Sección Segunda: Los Actores del Conflito - DHnet
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PRIMERA PARTE SECCIÓN SEGUNDA CAPÍTULO 1<br />
Así, el 7 de agosto, Alberto Gálvez Olaechea, integrante <strong>del</strong> Comité Ejecutivo Nacional y periodista <strong>del</strong> semanario<br />
Cambio, fue detenido por la Dirección Contra el Terrorismo (DIRCOTE) en la capital, mientras que el 23<br />
de octubre fue capturada Lucero Cumpa Miranda, responsable <strong>del</strong> trabajo metropolitano y miembro <strong>del</strong> Comité<br />
Central <strong>del</strong> MRTA. La captura de Cumpa y de otros militantes más golpeó seriamente al MRTA y prácticamente<br />
desarticuló su organización en numerosas zonas de Lima.<br />
En tanto, la dirección de la organización subversiva había elegido a San Martín como el escenario para<br />
abrir su primer frente guerrillero, descartando momentáneamente Tocache y Pariahuanca. Se eligió este departamento<br />
por el trabajo desplegado previamente por el MIR VR 691 y por la UDP, frente cercano a esas posiciones.<br />
Este frente, conocido desde entonces como Nororiental, contó inicialmente con un contingente formado<br />
por sesenta hombres, treinta <strong>del</strong> MIR-VR y treinta <strong>del</strong> MRTA. El grueso <strong>del</strong> grupo <strong>del</strong> MRTA estuvo<br />
formado por los militantes que operaban en Tocache y en Junín, mientras que la mayoría de militantes <strong>del</strong><br />
MIR-VR era <strong>del</strong> mismo departamento. Estos destacamentos se fueron concentrando en San Martín y se instalaron<br />
en un campamento 692 en la zona <strong>del</strong> Pongo de Caynarachi —Shanusi (provincia de Lamas)—, donde<br />
durante los meses de julio, agosto y septiembre realizaron numerosas escuelas político-militares. 693<br />
La responsabilidad <strong>del</strong> Frente Nororiental fue asumida por Víctor Polay Campos, en tanto que el MIR-VR<br />
no tuvo mayor responsabilidad, lo que generó las primeras discrepancias entre ambas organizaciones. A fines<br />
de septiembre, la Dirección Nacional consideró que estaban en la capacidad de iniciar acciones militares<br />
(MRTA 1990: 123). Así, el 8 de octubre, una parte <strong>del</strong> destacamento subversivo —uniformado y armado con<br />
fusiles de guerra— tomó la ciudad de Tabalosos (provincia de Lamas) sin producir bajas. Esta acción marcó el<br />
inicio de la campaña político-militar «El Che vive». El 18 de octubre, otra unidad subversiva tomó Soritor<br />
(provincia de Moyobamba), atacando el puesto policial. Un policía murió y los que quedaron heridos fueron<br />
atendidos por los subversivos (MRTA 1990: 123).<br />
En ambas tomas, el MRTA convocó a la población para explicarle los motivos de su insurgencia, evaluar<br />
la gestión de las autoridades locales (alcaldes y gobernadores) e invitar a los pobladores a que se integren<br />
a sus filas. A pesar <strong>del</strong> «éxito» que lograron con las tomas de Tabalosos y Soritor, sus acciones no trascendieron<br />
al resto <strong>del</strong> país; fueron sólo conocidas en San Martín. Esta situación motivó a la dirección de la<br />
organización a planificar una acción de mayor envergadura que repercutiera no sólo en el departamento,<br />
sino también en el país.<br />
Entonces, se proyectó la realización de la campaña político-militar «Túpac Amaru libertador», llevada a cabo<br />
el 6 de noviembre, cuando la columna subversiva, integrada por sesenta hombres, tomó la ciudad de Juanjuí<br />
(provincia de Mariscal Cáceres). Las fuerzas subversivas atacaron de manera simultánea los puestos de la Policía<br />
de Investigaciones, de la Guardia Civil y de la Guardia Republicana; asimismo tomaron el pequeño aeropuerto<br />
de la ciudad. Durante el ataque al puesto policial murió Jorge Cieza, teniente de la Guardia Civil. En tanto, los<br />
demás policías huyeron y sólo tres se rindieron, quienes fueron conducidos a la Plaza de Armas.<br />
En horas de la mañana, abandonaron Juanjuí y se dirigieron a la ciudad de San José de Sisa (provincia<br />
El Dorado), adonde arribaron el 7 de noviembre a las 4 p.m. Ingresaron a la ciudad sin ningún tipo de resistencia<br />
de las Fuerzas Policiales, quienes, enterados de lo sucedido en Juanjuí, habían abandonado poco<br />
antes el lugar. En esta acción, Alejandro Guerrero, reportero de Panamericana Televisión (canal 5 en Lima),<br />
logró entrevistar a Víctor Polay. Dos días después, incursionaron en Senami. El 19 tomaron el distrito de<br />
691 Desde mucho tiempo atrás, en San Martín —sobre todo en la zona norte—, el MIR-VR había desarrollado un trabajo proselitista y<br />
organizativo entre los integrantes de los gremios de campesinos cultivadores de arroz y maíz, de los maestros <strong>del</strong> Sindicato Único de<br />
Trabajadores en la Educación–San Martín (SUTE-SM) y <strong>del</strong> Frente de Defensa de los Intereses <strong>del</strong> Pueblo de San Martín (FEDIP-SM). Y, como<br />
señala Gálvez Olaechea, «fue creando las condiciones sociales, organizativas, políticas y militares para la apertura de un frente guerrillero en<br />
las selvas de San Martín» (2003: 25). «El nacimiento <strong>del</strong> Frente Nororiental <strong>del</strong> MRTA fue la culminación de esfuerzos complementarios, pero<br />
separados, realizados por los dos grupos convergentes. Sin el antiguo trabajo político y social <strong>del</strong> MIR [VR], sin su contingente de<br />
combatientes y mandos lugareños, no se hubiera construido nada, como es evidente que sin la logística, los medios y la experiencia <strong>del</strong><br />
MRTA los pasos hubieran sido más lentos y difíciles». CVR. Entrevista. Penal de Huacariz, Cajamarca, 19-20 de julio de 2002.<br />
692 De manera general, el MRTA ubicó sus campamentos militares permanentes o transitorios fuera de los poblados. El objetivo de tal<br />
disposición era evitar que la población civil resultara afectada como consecuencia de los enfrentamientos con las fuerzas <strong>del</strong> orden.<br />
Asimismo, el MRTA reclamó guiarse por las Convenciones de Ginebra en sus acciones armadas y el trato de los prisioneros.<br />
693 Al respecto véase el subcapítulo «El Frente nororiental <strong>del</strong> MRTA en Sa Martín» en el tomo V.<br />
TOMO II PÁGINA 268