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Sección Segunda: Los Actores del Conflito - DHnet

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PRIMERA PARTE SECCIÓN SEGUNDA CAPÍTULO 1<br />

dicha organización se sentía parte <strong>del</strong> esfuerzo de centralización de las más importantes agrupaciones sociales<br />

y políticas <strong>del</strong> espectro izquierdista, aunque con ciertas diferencias. Como lo expresa Miguel Rincón:<br />

Junto con los compañeros <strong>del</strong> PUM encabezamos las corrientes que buscaban que la ANP fuera una instancia de<br />

centralización real, mientras otros sectores buscaban que solo fuera una instancia de coordinación entre las centrales<br />

sindicales y otras organizaciones <strong>del</strong> movimiento popular; propusimos que la ANP tuviera un programa<br />

que además de las reivindicaciones más sentidas <strong>del</strong> movimiento popular incorpore objetivos revolucionarios,<br />

que abriera el camino a la lucha por el poder por parte <strong>del</strong> pueblo (2002: 15-16).<br />

En ese sentido, el MRTA intentó vincular la organización y la movilización popular con su lucha armada.<br />

Sin embargo, sin un vigoroso movimiento de masas tras sus postulados y las dirigencias de los más importantes<br />

gremios y organizaciones sociales de base <strong>del</strong> país bajo la influencia de la mayoría de los partidos integrantes de<br />

IU (la misma que participaba bajo las reglas democráticas desde 1980), los intentos <strong>del</strong> MRTA fracasaron.<br />

A mediados de 1988, el panorama social y político se encontraba agitado por la crisis económica. En efecto,<br />

los sectores populares protestaban por el incremento de los precios de los productos de primera necesidad<br />

y los movimientos sindicales se movilizaban solicitando el aumento de sus sueldos y salarios. Además, el<br />

intento de estatización de la banca había generado una inusitada respuesta en los sectores altos y medios de la<br />

sociedad, representados políticamente por Acción Popular (AP), el Partido Popular Cristiano (PPC) y el Movimiento<br />

Libertad (ML), este último encabezado por el novelista Mario Vargas Llosa. En esos meses, los partidos<br />

AP, el PPC y el ML se unieron y dieron origen al Frente Democrático (FREDEMO).<br />

Hasta entonces, el MRTA consideraba que el desgaste <strong>del</strong> gobierno PAP, la recomposición de la «derecha»<br />

y su renovada iniciativa política gracias a la actuación <strong>del</strong> FREDEMO, la crisis en el Comité Directivo Nacional<br />

de IU y el rol cada vez más protagónico de las Fuerzas Armadas en la lucha contrainsurgente eran los<br />

elementos centrales de la situación política nacional, por lo que, según su perspectiva, era previsible un golpe<br />

militar si ganaba IU en las elecciones de 1990. Entonces, ante tal posibilidad, el MRTA «debía acentuar su<br />

preparación política y militar» (MRTA 1990: 127).<br />

En agosto, se llevo a cabo el II Comité Central Unitario <strong>del</strong> MRTA, 702 en el que los dirigentes reafirmaron<br />

el tránsito a una mayor militarización y polarización de la sociedad peruana. Como cuenta Víctor Polay,<br />

concluyeron que:<br />

[…] la situación [<strong>del</strong> país] estaba acelerada por el proceso de violencia y de militarización, una generalización de<br />

la guerra que ponían al frente [o movimiento] popular en dos alternativas, o Sendero o las Fuerzas Armadas<br />

[Fuerzas Armadas]. Y ambos jugaban a la estrategia de militarizar al máximo al país para que la gente no tuviese<br />

más alternativas. En este proceso no había una alternativa propia. Vimos que teníamos que dar una respuesta y<br />

en ese sentido iban los frentes, en Juanjuí nos dimos cuenta que teníamos que tener la audacia y la decisión de levantar<br />

una propuesta nacional con las armas en la mano, porque no había otra forma. 703<br />

En tal sentido, el MRTA se planteó como tarea principal la reestruccturación <strong>del</strong> Frente Nororiental y la<br />

apertura de dos Frentes más: el Oriental (su ámbito de acción abarcaría a los departamentos de Ucayali, Pasco<br />

y Huánuco) y el Central (Junín y la selva de Pasco), 704 para lo cual era indispensable la consolidación de su<br />

702 <strong>Los</strong> documentos que fueron discutidos en el Comité Central fueron publicados con el título de Documentos Fundamentales en agosto de<br />

1988. En dichos documentos, se establecieron sus lineamientos ideológicos, políticos y militares. Su adhesión a la lucha armada, el<br />

pretendido carácter continental de su lucha («nuestra revolución es continental y forma parte de la revolución mundial»), la naturaleza<br />

socialista de su revolución («luchamos por una patria socialista»), el antiimperialismo militante, («hay que aplastar al capitalismo y al<br />

imperialismo») —en particular norteamericano— y el intento de crear frentes políticos y militares, que fueran resultado de una amplia y<br />

diversa alianza entre sectores sociales y políticos <strong>del</strong> país, como una condición básica e indispensable para un hipotético triunfo<br />

revolucionario, fueron las características que el MRTA compartía con la izquierda guerrillera de Latinoamérica. Asimismo, se asemejaban<br />

en el «vanguardismo» y el «voluntarismo» de sus dirigentes y militantes, una de las mayores herencias de los revolucionarios cubanos, en<br />

particular de Ernesto «Che» Guevara, quien priorizaba ante todo y casi exclusivamente la voluntad y la decisión de los individuos, por<br />

encima de cualquier otra consideración.<br />

Sin embargo, el MRTA se diferenciaba <strong>del</strong> mo<strong>del</strong>o revolucionario cubano y latinoamericano en la integración ecléctica de diversas<br />

influencias peruanas. Entre dichas influencias se cuenta con las tradiciones radicales peruanas, como la aprista en sus vertientes auroral y<br />

rebelde, las de la nueva izquierda surgida a partir de los varios MIR y, por último, el nacionalismo radical velasquista. Esto último los<br />

llevó a un uso intensivo de símbolos patrios y conmemoraciones nacionales durante su existencia.<br />

703 CVR. Entrevista. Base Naval <strong>del</strong> Callao, 2002.<br />

704 En ese tiempo, fueron destinados algunos cuadros <strong>del</strong> MRTA a la Región Sur <strong>del</strong> país para preparar las condiciones para abrir el Frente<br />

Sur, es decir, la organización de destacamentos. El Frente Sur abarcaría los departamentos de Arequipa, Cusco y Puno.<br />

TOMO II PÁGINA 270

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