se mantuvo al tanto de la comunicación entre el general Monge y el jefe <strong>del</strong><br />
puesto de Vilcashuamán hasta que se cortó.<br />
Al día siguiente, el presidente Fernando Belaunde Terry, el ministro <strong>del</strong> Interior José Gagliardi, el comandante<br />
general <strong>del</strong> Ejército Francisco Miranda y el ministro de Aeronáutica José García Calderón llegaron a la<br />
zona para dar su apoyo moral a los policías. En el ataque, sólo un policía había resultado herido, pero el temor<br />
por un suceso más violento había cundido entre los miembros de la Fuerzas Policiales. En el discurso pronunciado<br />
en Vilcashuamán, el presidente Belaunde fue enérgico con ellos: les pidió determinación y una actitud<br />
ofensiva contra los «enemigos» de la Constitución y la paz. Después <strong>del</strong> ataque, el Gobierno trató de mejorar<br />
el equipamiento con el que contaban las Fuerzas Policiales.<br />
2.1.6. <strong>Los</strong> contingentes contrasubversivos en Ayacucho<br />
A medida que el PCP-SL fue extendiendo sus actividades en Ayacucho, se fue incrementando el número de<br />
policías en el departamento. En un inicio, los envíos de personal a la zona en emergencia eran improvisados:<br />
la mayoría era parte <strong>del</strong> personal policial básico que no tenía formación contrasubversiva.<br />
Iban a las comisarías de Lima y les decían: «Ya, suban»; de repente estaban en un avión y al llegar a Ayacucho les<br />
decían: «Señores, han venido a prestar servicio tres meses, les vamos a dar sus viáticos». Se los llevaban así a la<br />
guerra [...]. 132<br />
También había personal voluntario que había solicitado su destacamento a zona de emergencia, ya que<br />
los viáticos constituían un importante estímulo. Se enviaba también a policías que habían cometido algún tipo<br />
de falta como una forma de sancionarlos. No separar de la institución a los malos elementos y enviarlos lejos<br />
era una antigua práctica institucional, a pesar de los riesgos que esto implicaba para la población.<br />
Las condiciones en las que las Fuerzas Policiales tuvieron que hacerle frente a la subversión fueron bastante<br />
duras, pues no contaban con medios adecuados. El armamento que usaban 133 era antiguo y poco efectivo.<br />
La munición era limitada; por lo que, en ocasiones, ellos mismos tenían que comprarla. Por otro lado, la<br />
falta de coordinación entre el comando policial y los puestos o líneas y el mal equipamiento dieron como resultado<br />
el deterioro de la moral combativa de los miembros de la Fuerzas Policiales en zona. La cita siguiente<br />
relata la forma en que vivían los policías de un destacamento contrasubversivo:<br />
Entramos al destacamento; era una casa, una casa igual a las casas de barrio de la zona y donde duerme el personal<br />
[…] sobre pedazos de papel. No había catre, no había cama, no había nada, no había colchones y ahí dormía<br />
el personal […] ¿Cómo se cocinaban? Ellos mismos se cocinaban ahí con lo que podían, con un fogón. Es decir,<br />
igualito como vivía el campesino <strong>del</strong> lugar. 134<br />
De todos los policías enviados a la zona durante ese período, los que generaron mayor impacto entre la población<br />
fueron los sinchis. Su misión fue reforzar los destacamentos policiales que se encontraban en Ayacucho.<br />
El personal sinchi fue enviado a la zona en calidad de «comisión de servicio». 135 Estuvieron acantonados en la<br />
ciudad de Huamanga, desde donde se trasladaban en helicóptero a distintos pueblos y comunidades. Aunque<br />
nunca hubo más de 120 sinchis en la zona de emergencia, al poder desplazarse rápidamente de un lado a otro en<br />
un radio de acción bastante extenso, crearon la sensación de que estaban casi en todas partes y que eran un nú-<br />
131 Puesto policial que tenía a su cargo varias guarniciones o puestos menores<br />
132 CVR. Entrevista. 13 de febrero de 2003. EQ.EC-PNP/CVR.<br />
133 Revólveres, retrocargas y M1.<br />
134 CVR. Entrevista. 9 de septiembre de 2002. General GC (r), ex sinchi.<br />
135 Se denomina comisión de servicio al envío de personal a una zona para que cumpla un fin determinado.<br />
TOMO II PÁGINA 106