Sección Segunda: Los Actores del Conflito - DHnet
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PRIMERA PARTE SECCIÓN SEGUNDA CAPÍTULO 1<br />
en verdad acaparaban la atención de los grupos de izquierda. Excepciones importantes en este panorama<br />
fueron las Comisiones Parlamentarias presididas por senadores de izquierda. El senador Rolando Ames presentó,<br />
en marzo de 1988, un extenso informe sobre lo ocurrido en los penales. Enrique Bernales presidió la<br />
Comisión <strong>del</strong> Senado que presentó en, septiembre de 1988, un informe sobre la situación de violencia que<br />
atravesaba el país con propuestas para una política integral de pacificación. Este informe llegó, sin embargo,<br />
fuera de momento y con muy poca influencia política como para relanzar la iniciativa democrática en seguridad<br />
y defensa. Otra excepción que marcó el inicio de un cambio en la conciencia pública fue la Jornada por la<br />
Paz convocada por la Municipalidad de Lima el 29 de diciembre de 1988. En este contexto, deben recordarse<br />
también las iniciativas de la sociedad civil. Entre otras, la Asociación Peruana de Estudios para la Paz (APEP),<br />
fundada por Felipe Mac Gregor, elabora un conjunto de análisis y propuestas.<br />
La oposición liberal y conservadora dio prioridad a la crítica de la política económica <strong>del</strong> Gobierno y organizó<br />
la resistencia al intento de privatización de la banca. 509 En cuanto a política militar y concepciones estratégicas<br />
para vencer al PCP-SL, Mario Vargas Llosa no logró poner en la conciencia pública los aportes innovadores surgidos<br />
<strong>del</strong> grupo de trabajo que lo respaldaba en estos temas. Tampoco aceptó ser objeto de influencia política<br />
por parte de los militares, lo cual bloqueó de este modo una gama de escenarios políticos de cooperación que los<br />
militares sí estaban dispuestos a considerar bajo la condición de que se estableciera la primacía de las políticas de<br />
defensa interior elaboradas y dirigidas por ellos. Sin embargo, las Fuerzas Armadas compartieron pronto con<br />
esta oposición la exigencia de que el Perú retome el pago de la deuda externa y regrese a la comunidad financiera<br />
internacional, pues no era posible financiar la lucha contrasubversiva sin nuevos créditos externos. Esta exigencia<br />
fue satisfecha por el gobierno de García en septiembre de 1988, cuando, tras difíciles negociaciones, se<br />
logró un complicado rescate financiero de la economía peruana por más de mil millones de dólares.<br />
3.2.6. La primera directiva <strong>del</strong> Comando Conjunto para la Defensa Interior<br />
La expansión de las acciones <strong>del</strong> PCP-SL y el cambio de las relaciones civil-militares favorable a las Fuerzas<br />
Armadas ocurrido a raíz <strong>del</strong> motín carcelario pusieron las condiciones para que el Comando Conjunto formulara<br />
la directiva 01-PE-DI-JUN 86 JUL 90 Para la Defensa Interior <strong>del</strong> Territorio: Contrasubversión. Contiene avances<br />
importantes hacia la concepción de una estrategia integral, pero también repite algunos errores que se<br />
arrastran desde el inicio de las acciones militares contra la subversión. Se subrayan la necesidad de ejercer<br />
presión permanente sobre los subversivos, mediante «acciones disuasivas, represivas y/o de pacificación destinadas<br />
a neutralizar, desorganizar y/o destruir todo foco subversivo, para reestablecer el orden interno». 510<br />
Todavía se cree, pues, que se trata de focos fijos, con componentes políticos y militares, que pueden ser asfixiados<br />
mediante represión y asedio permanente de los lugares donde se instalan, como las anteriores guerrillas<br />
marxistas. Sin embargo, se afirma ya también, por otro lado, que la finalidad de las operaciones contrasubversivas<br />
es «Destruir y/o neutralizar la Organización Político-Administrativa (OPA)» de los subversivos,<br />
lo que se revelará más a<strong>del</strong>ante como la prioridad estratégica absoluta. En esta directiva, tal finalidad aparece<br />
todavía confundida con la de destruir y/o neutralizar «a todo transgresor de la Ley y <strong>del</strong> Orden Constitucional<br />
que contribuya a la subversión». 511 Esto último implica todavía mucha dispersión de esfuerzos si tomamos<br />
en cuenta que la misma directiva evalúa que todas las agrupaciones de la izquierda legal, los sindicatos (salvo<br />
los <strong>del</strong> PAP) e incluso los sectores «progresistas» <strong>del</strong> clero tienden a apoyar a la subversión conforme se agudizan<br />
las contradicciones. 512 También se insiste en vigilar las fronteras para que no ingresen armamentos para<br />
la subversión 513 —lo que sólo era de esperarse en verdad en el caso <strong>del</strong> MRTA, pues no estaba en la estrategia<br />
<strong>del</strong> PCP-SL—. El equilibrio estratégico que alcanzaban en esos años las guerrillas centroamericanas es señalado<br />
por la directiva como un factor exterior que puede influir muy negativamente sobre el proceso peruano. 514<br />
En lo relativo a la organización <strong>del</strong> esfuerzo nacional de defensa interna, esta directiva prescribe una división<br />
de tareas entre Fuerzas Policiales y Fuerzas Armadas muy cercana a la división acostumbrada. Las Fuer-<br />
509 En el mensaje al país y ante el Congreso <strong>del</strong> 28 de julio de 1987, García propuso nacionalizar la banca. Acto seguido se decretó la<br />
intervención por 120 días de diez empresas bancarias, seis financieras y diecisiete compañías aseguradoras.<br />
510 CCFuerzas Armadas. Directiva 01-PE-DI-JUN 86 JUL 90: Para la Defensa Interior <strong>del</strong> Territorio: Contrasubversión, p. 10.<br />
511 Ibídem, p. 9.<br />
512 Ibídem, pp. 4-7.<br />
513 Ibídem, p. 10.<br />
514 Ibídem, p. 3.<br />
TOMO II PÁGINA 192