Sección Segunda: Los Actores del Conflito - DHnet
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LOS ACTORES ARMADOS<br />
ción Nacional (FMLN) con ataques frontales masivos contra las posiciones guerrilleras, usando para ello los<br />
batallones previstos para una guerra convencional. La movilidad de los subversivos y su inserción en la población<br />
dejaron sin efecto estas ofensivas frontales. En 1982 se organizaron con ayuda norteamericana batallones<br />
ligeros de «cazadores», grupos de alta movilidad con capacidad de patrullaje nocturno. Algunas de estas patrullas<br />
fueron sorprendidas por grandes unidades de guerrilla, tras lo cual se regresó a formaciones mayores, batallones<br />
contrasubversivos de 580 y 390 hombres, con la consecuente pérdida de movilidad. <strong>Los</strong> subversivos evadían<br />
los cercos, retomaban contacto con la población y daban combate sólo cuando tenían gran ventaja. En ello,<br />
se puede reconocer la influencia de la noción maoísta de «guerra popular», convertida en los ochenta en un capital<br />
compartido por todas las guerrillas latinoamericanas. A partir de 1983, se incrementa la asistencia militar<br />
norteamericana y se adoptan tácticas más adecuadas, al mismo tiempo que se incrementa el número de personal<br />
<strong>del</strong> Ejército y se lanzan los primeros programas intensivos de desarrollo local a cargo <strong>del</strong> gobierno, combinados<br />
con la organización de autodefensas campesinas, con el propósito de aislar a las guerrillas y evitar que tengan<br />
influencia sobre zonas densamente pobladas. El FMLN resistió en otras zonas, en las cuales los operativos militares<br />
no consiguieron el apoyo de la población. La frustración de años de lucha contra la guerrilla sin conseguir<br />
mayores éxitos dio lugar, entonces, a operativos drásticos, como el desplazamiento forzoso de miles de pobladores<br />
de zonas favorables a la guerrilla. En 1986 hubo una nueva gran ofensiva contrasubversiva que incluyó programas<br />
de repoblación y reconstrucción en todo el país, además de campañas públicas y operativos psicosociales<br />
con el propósito de conseguir apoyo popular para el Ejército, pero esta ofensiva también se disolvió sin<br />
mayor efecto, debido a la escasez de recursos y la falta de cooperación de la población. Sobrecargado de tareas<br />
de protección de bienes públicos, el Ejército salvadoreño se encontraba en una situación crítica en 1988. En ese<br />
momento —casi al mismo tiempo que en el Perú—, se produce un cambio de dirección que devolvió la iniciativa<br />
al Ejército. Bajo el comando <strong>del</strong> Coronel René Emilio Ponce, se prepararon grupos de comandos entrenados en<br />
operaciones especiales —patrullas de tan sólo quince hombres— que fueron introducidos en territorios controlados<br />
por la guerrilla a fin de asestar golpes precisos durante patrullajes nocturnos. La acción cívica también<br />
adquirió un carácter más funcional. La nueva campaña, llamada «Unidos para trabajar», presuponía la erradicación<br />
previa de los núcleos sociales de izquierda que presumiblemente apoyaban a la subversión. En lugar de<br />
esos núcleos se instalaban nuevas organizaciones y, con la condición de que se formara una milicia local de defensa<br />
civil, el Ejército entregaba donaciones de alimentos y medicinas. 563<br />
Las semejanzas entre la estrategia que detuvo el avance guerrillero en El Salvador y la que derrotó al<br />
PCP-SL en el Perú no son meras coincidencias. <strong>Los</strong> Estados Unidos de América se encontraban concernidos<br />
por ambos conflictos y estaban decididos a influir en su curso difundiendo los principios estratégicos <strong>del</strong><br />
conflicto de baja intensidad. 564<br />
3.3.3.2. La Escuela de las Américas y el entrenamiento contrasubversivo en los años ochenta<br />
Según nuestros cálculos, alrededor de 898 oficiales peruanos llevaron cursos en la Escuela de las Américas<br />
entre 1980 y 1996. 565 Si añadimos a esto el trabajo de instructores militares norteamericanos en el Perú, está<br />
claro que esta instrucción contrasubversiva tuvo una recepción amplia. Además, tenemos noticia de al menos<br />
un ejercicio conjunto en tácticas contrasubversivas realizado por las Fuerzas Armadas peruanas y las de<br />
los Estados Unidos. 566<br />
<strong>Los</strong> contenidos básicos de los cursos de contrasubversión de la Escuela de las Américas se conocen mediante<br />
los siete manuales que fueron desclasificados por el Pentágono el 20 de septiembre de 1996, más los<br />
manuales de la CIA desclasificados en enero de 1997. 567 Estos manuales están en español y fueron usados co-<br />
563 Montes, Ana B. .<br />
564 La experiencia contrainsurgente de la administración Reagan fue sistematizada en un manual <strong>del</strong> Ejército (FM 100-20) y de la Fuerza<br />
Aérea (AFM 3-20) de los Estados Unidos, titulado Military Operations in Low-Intensity Conflict, editado en 1991.<br />
565 Conteo sobre la base de datos de .<br />
566 Directiva 008 CCFuerzas Armadas-PE-IE (Para el Planeamiento y Ejecución <strong>del</strong> Ejercicio de Campaña Combinado-Conjunto<br />
«FUERZAS UNIDAS 89-2»), 11 d e mayo de 1989. El ejercicio se realizó en Chiclayo, una zona de baja o nula presencia subversiva, entre<br />
el 1 y el 25 de agosto de 1989, con la finalidad de entrenar en el planeamiento y ejecución de operaciones contrasubversivas. Participaron<br />
276 agentes peruanos y 232 norteamericanos, quienes llegaron de Panamá en sus propias aeronaves de transporte.<br />
567 Agradecemos a Elizabeth Chávez, voluntaria de la CVR en los National Security Archives, y a Germán Osorio, responsable <strong>del</strong> área de<br />
Latinoamérica de los National Security Archives, por habernos enviado copias de los manuales desclasificados completos, junto con otros<br />
documentos importantes, y habernos dado orientaciones para interpretarlos.<br />
TOMO II PÁGINA 211